La Marca.

Contando La Noticia Y Tiempo A Solas.

Hola, estoy tratando de subir el capítulo todo el día, y por una y otra cosa, nada más no pude, gracias por sus comentarios les love you ♥️

Karlie sacó su tarjeta y le dio los datos a la persona del otro lado mientras Taylor la observaba, la reservación había quedado para pasado mañana a las diez de la mañana y estarían llegando a más tardar a la una de la tarde allá.

— Está listo – Exclamó Karlie.
— Gracias.
— ¿Quieres ayuda con tu equipaje?
— No – Negó riendo – Estoy bien, puedo hacerlo yo.
— ¿Segura? – La observó.
— Claro, no voy a cargar todo el apartamento Karls, solo unas cuantas mudas, estaremos un par de días ¿no?
— Yo no lo sé.
— Los amo, pero estar con ellos es agotador y entre más tiempo les dé más preguntas habrá de como sucedió y no quiero tener que dar explicaciones que no recuerdo y no me interesa dar.
— Bien – Asintió.
— Gracias por hacer esto conmigo.
— No, al contrario, gracias a ti por dejarme hacer esto contigo.

Harry había pasado por Karlie y luego por Taylor para llevarlas al aeropuerto, Taylor estaba nerviosa, aunque no quisiera la castaña tenía razón sobre que no importaba lo que sus padres dijeran solo quería hacerlos participes de su vida, que supieran que en breve serían abuelos por primera vez y el pensar en ello la ponía nerviosa, no se sentía lista para ser mamá.

— No estás sola, Tay – Expresó Karlie como leyendo su mente.
— Lo sé, lo sé, pero me pone nerviosa.
— Estaremos bien, sé que serás una gran mamá y ya te dije que estaré para ustedes siempre.
— Gracias.

Rentaron un auto y esta vez fue Taylor la que condujo, Karlie no conocía la ciudad y Taylor tenía deseos de conducir, así que aceptó, tras un largo camino dado al tráfico arribaron a la casa de los Swift, la castaña le tomó la mano para mostrarle su apoyo y le dio un apretón en forma de agradecimiento, tras unos minutos de pensarlo, llamó al timbre y tras un par de minutos, la puerta se abrió.

— ¡Taylor! Cariño, que bueno verte – La abrazó.
— Hola, mamá ¿cómo están?
— Bien, muy bien, oh Karlie, que bueno verte también a ti – La abrazo.
— Me alegra verte Andrea – Le sonrió.
— ¿Qué las trae por aquí? – Las observó.
— Comer, tengo hambre – Soltó Karlie.
— ¿Perdón?
— No le creas mamá, está bromeando – Sonrió Taylor.
— ¿Ya se reconciliaron?
— Algo así – Asintió.
— ¿Ya recuerdas todo?
— No – Suspiró – Aun no ¿está papá?
— Fue a comprar unas cosas, adelante, adelante pasen – Se quitó de la puerta.
— Gracias.

Karlie observó el lugar, era realmente hermoso y acogedor, pensó que ella quería algo así, una casa con Taylor y su hijo que venía en camino, podían ser dos o tres, no importaba, no quería solo uno, ella sabía lo que era ser hija única y no era tan agradable quedarse sola, tras una plática larga entre Taylor y Andrea sobre Austin y su novia Sydney estaban en planes de casarse.

— ¡¿En serio?! – Se sorprendió Taylor – Pero si tienen poco de novios.
— Cariño tienen una vida de conocerse, el hecho de que empezaran a salir hace poco no les quita el hecho de que se conocen desde niños – Sonrió – Yo soy tan feliz de que eso vaya a pasar, pero estoy preocupada por ti.
— ¿Por mí? – Se extraño.
— Mi amor, dicen que, si un hermano menor se salta al mayor para casarse, el mayor nunca se casará y yo no quiero eso para ti.
— ¡Ma! – Gruñó Taylor.
— No te preocupes Andrea, si en unos cinco años, ella no se casa, yo me caso con ella, para que te quites de pendiente – Soltó Karlie.
— ¿Lo prometes?
— Karls, no le des cuerda – Pidió.
— No estamos bromeando, amor – Gruñó Andrea.
— Exacto – Soltó Karlie.
— Por Dios – Soltó una risita.

La puerta se abrió dando paso a Scott que se sorprendió al ver a Taylor y Karlie ahí, ambas se pusieron de pie para saludar al hombre, abrazó feliz de la vida a la rubia, como si hiciera años que no se veían.