[3] De las cenizas [George Weasley]

Capítulo 16: Tienes celos

Todavía no tenía muy claro que había pasado en la fiesta y eso que ya habían pasado semanas de ella, pero George juraría que lo que había visto eran celos por parte de Mara. Y él admitía que había estado celoso cuando vio como se quedaba con Adrien en lugar de ir con ellos a por algo de beber y por eso fue a hablar con Sam, era lo más fácil por aquel rumor que corrió por los pasillos de Hogwarts después de las Navidades del quinto curso de ambos.

Habían sido rumores que ellos mismos habían creado para conseguir lo que realmente querían, George aquella chica de Slytherin y Sam a una Hufflepuff de séptimo que estaba claro que iba a salir mal. A ambos les salió mal la jugada y todo quedo en eso, un rumor que ninguno de los dos llegó nunca a confirmar o negar. Pero parecía que Mara era de la que creía en esos rumores.

Quizá podría haberlo negado, pero sabía que hubiera dado igual porque Mara no le habría creído. Así que, en su lugar, había hecho el desayuno. Desde ese día lo había preparado todos, lo había llevado a la cama y habían desayunado juntos. Quizá sería más sano hablarlo, aclarar todo, pero era más sencillo no hablar del tema, no había necesidad ninguna de confesar que le gustaba demasiado continuar con la mentira de que estaban juntos incluso cuando nadie les veía.

Por eso no aclara en ningún momento todo lo de Sam, porque si lo hace seguro que Mara niega que tuviera ningún tipo de celos y se rompería todo lo que había pensado. Porque, por primera vez desde que Fred había muerto, estaba bien.

También era capaz de admitirlo. Más o menos y no todos los días. Era sencillo hacerlo los días en los que pasaba el día con Mara. Dolía admitirlo cuando Atria iba a cenar y siempre esperaba que Fred apareciera por la puerta en cualquier momento. Nunca lo hacía y eso era lo más difícil de todo, asumir que nunca más volvería a hacerlo. Esperaba verle salir de la habitación, abrazar a Atria y verles a ambos salir del piso dados de la mano. Pero Atria se iba sola y él se quedaba pensando en todo lo que podría haber sido. Ahí era cuando Mara hablaba de sus padres, de lo mucho que odiaba que dejarán la puerta de la habitación abierta y lo que daría porque ahora lo hicieran y cómo seguía doliendo.

Solían hablarlo en el sofá, con George tumbado y Mara sobre él, siempre buscando el punto donde ambos encajaban perfectamente.

Eso era lo mejor que le había pasado desde que Fred había muerto y no quería gafarlo porque estaba saliendo bien. Bien dentro de lo bien que puede salir una relación que no es de verdad, pero George decide dejarse llevar cada vez más desde las Navidades y por eso quiere pensar que son celos y que le importa a Mara antes que aclararlo y que la burbuja se rompa y ella diga que solo lo decía para que no se enterase todo el pueblo de no estaban juntos de verdad.

Esta bien creer de vez en cuando que todo está bien, que tiene a alguien a su lado todas las mañanas y que se preocupa por él. Le gusta despertarse y ver que Mara está en su lado de la cama, pero invadiéndole un poco y no le importa que lo haga. Le gusta cuando ella le acompaña a la tienda del Callejón y pasan el día pensando en las nuevas formas de llamar la atención, de cómo colocar todo cuando esa tienda vuelva a abrirse, de los carteles que llenarán los escaparates y qué mandaran a los periódicos para tener publicidad.