15. Menchu

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La canción del capítulo es Señales, de Nerea Rodríguez <3

—Justo después de escuchar el disco por primera vez, Arturo nos anunció la fecha de salida, el último viernes de septiembre. Tuvimos vía libre para anunciarlo enseguida, así que los siguientes dos meses fueron para seguir de festivales, promocionándonos y preparándonos para el disco.

—¿Te parece si pasamos entonces a la salida?

—Sí, claro.

Al contrario que con los dos primeros singles, para el disco decidieron rodearse de toda la gente que las había apoyado. Dado que la discográfica no les proporcionó ningún espacio, acabaron decidiendo organizarlo, para variar un poco, en el piso de Ainhoa y José Antonio.

Junto a su amigo y compañero de piso (que consideraba tener más derechos que nadie, dado que había vivido todo el proceso creativo de la compositora), invitaron a amigas de las tres chicas, tanto en Madrid como en sus ciudades natales. Casi toda la familia de todas se había pasado por allí. Y, por supuesto, tanto Malena como Tomás estaban allí para acompañar a sus novias.

Era todo perfecto, con carteles de anuncio, con la comida que habían compartido y la tarta que esperaba a ser partida, con el título del disco en la parte superior y unos recortables con sus caras haciendo de velas. Menchu se pasea por el lugar con tranquilidad, aspirando cada detalle.

Le gusta sentirse así de importante, pero más porque lo han hecho juntas. Lo ha hecho junto a dos chicas que a principios de año no conocía, pero en septiembre ya puede considerarlas clave en su vida.

—¿Os parece si nos echamos una foto todo el grupo? —Llama su atención Arturo—. Así podemos subirlo para dar las gracias por todo el apoyo.

Todos están de acuerdo y comienzan a colocarse para la foto. Pero, en el último momento, el manager llama a Malena y le tiende el móvil.

—Toma, cariño, haz la foto tú. —Y, sin esperar respuesta, se coloca junto al resto.

Malena pestañea, coge aire y asiente, levantando el móvil para hacer la foto. Menchu llega a pensar que la joven podría echarse a llorar ahí mismo, pero consigue contenerse. La admira por eso: no debe ser fácil ser eliminada de la vida de tu novia con esa frialdad.

—Espera. —Luz tiene el ceño fruncido—. Quiero a mi novia conmigo, que esté en un grupo tan numeroso de gente no es peligroso, nadie se va a dar cuenta de que es mi novia.

Arturo pone los ojos en blanco. No quiere discutir, menos delante de padres, hermanos y amigos de las chicas.

—Si la ven y la cotillean, podrían sumar 2+2. Pero no te preocupes, te haremos una con ella para que la tengas, pero sin subirla.

—Sí, y si pudieras hacerla tú, te lo agradecería —masculla.

El representante le hace caso. Por suerte, no parece tomárselo muy personal. Pero Luz consigue su foto con Malena y sin Arturo.

Llegan las doce y, por primera vez, escuchan el disco directamente desde Spotify, que resuena por todo el apartamento. Durante la primera canción, las chicas tienen tiempo de subir sus tweets promocionales, así como fotos a redes sociales para recordarles a sus seguidores la llegada del álbum.

Luz consigue sentarse en el sofá a mitad de MÁS (+). Menchu la imita enseguida, despatarrándose con cansancio.

—Cada vez que pienso que en unas horas estaremos firmando en Madrid por este disco... —Señala al aire, donde escucha su voz.

—Lo sé. —No tiene ni que escuchar el final de la frase—. Se me pone la piel de gallina, Menchu.

—No me quiero imaginar cómo está Ainhoa, que lo compuso casi todo. —Se muerde el labio.

El latido de una melodía - LuznhoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora