⚠️HAFEFOBIA⚠️ [Bilogía Hafefobia - Libro 1]

29. Y te cruzaste en mi camino

Extrañamente, Chanyeol estaba tan distraído con todos los problemas que estaban enfrentando, las pocas pistas que conseguían rastrear y sus intentos fallidos de animar a Baekhyun, que no se había percatado de las clases intensivas que Sehun le estaba impartiendo a su novio.

Minho los había descubierto porque amenazó con escaparse del hospital e irse solo a su departamento si lo obligaban a quedarse más tiempo en ese lugar, así que había regresado a la casa bajo la estricta supervisión de Taemin que lo cuidaba con una mezcla de líder militar y enfermero dedicado, en otro momento hubiera resultado divertido, pero nadie tenía ánimos como para reír en la casa.

Por órdenes de Minho, los novatos tenían prohibido decir una sola palabra del "entrenamiento casero" que se estaba llevando a cabo, él se sentaba en el borde de la piscina y dirigía las cosas. Sehun usaba ropa que lo cubría por completo y guantes, de esa manera podía tocar a Baekhyun para enseñarle la manera correcta de sostener un arma, acomodar su cuerpo y disparar. A los dos les estaba sirviendo para enfocar su mente en otra cosa que no fueran sus pesadillas.

Ya habían transcurrido tres días, no habían vuelto a recibir ninguna información y Baekhyun suplicaba cada minuto para que el corazón de Yifan se ablandara y no fuera capaz de lastimar más a su propio hijo, era la única esperanza que tenía.

Su relación con Chanyeol estaba un poco fría, Baekhyun lo amaba con todo su corazón, pero estaba demasiado enojado de que lo hiciera sentir tan inútil cuando él sabía perfectamente que tenían en sus manos la manera de terminar con ese infierno de una vez por todas. Habían hablado al respecto en cada oportunidad que estaban solos, pero Chanyeol siempre era tajante al negarse, usó la frase: "sobre mi cadáver", crispando los nervios de Baekhyun que quería gritarle que eso era precisamente lo que trataba de evitar, pero no se atrevía.

Las continuas visitas de Joy lo ponían más nervioso todavía, sin embargo, había prestado mucha atención al comportamiento de Chanyeol con ella, y era completamente frío y distante, incluso parecía enojado, queriendo evitarla y respondiendo de manera cortante a sus preguntas, seguramente estaba ofendido por el hecho de que ella llevara la investigación en su contra.

Afortunadamente, todo se trataba de simple papeleo, al menos por el momento, no habían pedido hacer cambios y tampoco les habían negado ningún recurso, todos continuaban haciendo su trabajo y persiguiendo cualquier pequeña luz que pudiera ser tomada como pista. Incluso dieron ese paso al que el alcalde se había negado anteriormente y publicaron la foto de Wu Yifan, identificándolo como el sospechoso de los asesinatos, obviamente no lo podían anunciar como culpable sin un juicio. De todas maneras, el alcalde había ofrecido una generosa recompensa por cualquier información.

Recibieron demasiadas llamadas luego de eso, algunas pistas parecían prometedoras, otras eran puros inventos, pero hubo una que pareció servir. Un señor que trabajaba en la limpieza de las calles informó haber identificado a Yifan y dio la dirección de la zona donde se movía. Para cuando llegaron, el lugar ya estaba vacío, había comida en el refrigerador y la cama estaba deshecha, pero él ya no estaba, de alguna manera se les había escapado de nuevo.

Las pruebas tomadas confirmaron que su ADN estaba en todas partes de ese pequeño departamento, era bastante sencillo y austero, ubicado apenas a unas cuadras del sitio donde habían tenido el enfrentamiento. Chanyeol designó un grupo de agentes de encubierto en los alrededores, en caso de que regresara, pero lo consideraban poco probable, era como si alguien le hubiera avisado que irían por él y Chanyeol ya estaba harto de las fugas de información.

Baekhyun mejoraba poco a poco, estaba dando todo de sí mismo para tener una actitud diferente ante las adversidades, no rendirse y echarse a morir como siempre hacía, curiosamente, el hecho de haber aceptado su muerte y estar planeándola, le daba la valentía que le había faltado durante esos quince años de agonía. Estaba más decidido que nunca y nadie lo haría cambiar de opinión, aunque tampoco nadie le ayudaría en su cometido.