El comandante Park Changmin tuvo que mover sus influencias para conseguir una buena casa de seguridad en un día. Él sabía perfectamente que los Byun no eran nada pretenciosos, pero estaban acostumbrados a vivir cómodamente y no los iba a ubicar en las primeras opciones que le ofrecieron, que sinceramente dejaban mucho que desear y estaban ubicadas en barrios cuestionables.
Finalmente, consiguió la residencia en la que había pensado inicialmente, él suponía que estaba desocupada porque no tenían casos burocráticos activos. La enorme casa quedaba a unos quince kilómetros de la suya y, en caso de ser necesario, tardaría unos pocos minutos en llegar. Normalmente se asignaba a testigos protegidos en casos financieros o políticos de alto nivel, ellos solían ser los más exigentes y por eso la tenían en reserva. Era una amplia y cómoda mansión en las afueras de la ciudad, tenía varias habitaciones, un gran patio trasero e incluso una piscina. Los Byun estarían bien y él llenaría la casa de policías para cuidarlos.
Ya había caído la noche cuando Changmin pudo regresar al hospital, Junmyeon y Minseok serían dados de alta en la mañana, pero Baekhyun permanecía inconsciente sin dar señales de una pronta mejoría. Él se sentía como cinco años atrás, después del suceso de la celda, cuando Baekhyun se negaba a volver a la realidad, los había asustado tanto, y ahora, pensar que tal vez pasarían semanas o incluso meses, antes de poder llevarlo a casa, lo estresaba mucho.
Sería imposible mantener a su padre y amigo lejos de él, iba a ser una pesadilla completa el tener que darles seguridad al transportarse, dentro del hospital y, además, en la casa. Él no tenía cómo justificar tanto gasto, si bien podría reportar el ataque de un fugitivo, dicho reporte los pondría directamente en la mira, las fugas de información lo estaban volviendo loco.
Al llegar a la habitación de Baekhyun, Changmin encontró a Jongin y Mark en la puerta. Saludó y entró encontrándose a su hijo sentado junto a la cama, encorvado, con la cabeza apoyada en el brazo y aparentemente dormido. Chanyeol estaba sujetando la mano de Baekhyun y eso lo alarmó, si el chico tenía algún nivel de consciencia, sería terrible todo lo que podría ver en la mente de Chanyeol, él resolvía crímenes realmente terribles, en especial en su último caso.
Changmin se acercó y retiró la mano de su hijo de la del chico, procurando no tocar a Baekhyun, Chanyeol despertó asustado por el movimiento y casi lo golpea, bueno, al menos tenía excelentes reflejos.
─Vamos, es momento de hablar.
Chanyeol asintió y se levantó estirando su espalda que tronó por el movimiento, no había descansado nada desde hacía dos días y sus músculos entumecidos se lo recordaron. Caminaron juntos buscando a Sehun porque los dos llevarían el caso, Changmin había decidido que los iba a retirar de la búsqueda del asesino serial, en este momento, para él era más importante mantener a ese chico a salvo.
Cuando lo encontraron, se dirigieron a la habitación de Junmyeon, tenían que hablar todos juntos porque mantener secretos no era nada conveniente, la información debía ser clara, todos ellos debían estar en la misma página para conseguir su objetivo común.
─Comandante Park, detectives. ─saludó Junmyeon.
─Señor Byun. ─respondieron los más jóvenes haciendo una pequeña venia.
─Junmyeon, él es mi hijo mayor, Chanyeol, y él es su compañero, Oh Sehun. Ellos dos son los únicos policías de toda la ciudad a los que les confiaría mi vida. Vamos a hablar claro ahora, los cuatro, porque ellos se van a encargar de la seguridad de su familia.
─¿Ellos lo saben? ─preguntó Junmyeon con resignación.
─No, voy a contárselo ahora y quería su permiso antes de hacerlo.
ESTÁS LEYENDO
⚠️HAFEFOBIA⚠️ [Bilogía Hafefobia - Libro 1]
عاطفيةBaekhyun vive una vida normal, si entendemos por normal estar recluido en su casa y alejado de todo contacto humano, pero no está encerrado contra su voluntad, él padece Hafefobia, el miedo irracional a ser tocado, lo odia, no lo soporta. Su vida es...