24 de agosto de 2014
El chirrido de las llantas que no lograron frenar a tiempo..., las luces que cegaron sus ojos cuando apenas volteó en dirección del vehículo... En un parpadeo, todo se había terminado.
¿De verdad? ¿Eso era todo? No podía creerlo. Simplemente, no podía creerlo.
Con gesto casi catatónico, Holly se encontraba parada junto a su cuerpo inerte cubierto de sangre.
No veía la caja de tampones y tampoco los dulces que había comprado como ofrenda de paz para con Mia (los cuales eran los favoritos de ambas). Tampoco reparaba en toda esa gente reuniéndose a su alrededor, y mucho menos se percató del nervioso conductor que se dio a la fuga. Su mente estaba puesta en sus trillizos.
Recordó que hacía pocos momentos de que había salido de la residencia de los Donquixote junto a Juanita, Carmina y Rosario, porque necesitaba algunos productos femeninos que en su botiquín ya escaseaban.
¿De dónde había salido quienquiera que la atropelló? Y ¿por qué el conductor iba a alta velocidad en una zona donde las señales de carretera claramente indicaban todo lo contrario? ¿Y esas patrullas que se escuchaban a lo lejos? ¿Iban, o venían? Eso que a su vez sonaba, ¿era la ambulancia, o quizá las sirenas de los bomberos? No lo tenía claro. Sus sentidos estaban embotados.
—Holly... —Escuchó de repente. Era un hombre cuya voz la hizo salir de su trance.
Con obvio desconcierto, Holly parpadeó, como si buscase en el rostro del desconocido, la fuente de esa sensación de familiaridad.
—¿Quién eres?
Law, que luchaba por no demostrar ese horrible pesar que compungía su pecho donde ni siquiera debía haber un corazón, tragó saliva llevándose las manos a los bolsillos del pantalón. Vestía de traje y corbata, como lo usual.
—Sabes quien soy, Holly —dijo, como si también respondiera a esa otra pregunta nunca formulada.
—¿Eres real? —inquirió, advirtiendo un nudo en la garganta. ¿Era el ángel de la muerte? No. Se parecía mucho a... ¿Dónde lo había visto?
—He venido por ti —le extendió la mano—. Debemos irnos.
Con una mueca de dolor, Holly se dijo que él, sí era el ángel de la muerte. Aunque rápidamente se negó a aceptarlo.
—No... —farfulló negando con la cabeza, dando pasos en reversa, abrazándose a sí misma. Sentía frío.
No. No, no, no, ¡y mil veces no! Ese tipo que parecía una versión humana sacada de los dibujos de [Tn], no podía ser el ángel de la muerte.
Un momento... ¡Eso era! Ya sabía que lo había visto en algún sitio.
Pero... No. Sencillamente no podía ser. Tenía que ser una broma y nada más. Seguro que incluso era cosa suya. Sí, estaba imaginándoselo todo.
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TODESENGEL ━━ [FINALIZADA] 《79》
Fanfic[El ángel de la muerte] ▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂ Law x Lectora ▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂ ❝El ángel de la muerte, a tus órdenes, mi querida, [Tn]. Es un verdadero placer, el finalmente conocerte.❞ Aclaración: © Muchos de los personajes usados en esta obra le pert...