Sentimientos No Tan Absurdos (Supercorp)

Cap 4: Se siente bien

Lena miró hacia el balcón y ahí estaba, supergirl, entrando como si fuera su casa. Le sonrió de esa manera que solo Kara sabía.

- Hola supergirl, ¿que haces aquí? Recuerdo llamar a mi mejor amiga Kara, no a ti - sonrió levantándose.

- Oh, es cierto, dame un segundo - justo un segundo pasó y Kara estaba sentada en el sillón con su ropa normal y las gafas de siempre - aquí atrás Lena - le dijo desde detrás de Lena, sentada en el sillón.

Lena se dio la vuelta y frunció el ceño divertida, volviéndose a sentar en el sillón, a su lado.

- Aún no me acostumbro a que seas supergirl, pero ahora entiendo que vayas tan rápido a cada sitio y que me traigas comida de otros países jaja - le sonrió girándose hacia ella.

- Bueno, piensa que es una ventaja - sonrió orgullosa.

- ¿Hay algún inconveniente de tener poderes? - le preguntó mientras sacaba una botella de licor y dos vasos de al lado del sillón.

- Bueno, lo de escuchar todo a 500.000 kilómetros a la redonda a veces me estresa y de vez en cuando es una molestia - dijo sonriendo.

- ¿Y cómo haces para solo escuchar lo importante? - preguntó dudosa mientras sorbía un poco de su vaso y le ofrecía el otro a Kara.

- Bueno, te lo diré si no te ríes de mi - le dijo bebiendo un poco del vaso que le ofreció.

- Lo prometo -

- Pues... en verdad me centro en los latidos -

- ¿Tus latidos del corazón? - preguntó sonriendo.

- Ehm... no, los tuyos - confesó sonriendo.

Lena se ahogó con el licor y sus mejillas se tornaron a un rosa intenso, eso hizo sonreír a Kara, pero la puso nerviosa.

- Quiero decir jaja, como ahora estás delante de mi y hay más ruido alrededor, me centro en tus latidos y me relajo lo suficiente como para poder centrarme solo en ti - dijo colocándose las gafas.

- Vaya... nunca lo hubiese imaginado - dijo intentando calmarse y respirar bien.

~Kara~

- Es una buena forma de calmarme la verdad - le sonrió dejando su vaso en la mesa de cristal.

No pensaba decirle a Lena que, esté dónde esté, hable con quien hable, siempre escuchaba sus latidos. Eso no sólo la calmaba, también le hacía sentir esas pequeñas molestias en el estómago, llamadas mariposas. Se colocó las gafas y vio como Lena bebía otro sorbo.

- ¿No quieres más? - le preguntó sonriendo mirando el vaso casi lleno de Kara en la mesa.

- No, aunque no me emborrache con el alcohol humano, aún estoy de servicio ¿lo sabes no? - le dijo en un tono divertido.

- Cierto, olvidé que mi hermosísima mejor amiga, es la gran supergirl - sonrió tumbándose sobre sus muslos, dejando su vaso también en la mesa.

Kara sonrió en respuesta y contempló como Lena cerraba los ojos, sintió su corazón calmado, seguro, protegido. Un impulso hizo que eso cambiase. Estiró sus dedos y acarició lentamente el pelo lacio de Lena, le encantaba esa sensación. Esa de tenerla solo para ella, de poder cuidarla y estar con ella. Pero Lena, al sentir los dedos de Kara por su pelo, abrió los ojos, se sonrojó un poco y Kara notó como sus latidos se aceleraron. Rápidamente quitó la mano. Pensó que se había molestado.

- Perdona, olvidé que no te gusta que te toquen - dijo nerviosa colocándose las gafas falsas.

~Lena~

- No no... - vio como Kara se toqueteaba las gafas falsas nerviosamente, así que se las quitó y las dejó en la mesa, se volvió a acostar en sus muslos y le sonrió tenuemente - en verdad se siente bien - susurró para que solo Kara pudiera escucharla.

Kara sonrió y volvió a posar sus dedos en su hermoso pelo negro, esta vez, no se sobresaltó, se quedó quieta, tranquila, con los ojos cerrados.