TODESENGEL ━━ [FINALIZADA] 《79》

Kapitel zwanzig: Arbeit macht frei

18 de octubre de 2018

Por lo que Law podía notar, [Tn] se había vuelto un poco cercana con William, que junto a Matt y su familia, se había mudado de nuevo a Londres.

Esto era obra de Doflamingo, que se encargó de que Alfred tuviese un puesto administrativo importante en una de las sucursales cerca de la central. Y ahora, los Archer vivían a pocos minutos de distancia de casa de los Donquixote, cosa que hacía feliz a Jude, Mia y [Tn].

De igual modo, Law se alegraba por ellos, pero no podía evitar que su pecho doliera cuando veía las sonrisas de [Tn] siendo causadas por alguien que no era él.

Habían pasado casi dos semanas desde lo ocurrido con Nerea y Claire, cosa que hizo a Law abandonar Harvard y despedirse de sus amigos para regresar a Inglaterra.

Todos los «lo siento» y las lágrimas de Nerea estando en el aeropuerto no sirvieron de mucho el día en que él partió. De hecho, Pete, Glenn y Mike ni siquiera permitieron que ella pudiera acercársele.

El que Law se fuera de Harvard pesaba mucho a los muchachos, pero no les quedaba más que respetar la decisión de éste; más, tomando en cuenta que por boca de la misma Claire que se lo tomaba a juego, el asunto de la violación salió a la luz.

Tal como Law lo había previsto, la mayoría de personas se burlaban de su indignación. Le parecía triste que la sociedad estuviese tan trastornada. No presentó cargos, por mucho que Doflamingo y Rosinante se lo hubiesen aconsejado.

Con una sonrisa agradecida, Law recordó que ellos fueron bastante comprensivos cuando decidió hablarles del motivo principal por el cual, lo que él y [Tn] tenían se había acabado.

Por otro lado, los negocios en sociedad seguían en pie, y era justamente lo que ahora consumía gran parte del tiempo de Law.

Durante las horas de oficina, era tan solo un joven que aprovechaba el tiempo fuera de la universidad, para comenzar a hacerse cargo de un patrimonio que de todas maneras no era suyo, porque no existía; o eso sentía desde que [Tn] lo había dejado.

Por las tardes, Doflamingo y Rosinante lo invitaban a salir a cualquier lado para que no se sintiera tan deprimido como lucía. Desde luego, los rubios sabían que el mal de un hombre enamorado solo conocía una cura que ellos no podían brindarle.

Durante las noches, desde que después de las siete se encontraba en su casa, a solas con su amarga inexistencia, Law desmaterializaba su cuerpo volviéndose quien era y que no deseaba ser.

A veces, cuando pretendía ir al baño estando en la empresa, se teletransportaba hasta el salón de clases donde observaba a la chiquilla cuya ausencia en su vida hacía doler su corazón.

Hacía varios días, Law se perforó el pecho con la mano y se sacó el órgano encargado de bombear sangre. Lo partió en trozos, buscando dónde dolía exactamente, pero no encontró nada.