°•° El Peligro:
No Hay Nada Más Peligroso,
Que Una Persona Te Haga
Estrenar Sentimientos
- Selk-Corría por todas partes del palacio, Shïrïn le había encargado una armadura apropiada para que todos supieran que el era el nuevo guardian de Äimar, constaba de la coraza de acero y armadura en sus piernas y brazos, así como los de Äimar cuando se transforma, tenía su baculo en su espalda mientras sus pies estaban descalzos, y eso lo había demorado mucho, debía apurarse si quería llegar antes que ese tal Rayo.
Paso por varias habitaciones, incluyendo la de Äimar, pero en ninguna estaba, paso por la cocina, el despacho de ella, pero no la encontro.
Muestras seguía corriendo chocaba con algunos guardias y las chicas de la limpieza, algunas de disculpaban otras solo les daban una sonrisa Coqueta, pero el simplemente ignoro.
No sabía lo que sentía, estaba algo confundido a su pensar hacia la rubia, el había hecho cosas con ellas, de lo que con otra jamás hizo, ¿Porque? ¿Porque ahora el estaba así? ¿Porque no la podía matar de una vez?.
Aunque si podía, dentro en su mente le pedían que no lo hiciera, nada más rn pensar en ella le daban una sensación de paz, escucharla cuando estaba molesta eta mucho mejor, y más cuando sonreía.
Sintió sus mejillas arder con fuerza, se estaba colocando sonrojado, su corazón empezó a latir con mas fuerza, Äimar había encendido un fuego rn su interior, uno el cual, otra mujer que no sea ella lo apagaría.
PRISAS: ¿Que me has hecho Äimar? *Confundido*.
Quería irse, lejos de ella, pero sus piernas no reaccionaban del mismo modo, quería poder escapar, ella le había dado el permiso, ¿Porque no se va?, ¿Porque no la deja sola y que los demás dioses se encarguen de ella?, Aunque lo negará, no quería separarse de ella, quería mantenerla cerca de el, no quería que Rayo se acercara a ella.
PRISAS: Si voy a estar aquí (camino hacia otro pasillo) No dejaré que Rayo se te acerques *serio*.
Empuño sus manos mientras seguía caminando, el sonar de su armadura era lo único que se podía escuchar en ese pasillo, cruzó otra esquina y siguió caminando, al mirar de reojo hacia una ventana, observo que ella estaba sentada en el suelo de su pequeño jardín.
Se detuvo de golpe para caminar hacia aquella ventana y verla ahí, tan tranquila, con la sonrisa más hermosa que él le habia visto.
El sonríe de medio lado para colocar su mano en el vidrio, como si de tocarla pudiera, la observo bien, se había cambiado de atuendo, tenía un vestido blanco completo, con una cinta dorada alrededor de su cintura, su cabello era atado en una coleta alta dejando al descubierto sus hombros.
Sus mejillas ardieron por el momento que habían tenido antes, dónde la había tocado sin que ella se molestará, cerro sus ojos recordando cada momento, cada roce de su mano con la suave piel de ella, cuando sintió su respiración cerca de su rostro.
Verla con sus mejillas rojas era algo apreciable, algo único que para el, ella le Lucia mejor que en otra chica, muchas mujeres eran hermosas, pero esa rubia, si que lo estaba confundiendo.
Abrió sus ojos de golpe al escuchar un pequeño grito de alegría cerca de el, al voltear observo a varias chicas de la limpieza correr hacia la ventana y apartarlo a el.
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꧁ Äɪᴍᴀʀ: Lᴀ Sᴇᴍɪ-ᴅɪᴏsᴀ Dᴇʟ Eɢɪᴘᴛᴏ༒︎☠︎︎
Random¿Amor?; para ella no existe, ¿Amistad?; solo es hipocresía, ¿Honestidad?; nadie en el mundo es honesto, todos están para traicionar ella fue marcada desde pequeña, con la muerte de sus padres vivió una vida llena de odio, irs y venganza hacia aquell...