TODESENGEL ━━ [FINALIZADA] 《79》

Kapitel achtunddreißig: Die Ruhe vor dem Sturm (Teil 2)

14 de septiembre de 2023

Con la mirada fija en los rescoldos de la fogata, Corey se preguntó, ¿qué demonios había sucedido con el Farrell Maverick que solía conocer? O era mejor decir: a quien creía conocer.

Se planteó, si tal vez el temor por su vida (o la de ambos) había cambiado a éste. O a lo mejor todo se debía a... ¿la paranoia? No podía descartar un «quizá», porque hasta esta noche no había visto ni sabido de ningún intento por parte de Doflamingo o su hermano, de llegar a ninguno. Él (Corey), y su abuelo Farrell, seguían con vida.

Y si tan cruel y vicioso era el infame Doflamingo (y su hermano), tal cual Farrell se lo había dicho a lo largo de los años, y si tan retorcido era el heredero Donquixote (ese que iba por el nombre de Judah), ¿por qué demonios nunca había sufrido (o recibido en toda regla) ni una sola amenaza por parte de ellos?

Tal vez todo era gracias a la fortuna que su abuelo había invertido para mantenerlo a salvo, ¿no? Aunque, cuando el dinero comenzó a escasear, la seguridad (de la que tenía conocimiento) no se redujo, y se mantuvo estable con los guardaespaldas que siempre lo acompañaban a dondequiera que fuese. Aun así, con lo precaria que se había vuelto la economía de su mencionado abuelo y protector, en serio, no había sido víctima de un solo intento de «venganza» por parte de los Donquixote, quienes contaban con todos los recursos para lograr su objetivo. Bueno, en caso de que tuviesen en la mira a los últimos dos Maverick.

Corey no era idiota, y claro que ahora se planteaba muchos escenarios que siempre acababa por descartar, porque nunca se permitía poner en tela de juicio la palabra de Farrell Maverick, que para él, era más que una ley y una doctrina que seguir, cumplir y venerar. Pero justo esta noche... No. Solo, no. Algo había cambiado.

Hacía menos de dos horas, Corey Maverick había visto al abuelo a quien tanto había admirado y respetado, dispararle en la cabeza a un hombre que parecía haber soportado una serie de torturas antes del inminente final.

¿Qué rayos había pasado? ¿ Acaso Farrell se había convertido en otra persona, o simplemente le mostró el verdadero hombre que él, en su ingenuidad (o quizá ignorancia) no había podido, o querido ver tal cual?

Le parecía que el mundo (su mundo) entero acababa de dar un giro de 360 grados.

E inclusive tenía la impresión de que el sonido de las llamas crepitantes de la fogata, era producido por el mismo fuego que lentamente devoraba de una a una las páginas de su corta vida, algo que ahora se le antojaba una obra barata en edición de bolsillo, que, ni por aburrimiento habría comprado. Y vaya que era un fiel lector que siempre perdía la noción del tiempo en la sección de ficción.

¿Qué debía hacer? ¿Jugar al matón que no era y nunca sería, porque no estaba hecho para las atrocidades que acababa de atestiguar? ¿Y qué pasaría si no se prestaba para la locura de su abuelo? (¡Porque Farrell Maverick definitivamente estaba loco!)