TODESENGEL ━━ [FINALIZADA] 《79》

Kapitel neun: Das kleine Mädchen, das zur Frau wurde

6 de septiembre de 2014

No debía estar ahí, y lo sabía; sin embargo Law quería asegurarse de que [Tn] estuviese bien, o al menos; dentro de lo que cabía.

Dos semanas habían transcurrido desde la muerte de Holly, y, aunque en la casa Donquixote todo se veía bastante tranquilo, aquello era solo una fachada.

Los niños apenas comían y con gran esfuerzo salían de la cama para ir a la escuela (y vaya que era la semana de inicio de clases), y los adultos se esmeraban por aparentar una fortaleza que claramente no poseían.

No se requería de mucho esfuerzo para lograr deducir, que para Doflamingo y Rosinante (que tanto apoyo habían encontrado en Holly Parker), todo se sentía como si estuvieran caminando en la cuerda floja.

Y así era. A ellos les parecía que faltaba el pilar mas importante. Tenían la impresión de que su casa podría desmoronarse en cualquier momento.

Con un sonido ronco de incomodidad, puesto que sentía que no había descansado nada la noche anterior, [Tn] se removió debajo de las sábanas. Parpadeó intrigada por una extraña sensación de estar mojada.

Law se sobresaltó cuando la miró salir de súbito de la cama, a la vez que levantaba el edredón blanco. El cobertor del colchón no era un lienzo y su intimidad tampoco era un pincel, pero casi parecía que se había dibujado una rosa roja cuya base era la sangre.

Lo que pasó por la cabeza de Law, cuya mandíbula había dejado caer a la vez que sus ojos por poco se le salían de las órbitas, fue:

«¿A ti quien te dio permiso para convertirte en mujer?»

¡Un momento! ¿«Mujer»? ¿[Tn] se estaba volviendo mujer?

¡Desde luego! ¿Qué pensaba? ¿Que sería una bebé toda la vida? Bueno, quizá... Sí.

Eso había creído ciegamente hasta que a los nueve años, ella se quejó de una extraña bolita en el pecho derecho, cosa que le enseñó a Holly que muy paciente y afectuosa, le dijo que la protuberancia también aparecería en el otro lado, y que con el tiempo, ambas cosas crecerían hasta que los senos estuviesen formados.

Law había estado presente esa mañana, porque en toda la semana anterior, [Tn] había estado enferma y él no quería alejarse de ella.

Miró la mancha en el pantalón de pijama de la niña de doce años, y no tardó en darle la espalda cuando la vio a punto de quitarse dicha prenda.

Se llevó las manos a los bolsillos del pantalón. Permanecía cabizbajo preguntándose:

«¿Por qué tenías que crecer, [Tn]? ¿Acaso no podías ser una niña por siempre?»

Comenzó a pensar en que ella empezaría a cambiar, a gustar de los chicos; tal vez iría a fiestas, y... ¡No! ¡Ella no tendría sexo con nadie! ¡Nunca!