TODESENGEL ━━ [FINALIZADA] 《79》

Kapitel siebzehn: Hin und wieder

⚠️Aclaración:
Amores míos, quiero comunicarles que lo dicho en mi reciente estado en el tablero sobre irme de vacaciones, no significa que ya me estoy yendo. 😅 Eso será hasta por los veintitantos del mes de diciembre. 🥹 Lo aclaro, porque me enviaron mensajes preguntándome si no se suponía que debía terminar esta novela este mes, y, en efecto, esto se acaba pronto. 🥺

El hecho de que ya hubiese entregado las 50mil palabras por las que se me pagó en este libro, no quiere decir que hasta ahí se queda todo. No. ⛔️ El trato era entregar esta novela y tenerla ya COMPLETADA para finales de este presente mes (noviembre). 💪🏻✨

Hablando de ello, estoy agradecida por el apoyo que le han dado a esta historia en lo que va de un mes desde su estreno. ❤️

Acabo de redactar este capítulo, así que la revisión está pendiente. Y, quiero comunicarles que probablemente pueda actualizar de nuevo mañana, así que denle amor al presente capítulo. 🥰

Que lo disfruten 💕

18 de marzo de 2018

El semblante pensativo de Rosinante captó la atención de Doflamingo que, con gran parsimonia enfiló hasta donde el susodicho se hallaba con el brazo derecho apoyado en la baranda blanca, mientras sostenía el pequeño vaso de cognac con el otro.

—¿Qué estamos viendo? —inquirió con picardía.

Ambos se encontraban en el segundo nivel de la casa. Hacía poco que acababan de terminar con algunos asuntos en la oficina, pese a que era domingo.

Con sutileza, Rosinante señaló con la quijada sin apartar la vista de lo que observaba allá abajo, cerca de la fuente.

Doflamingo abandonó su posición junto al marco de la mampara de madera blanca y cristal, y se asomó a la baranda.

—Creo que mi hija está enamorada, Doffy.

Luciendo enigmático, Doflamingo ladeó la cara antes de darle un sorbo a la segunda bebida que se había servido hacía menos de tres minutos en su oficina.

Muchas cosas pasaban por su mente, y quería..., no, necesitaba convencerse de que todo lo que había rondado en su cabeza desde hacía un tiempo a la fecha, no era más que su imaginación jugándole una mala pasada.

Y allá en la fuente, [Tn] soltaba una risita debido a los giros que daba aferrada al cuello de Law, que con los fuertes brazos la sostenía alrededor de la cintura.

Las horas de vuelo le habían parecido eternas tanto a Law como a [Tn], que deseaban verse como si años hubiesen transcurrido desde la última vez que estuvieron frente a frente.

—¿Celoso? —inquirió Doflamingo, tentativamente. Veía de soslayo a Rosinante.

—Bien hecho, Sherlock, has resuelto el misterio —murmuró el antedicho.