TODESENGEL ━━ [FINALIZADA] 《79》

Kapitel achtzehn: Mein Schätzchen

6 de octubre de 2018

—¡Pero ¿qué demonios te pasa?! —vociferó Law que rápidamente cogió a Nerea de las muñecas para apartarlo de él.

Nerea se sobresaltó por la brusquedad que Law empleó para alejarla de su espacio personal.

Las personas en el establecimiento, dejaron de hacer lo que hacían y voltearon cabezas. Algunos habían visto todo desde el principio, pero no le habían tomado tanta importancia pese a que el joven no parecía cómodo con la llegada de la fémina en cuestión; pero ahora, notando la reacción del susodicho por lo que a lo mejor se trataba de un beso robado debido a la manera que él se limpiaba la boca con disgusto..., bueno, esa era otra historia.

—Law, yo... —Nerea se dio cuenta de que todos la observaban, y que las cuatro chicas detrás del mostrador parecían más dispuestas a observar lo que proseguía, que a intentar intervenir o pedirle a ella y Law que abandonaran la cafetería. Pues claro, en ese sitio casi todos conocían a todos, y Law (tomando en cuenta su gran popularidad) no era la excepción—, lo siento me dejé llevar y...

—¡Al carajo! —exclamó Law, ceñudo.

A Law poco le importaba la escena, en cambio, se dijo que estaba bien y que debía aprovechar la cantidad de personas presentes (muchos conocidos, y compañeros de algunas clases en la universidad), para que sirvieran como testigo en caso de que Nerea decidiera repetir el teatrito de la primera ocasión. Algunos, todavía creían que él la había dejado a su suerte tras haberla usado en aquel callejón.

—Pero Law... —intentó ella, estirando una mano para llegar a la suya.

—¡No vuelvas a acercarte a mí! —le advirtió en tanto daba dos pasos atrás, haciendo un ademán que trazaba una línea diagonal desde arriba hacia abajo; era como si la hubiese cortado. O así lo sintió ella.

—Lo siento —dijo, con ojos enrojecidos. No había pensado con claridad antes de actuar, y ahora, se moría de la vergüenza—, no quise...

—¡Y olvídate de mi perdón! —atajó Law—. ¡No te lo mereces!

—Pero...

—¿Qué mentira le vas a decir esta vez a tus amiguitas, ah? ¿Que te besé a la fuerza en un establecimiento público?

—No, Law, yo no...

—Ya has mancillado bastante mi reputación con la estupidez del callejón. Y nunca desmentiste los rumores aún sabiendo que nada pasó entre nosotros.

Nerea contuvo el aire en su pecho. Miraba nerviosamente a su alrededor. Vio muchas caras conocidas, donde notó una ceja enarcada o un semblante lleno de desaprobación.

—En verdad lo siento —dijo bajando el rostro.

—No quiero que vuelvas a acercarte a mí —añadió Law, antes de tensar la mandíbula dando pasos en reversa.