Hola, hoy les dejo un capítulo extra por ser un día muy especial ☺️ es el cumpleaños de una de las mujeres más importantes en mi vida, pero lamentablemente hace tiempo no está, en fin les dejo un capítulo más
La atrajo más hacia ella y está vez fue Taylor quien la besó, ya no podía soportar las ganas de tenerla cerca pero no poder tocarla, quería desnudarse y pedirle que la hiciera suya, pero se sentía ridícula y le daba pena, suspiró cuando el beso terminó.
— Voy a... Quiero deshacerme de esto – Se sentó en el sofá.
— ¿Te duelen?
— Un poco, ha sido un día muy intenso – Sonrió.
— Entiendo.Le tomó el pie para levantarlos y hacerla medio recostar en el sofá comenzó a masajearle los pies suavemente y la rubia suspiró placenteramente, en verdad eran cosas que no todos harían por ella, aunque si bien lo pensabas ella tenía un hijo de la castaña en su vientre y sus pies comenzarían a hincharse, era lo mínimo que podía hacer para ayudarla, sentía maravilloso el masaje, hasta que terminó.
— Gracias – Le sonrió.
— ¿De qué?
— Por todo lo que haces por mí.
— No he hecho nada.
— Eso no es cierto, haces mucho y lo sabes.
— Taylor.
— ¿Sí? – Le sonrió.
— Voy a marcarte.
— Por favor – Asintió.
— Ven aquí.La atrajo hacía ella y de nueva cuenta Taylor le tomo la mejilla para darle un beso en la mejilla, la castaña volvió a pegar sus frentes y cerró los ojos, Taylor no quería pensar en lo que era correcto o no, solo quería dar rienda suelta a sus deseos, así que la haló para recostarla sobre ella, Karlie se acomodó para volver a quedar sobre el cuerpo de la directora, lamió su cuello y la rubia sintió su cuerpo estremecerse, le bajó el tirante del vestido un poco más para besar esa zona, haciendo que la rubia se siguiera estremeciendo, su vestido a penas le dio permiso para separar las piernas un poco y aquella castaña cayera entre sus muslos y sus zonas de nueva cuenta chocaran.
— Ngh – Gimió – Ka-Karlie.
— No voy a lastimarte.
— L-lo sé, mmm.
— Shhh, trata de relajarte.
— Es solo que...
— Relájate, Tay – Le sonrió.
— N-no puedo, yo... Yo... Bésame – Susurró.Karlie sonrió para acariciarle la nariz con la suya y le roso los labios, la rubia abrió la boca para recibir la de la castaña, y así fue el beso comenzó lento, suave y poco a poco fue subiendo de intensidad, Taylor se descubrió quitándole el saco, mientras la mano de la castaña que estaba libre del saco recorría su pierna de arriba abajo, se frotó contra Karlie y gimió, sentía como el miembro de la castaña se iba sintiendo más y más duro, jadeo, la mano de la castaña dejó la pierna de la chica para subir por su cadera y luego hasta su pecho, lo tomó y le dio un ligero apretón, mientras su vestido había cedido y estaba más arriba permitiendo envolver sus piernas en las caderas.
— K-Karlie, espera, espera – Pidió.
— Lo siento, lo siento, no debí...
— Solo...
— Lo haré.Le dio otra mordida más y ella gimió, soltó un gritito, pero cada vez se acostumbraba más, era menos doloroso y sentir la lengua de la castaña lamerla después de la mordida, la hacía estremecer.
— Iré a cambiarme.
— Yo me voy, para que descanses.
— No, espera un poco, aun quiero hablar contigo de algo.
— Bien – Asintió.La rubia corrió con sus tacones en mano para ir a ponerse algo más cómodo, mientras la castaña suspiró para tratar de controlar cierta zona, se recostó en el sofá tratando calmar sus ganas, por su parte Taylor buscaba que usar, no quería algo tan flojo para que sintiera que se cubría, pero tampoco algo tan revelador que le pareciera provocativa, tardó mucho más de lo que esperaba y cuando bajó se topó con una escena que le hizo sentir algo en el estómago, la castaña estaba dormida completamente en el sofá, se sentó a su lado y se inclinó al oído.
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La Marca.
FanfictionTaylor Swift, la directora de una famosa y reconocida, su vida era muy monótona, solo se dedicaba a trabajar, un día en una fiesta de la empresa se encuentra con el hijo del dueño, es un hombre que siempre le ha gustado y se han coqueteado descarada...