⚠️HAFEFOBIA⚠️ [Bilogía Hafefobia - Libro 1]

25. Y que me pida

Chanyeol estaba frío, congelado mirando a esa pantalla frente a él sin poder soltar el aire que permanecía atrapado en sus pulmones. El miedo lo recorrió helando sus venas cuando comprendió la situación en la que estaban sumergidos realmente.

Estaban enfrentándose a un asesino serial, con casi una docena de víctimas conocidas, que tenía una obsesión sádica con Baekhyun y descargaba su ira en los sustitutos que empleaba para torturarlo psicológicamente con la exposición de las cosas atroces que deseaba hacerle a él.

Habían encontrado cuerpos destrozados que de solo recordar lo recorría un escalofrío, los reportes forenses eran dignos de una película de terror, abuso sexual extremo, golpes, quemaduras, cortes, amputaciones, hambre y toda clase de tortura. Era simplemente aterrador lo que cada víctima había enfrentado antes de obtener el alivio de la muerte.

Y ahora Luhan se había convertido en una de esas víctimas.

El hermoso chico, alegre y dulce que vivía con ellos, prácticamente el hermanastro de Baekhyun, hijo de Yixing, hijastro de Junmyeon, amigo de Minseok y Kyungsoo, y estaba en una relación con su compañero Sehun, había sido secuestrado por ese asesino y pasaría, como máximo, una semana para que encontraran su cuerpo.

Los ojos se le aguaron de inmediato y Chanyeol empezó a hiperventilar, no, no era posible, no quería ni siquiera dejar que su mente imaginara las posibilidades de lo que ese lindo chico iba a sufrir.

Tal vez ese fue el primer momento en el que logró entender a Baekhyun, porque él siempre había sido valiente, no había realmente nada que lo asustara, ni siquiera enfrentarse a una bala o a peligrosos criminales, eso de hecho lo estimulaba; pero esta era la primera vez en su vida en la que sentía que el corazón se le iba a salir del pecho, las manos le temblaban, un sudor frío recorría su espalda, el aire entraba con dificultad a sus pulmones y no podía tolerar el nudo en su garganta que lo impulsaba a llorar hasta perder el sentido.

Eso debía ser lo que sentía Baekhyun cada vez que veía esas cosas horribles, porque para Chanyeol siempre eran víctimas, personas desconocidas, su profesión lo obligaba a deshumanizar esos cuerpos para que ninguna emoción se interpusiera en la investigación, para poder tener una mente clara e imparcial. Su precioso novio, en cambio, veía chicos como Luhan, con padres, madres, hermanos, novios, amigos, personas que sufrían su perdida, sueños interrumpidos, planes inconclusos, ilusiones de una vida larga y plena que se cortaba abruptamente en un instante de estar en el lugar y el momento equivocado, cayendo en una guerra en la que no tenían nada que ver.

Ahora, Chanyeol lo comprendía, su mente le trajo ese miedo de Baekhyun de haber soñado con que Luhan era uno de esos chicos, claro que iba a gritar en medio de la noche, claro que iba a llorar desconsolado y aterrado, era lo que él quería hacer justo ahora.

Jongdae se dio cuenta y se acercó a él, no conocía a Chanyeol más que de vista, pero su novio Minseok le hablaba mucho de él, lo admiraba y apreciaba, así que se sentía aterrado al ver esa expresión perdida en el rostro antes estoico del policía.

─Dime que no es nada de lo que estoy pensando.

Jongdae también sintió la sangre en sus venas helarse cuando Chanyeol levantó la mirada encontrándose con sus ojos y él vio las lágrimas atrapadas en esos orbes oscuros, el labio temblarle, su mandíbula apretarse por la fuerza con la que presionaba, seguramente intentando contener un sollozo, y la absoluta desesperanza pintada en su expresión.

─No puede ser.

─Mira. ─Chanyeol, no podía hablar, el nudo en su garganta apenas dejó que saliera esa palabra ahogada.

Cuando Jongdae se asomó a ver la pantalla del computador, el último minuto se reprodujo dejándole ver lo que Chanyeol había visto, no comprendía mucho porque él no reconoció al empleado que llevaba ese carrito y subía a la camioneta. Tenía su ceño fruncido en confusión, fijándose en detalles de los rincones, la persona que conducía, y buscando cualquier pista que le permitiera comprender qué era eso que había afectado tanto a Chanyeol. Fue en el momento en el que la camioneta arrancó, que lo comprendió todo y un jadeo horrorizado se le escapó alertando a Minseok que se encontraba junto a Baekhyun.