La mañana llegó implacable, aunque la mayoría de los habitantes de la casa deseaba que esa noche durara para siempre.
El miedo era el huésped más odioso, incomodando y atormentando de maneras diferentes a cada uno de ellos. Junmyeon apenas pudo dormir por la preocupación, su corazón estaba repartido en cuatro hermosos donceles por los que daría la vida y los cuatro estaban en peligro y sufriendo más de lo que él podía soportar. Yixing estaba durmiendo entre sus brazos, su cuerpo descansaba en paz, aparentemente, pero él sabía que su mente estaba atormentada porque aún en sueños sollozaba.
Su pequeño hijo también estaba inquieto, Junmyeon acariciaba el vientre abultado y tarareaba alguna melodía queriendo darle un poco de calma, quería prometerle que todo estaría bien, que iba a llegar al mundo en medio de mucho amor y felicidad, pero ni siquiera él estaba seguro de poder prometerlo. Tenía demasiado miedo por la suerte de Luhan, si el chico moría, Yixing estaría devastado, más de lo que ya estaba, y el obstetra ya les había advertido que su embarazo era de riesgo, su precioso novio estaba en la terrible encrucijada de tener a sus dos hijos en peligro de muerte y ese pensamiento era aterrador.
Sehun tampoco pasó una buena noche, había escapado de sus amigos porque no quería que lo vieran desmoronarse y lloró hasta que se quedó sin lágrimas. El corazón le dolía como si hubiera una mano clavada en su pecho estrujándolo y exprimiéndolo. Estaba abrazado a la almohada de Luhan que conservaba un poco de su aroma, tal vez fuera tonto, pero ahora era lo único que le daba un poco de sosiego. Al menos así era hasta que vio a su pequeño hijo en ese frasco. No era un bebé que él planeara tener, pero Dios sabía que lo hubiera amado y cuidado de la mejor manera posible.
Perderlos antes de poder tenerlos era lo más cruel del mundo; apenas ahora se daba cuenta de lo que significaba Luhan para él, era mucho más que el chico lindo con el que tenía sexo candente, más que el chico que esperaba a su hijo por un descuido, más que el chico al que se suponía que debía cuidar, más que un usuario de internet con el que tenía tantas cosas en común... Luhan era la persona que él amaba... Y lo había perdido. Los había perdido a los dos.
Hubo un momento, cuando Jongin le confesó que habían encontrado un cadáver y que estaba en proceso de reconocimiento, en el que quiso morir. Fue justo cuando vio la manera en la que Chanyeol lo veía, con la derrota y la pena pintadas en sus ojos, casi le pedía perdón con esa mirada y Sehun quiso morirse ahí mismo porque de solo imaginar las cosas atroces que sufrió su hermoso chico por su culpa, se le desgarraba el alma.
Ya estaba amaneciendo cuando logró controlarse a sí mismo, se metió a la ducha y sintió el agua fría cayendo como agujas sobre él, luego se vistió y bajó a la cocina. Tenía demasiadas ganas de hacer ese brownie con menta que tanto le gustaba a Luhan y mientras preparaba la masa solo podía pensar en que debía soportar ese día, en la tarde, cuando estuvieran los resultados de las pruebas de ADN y supiera con certeza si lo había perdido todo o no, tomaría una decisión para el siguiente día.
La señora Park fue la primera en llegar a la cocina y encontrarlo allí, quería abrazarlo y consolarlo, pero lo conocía lo suficiente como para saber que Sehun prefería lidiar él solo con sus penas. Así que se dedicó a preparar el desayuno para todos cantando como siempre lo hacía, como si todo estuviera bien, como si ese día no fueran a enfrentarse a la desgracia.
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⚠️HAFEFOBIA⚠️ [Bilogía Hafefobia - Libro 1]
Roman d'amourBaekhyun vive una vida normal, si entendemos por normal estar recluido en su casa y alejado de todo contacto humano, pero no está encerrado contra su voluntad, él padece Hafefobia, el miedo irracional a ser tocado, lo odia, no lo soporta. Su vida es...