Kapitel sieben: Wie es sein sollte

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15 de julio de 2009

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15 de julio de 2009

El llanto había remitido, finalmente, pero por mucha que hubiese sido la insistencia y las preguntas trampa que Doflamingo y Rosinante formularon a conjunto para obtener una respuesta contundente, [Tn] se mantuvo firme en guardar silencio.

La niña se aferraba al hecho de que ya suficientes diferencias tenía con sus hermanos mayores, como para delatarlos y quizá conseguirles una buena reprimenda por parte de su querido Titi, y tal vez, también de su papá.

Rosinante había compartido una mirada con Doflamingo, con la que, sumando un movimiento silencioso de labios, le comunicó que a lo mejor Holly sería capaz de llegar al fondo del asunto. Doflamingo, manteniendo su serio semblante, negó con la cabeza.

El antedicho sabía que si existía alguien a quien la niña podría confesarle la fuente de su odioso y falso descubrimiento, sería a él; pero no en frente de Rosinante.

Por otro lado, se sentía incapaz de traicionar la confianza de la pequeña en caso de que ella quisiera contar lo que se estaba guardando para sí.

De repente, Doflamingo pensó en la única ocasión en que el tema habría salido a colación entre ambos (fuera de las paredes insuladas del despacho de cada uno).

«Fue esa vez», se dijo. Tomó en cuenta que nadie más sabía sobre esto, ni siquiera Holly (quien mas tiempo llevaba con ellos...).

—¡Ay! —se quejó Rosinante, después de la repentina colleja que le propinó su hermano mayor—. ¿Y eso por qué fue?

—Por idi... —se detuvo. Recordó que no decía palabrotas delante de los niños. (Aunque hacía casi una hora de que lo había olvidado allá en la cocina. Cuando [Tn] se fue corriendo porque Rosinante la había ignorado)—. Digo... —se aclaró la garganta—. Por tonto.

—¡Tú eres el tonto! —exclamó Rosinante, antes de comenzar a propinarle manotadas a Doflamingo que tampoco se quedó con la agresión recibida.

Las risas contagiosas de [Tn] hicieron que Rosinante y Doflamingo le dieran toda su atención a ella, mientras mantenían las manos en el aire sin llegar a darse golpes en la cara.

La menor había dejado de sollozar por lo ocurrido en lo que habría sido una alegre mini fiesta de cumpleaños en horas del desayuno, sumando ese horrible sentimiento de que su papi no la quería.

—¿Te gusta que le pegue a tu papá? —inquirió Doflamingo, aguantándose una risa.

La niña asintió a la vez que se cubría la boca. Lo miraba con esos ojos grandes, enrojecidos y llenos de lágrimas que ahora se habían iluminado por la diversión del momento.

Rosinante dejó caer la mandíbula fingiendo indignación.

—¿Y por qué es que te gusta que este tonto me pegue? ¿No debería de gustarte que yo le pegue a él?

TODESENGEL  ━━ [FINALIZADA] 《79》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora