TODESENGEL ━━ [FINALIZADA] 《79》

Kapitel dreiundzwanzig: Der Sensenmann

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31 de octubre de 2018

Un suspiro de desánimo fue liberado por [Tn], que ya no sabía que excusa darle a sus hermanos para no asistir a la fiesta de Halloween que juntos habían organizado.

Los dos chicos llevaban quizá unos quince minutos intentando convencer a [Tn] de bajar aunque fuese por un momento, pero el esfuerzo era infructuoso y ella volvía a contraponer que no tenía ganas de bailar; y mucho menos de sentarse como una momia en algún sofá.

—Pero incluso me dejaste maquillarte y vestirte para la noche —se quejó Mia, que lucía como toda una bruja sexi.

Por su parte, Jude era el príncipe desgarrado del zodiaco negro. Le gustaba imaginarse como el chico guapo y sangriento que habría interpretado mejor el pequeño papel en la película «13 Fantasmas».

En cuanto a [Tn], que estaba sentada en la orilla de la cama; detrás de las transparentes cortinas que caían del dosel..., había permitido que Mia la vistiera como un ángel. E inclusive ella llevaba puestas unas pequeñas alas de plumas blancas, tono a conjunto con el delicado, diminuto y lindo vestido (que le ceñía favorablemente el busto y la cintura, dejando libre la zona del abdomen y las caderas gracias al corte de falda disco), y las zapatillas de tacón, que, tenían hileras de piedras preciosas que subían hasta media pantorrilla. También, Mia le había colocado una areola, le hizo muchas ondas sueltas en el cabello; le pintó las uñas tras una manicura perfecta, y la maquilló dejándola como si fuese una preciosa muñeca de porcelana.

—Pero lo hice para que dejaras de insistir con ello —contrapuso [Tn], no porque quisiera estar presente en una fiesta donde no soy amiga de nadie.

«De nuevo, el síndrome de la hermana fantasma. Parecería que se ha arraigado y no quiere dejarlo ir», pensó Jude.

Pero Jude no podía culpar a [Tn]. Básicamente, él y Mia habían dejado a su mencionada hermana menor lidiando sola con esto; porque no fue sino hasta finales de los trece años, cuando comenzaron a acercarse a ella.

Recordó que las únicas amigas de [Tn] se habían mudado lejos cuando era aún pequeña de edad, así que había pasado casi toda una vida siendo «la hermana fantasma».

Consideró, con cierta amargura y arrepentimiento, que esos tres años en los que él y Mia habían tenido acercamientos con [Tn] hasta fortalecer su lazo, no eran suficientes para compensar su negligencia como hermanos mayores.

—¿«En una fiesta donde no eres amiga de nadie»? —le planteó Mia a [Tn]—. ¿Y que hay de Matt y William?

—Pues... Matt —suspiró con gesto pensativo—, supongo que pasará la noche de acá para allá, persiguiéndote como cachorrito detrás de su dueña —dijo con tono y sonrisa cómplice—, y William... seguramente estará con Becka. —entornó los ojos con semblante travieso e intrigado—. Creo que algo está surgiendo entre esos dos.