Italia, 20 de diciembre de 2023.
Subo una historia con Lisandro antes de ponerme de pie frente a él y plantarle un beso en los labios. Está pintado con ese trajecito azul, definitivamente es su color.
—¿Querés un trago, amor? Voy a la barra un toque —le acomodo el cuello del traje mientras la piensa. Él me tiene agarrada de la cintura en tanto habla con Leandro Paredes, Ori organizó la mesa de modo que nos sentaramos juntos con algunos de la selección. Menos el innombrable de Enzo, claramente. Aunque ni lo vi desde que empezó el casamiento, pero mejor para mí.
—No, tranqui, estoy bien —desliza su mano hasta mi culo y me da una palmada suave para dejarme ir. Está muy metido en la charla sobre la temporada de la selección que empieza en marzo de nuevo.
Me encamino a la barra que está cruzando la pista de baile, todo es tan lindo como siempre lo soñó Oriana. Claramente su boda no era algo de lo que se debiera esperar sencillez.
Me hace tan feliz que haya cumplido su sueño de casarse con el hombre que ama. Aunque fue un re plot twist que ese hombre no haya sido Tomás, sino un futbolista famoso. Todo se lo debemos a la Candela y la Oriana de dieciocho totalmente despechadas que se colaban en el vip de famosos en los boliches.
La última vez que vi a Enzo fue aquella noche en la que puse un pasacalles frente a su casa, como Tomás se puso de su lado y lo defendió a muerte, Ori lo dejó. Igual unos días después nos enteramos que la había gorreado a dos manos con medio barrio, y sí, entre gatos se entienden, por eso lo defendió tanto al Enzo.
Un par de noches después, nos cansamos de llorarlos y decidimos salir de gira, que no duró mucho porque el tercer día conoció a Paulo y desde ahí no se soltaron. A raíz de todo eso, conocí a Lisandro, mi novio. Ori me llevó a una cita doble con un amigo de Paulo y pegamos onda, y bueno, el resto es historia.Por otro lado, como era de esperarse, Enzo la rompió en el fútbol y terminó en la selección donde hace un año se consagró campeón del mundo. Y se hizo amigo de todos los futbolistas que hoy están acá de invitados, así que él también está acá. Ori intentó dejarlo afuera de la lista, pero esa simple acción implicaba que los medios flasheen algún bardo interno entre los jugadores que nada que ver y que era preferible evitar.
Pero fuera de todo esto, ni me tinga que esté acá. No le doy tanta importancia, hice borrón y cuenta nueva, así como él.
Una vez que llego a la barra, me siento en un banquito que hay frente a esta. Hora de desempolvar mi italiano.
—Un negroni, por favor —le pido al bartender, que parece ser el chino menos buena onda que existe, porque asiente con una cara de orto y se pone a hacerlo.
Resoplo y miro hacia un costado mientras pone en marcha mi trago. La fiesta recién se está prendiendo porque algunos terminaron de cenar y fueron a la pista, al menos los que tienen la panza más liviana. Con todo el desfile de asado que hubo, un poco entiendo a los que hacen sobremesa.
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Lado a Lado | Enzo Fernández
FanfictionCandela va al casamiento de Ori y Paulo sin esperar encontrarse con Enzo, el morocho por el que se moría de pendeja. Solo que ahora todo es diferente a cuando vivían en el barrio. Enzo Fernández • Licha Martínez © Prohibida la copia y/o adaptación d...