[3] De las cenizas [George Weasley]

Capítulo 22: Cuanto galimatias

George intenta entender la locura que ha dicho Atria, pero no lo hace, no puede entenderlo. Mira a la chica y sabe que Mara está igual, intentando entender lo que acaba de decir. No tiene sentido que busquen una guerra, no otra, ya han perdido, ¿qué van a hacer si la mayoría de los que están de su lado están o en Azkaban o muertos?

—¿Chicos?

Que les llame les hace moverse. Mara se aleja un poco de él, moviéndose más hacia Atria y se lleva las manos a la cabeza, entremetiendo los dedos en el pelo y tirando fuerte, como si quisiera comprobar que lo que está oyendo es verdad.

—¿Pero qué cojones estás diciendo? —Mara está a punto de empezar a gritar porque ha perdido la paciencia—. No sé si te crees graciosa, Atria, pero no tiene ninguna puta gracia.

—No estoy de broma —que Atria responda a la defensiva solo hace que George confirme que Atria lo cree de verdad. Cree que viene una nueva guerra y no sabe como lo ha averiguado, pero Atria está convencido de ello y él empieza a estar acojonado porque la última no acabó bien para él.

—Sí, claro, y yo soy la reina de Inglaterra no te jode —Mara contesta después de una carcajada, siendo totalmente sarcástica. George sabe que debería pararla cuando coge a Atria del brazo, pero no lo hace, no tiene ni una sola palabra para intentar pararlo todo ni encuentra la manera de ponerse de nuevo en movimiento—. ¿Qué cojones te pasa?

—¡A mí nada, idiota, suéltame!

—No entiendo que te pasa en la cabeza, pero te juro que voy a...

No llega a oír la amenaza de Mara porque parece que su cuerpo reaccione de nuevo y se mueve hacia Mara, separándola de Atria. Ella también ha intentando que Mara la suelte y George no puede dejar de mirar las manos de Atria.

—No vas a hacer nada, relájate —oye su voz, pero no es capaz de registrar que ha sido él quien ha hablado porque la cosa va a peor.

Atria desaparece una semana y cuando vuelve lo hace con la maldición de sus manos más extendidas y con el descubrimiento de que viene una nueva guerra. ¿Por qué la dejan sola? ¿Por qué no hacen que se mude con ellos a su nueva casa en Wetvalley para poder tenerla vigilada y que no haga nada más?

—Os he dicho que os sentarais, no habéis querido.

Sus comentarios no ayudan, igual que tampoco ayuda su actitud frente a lo que acaba de decir. George tiene que reaccionar rápido para poder coger a Mara antes de que vuelva a lanzarse encima de Atria para sacudirla por insinuar la nueva guerra.

—Mira sus manos —le susurra y nota como con eso ha conseguido distraer a Mara de sus ganas de matar a Atria—. Ha crecido.

Atria se da cuenta de que hablan de ella, como para no hacerlo si no hay ni un solo ruido en la tienda y la miran fijamente las manos. Tira de las mangas, como si quisiera esconder sus manos y luego se las guarda en los bolsillos.