TODESENGEL ━━ [FINALIZADA] 《79》

Kapitel sechzehn: Unübertroffen

22 de febrero de 2018

Humano, o no humano... eso no hacía diferencia alguna.

Law, que había decidido aceptar la invitación de sus muchos amigos de la universidad, se encontraba bebiendo una cerveza en una esquina del club nocturno.

No era como que quería estar en ese sitio, pero necesitaba acallar esas voces que no le hablaban, mas que de aquello que le rompería el corazón a [Tn]; bueno, no solo a ella.

Sus amigos ya estaban ebrios, follando con una, o ligando por acá y por allá. Él solo quería estar con [Tn]. La echaba tanto de menos...

Y pronto estaría con ella, pero no porque se tratase de las mejores circunstancias.

—¡¿Por qué tan solito, Law?! —inquirió la sonriente Nerea Georgiou, una de sus compañeras. Coincidían en varias clases. Debía alzar la voz debido a la música electrónica que llenaba aquel espacio.

La guapa chica griega de cabello negro y lacio cuyo vestido corto de color rojo no dejaba mucho a la imaginación, le sonreía de manera sugerente.

Nerea se había encaprichado con Law desde su llegada a Harvard. Y no aceptaría un «no» por respuesta.

—Por nada en especial —dijo Law, mirándola con seriedad—, disculpa... —añadió con la intención de marcharse.

—Espera —Nerea lo cogió del brazo. Se puso de puntillas para decirle algo al oído—, quiero mostrarte una cosa.

—¿Y qué es eso? —inquirió Law, que había arrugado el gesto. A ella, le apestaba el aliento. ¿Estaba ebria?

—Te lo he dicho: tengo que mostrártelo.

—Pero...

—Ven conmigo.

Lo tomó de la mano, llevándoselo hasta la parte de atrás del club. Salieron por la puerta que conducía a un callejón solitario.

—¿Qué es lo que quieres mostrarme? —inquirió Law, que no veía mas que las paredes del sitio llenas de pósteres y algunas sillas bordeadas por varias botellas vacías que antes contendrían distintos tipos de cerveza.

—Esto —Nerea empujó a Law contra la pared, casi a la vez que le cogía la hebilla del cinturón.

—Oye, ¿qué haces? —le cuestionó, cuando ella se iba poniendo de rodillas. La sujetó de los brazos haciendo que se irguiera—. No. Tengo novia. Te lo he dicho muchas veces.

—¿Esa niña? —bufó rodando los ojos—. Venga, Law, puedes tener algo mucho mejor. Además, ella no está aquí.

—Y eso no significa que...

—Te he notado muy estresado últimamente —dijo, colocando las manos en los pectorales de él. Se le apegaba al cuerpo empujándolo contra la pared nuevamente—. Te haré sentir bien, te lo prometo.