~Lena~
Había visto lo que supergirl había hecho por las noticias, sonrió al ver que su mejor amiga había capturado a uno de los extraterrestres más buscados en Nacional City. De eso hacía media hora. Lena se encontraba exactamente delante de la puerta de la cafetería favorita de ambas, "Le caffe". Se había cambiado de ropa. Se puso una falda blanca y una camisa de botones de manga larga negra. Unos tacones negros y el pelo suelto. Mentiría si dijera que no estaba nerviosa, aunque no sería la primera cita a la que había ido, se notaba que era la primera vez que amaba de verdad a la chica que la esperaba dentro. Respiró hondo, aguantó al corazón dentro del pecho cómo pudo y entró con seguridad, haciendo sonar la campanita de la puerta.
~Kara~
La vio entrar, hacía 10 minutos que había llegado ella. Se sentó en una de las mesas que más frecuentaban y se aseguró de que fuese perfecta. Le había conseguido un ramo de plumerias, las flores favoritas de Lena. Vio cómo se acercó a la mesa tranquila y segura, aunque Kara pudiese notar su corazón a mil por hora. Sonrió dulcemente y la recibió con un casto beso en la mejilla. Se fijó en su ropa, estaba preciosa, cómo siempre. Ella también se había cambiado, no pensaba ir sucia después de haber estado luchando con un extraterrestre. Se puso unos vaqueros negros y una camiseta rosa pastel de botones. Llevaba una coleta hecha y cómo no, sus gafas falsas.
- Hola Lee - la saludó mientras se sentaban - toma, son para ti - le dijo mientras le entregaba el ramo.
- Ohhh plumerias... no tenías por qué - sonrió oliendo el ramo y poniéndolo a un lado.
- Claro que si, ¿qué es una cita sin ramo? - le sonrió de esa manera que solo Kara sabía, derritiendo el corazón de Lena.
- Me encantan, gracias Kara -
- Tú si que me encantas, ¿has visto lo bonita que eres? - le sonrió Kara.
- Tú si que eres guapa, eres perfecta - le sonrió Lena.
- ¿Sólo te gusto porque soy bonita cierto? - preguntó Kara bromeando.
- Jsjs si, sólo por eso, nada más - dijo irónicamente - no porque me encante tu forma de ser, tu forma de tratar a los demás, porque eres simpática, amorosa, súper... - le guiñó un ojo - no me gustas porque eres la persona más importante de mi vida, ni porque seas la primera persona en confiar tanto en mí, ni por ser la mujer de mis sueños ni nada, sólo me gustas porque eres guapa - sonrió Lena.
- Tonta... - Kara se sonrojó un poco y se colocó mejor las gafas.
- ¿Y tú? Seguro que sólo te gusto por mi dinero, mi poder y por mi belleza - dijo Lena, haciendo sonreír a Kara.
Kara empezó a acariciarle la mano a Lena por encima de la mesa. Pensando en lo afortunada que era al tenerla en su vida. No esperó para decírselo.
- Pues no, te equivocas -
- ¿Ah sí? -
- Si, no me gustas por tu poder, ni por tu dinero, tal vez por tu belleza un poquito, no lo niego bombón - le guiñó un ojo - en realidad me gustas de todas las maneras posibles. Me gusta tu personalidad, incluso cuando te enfadas y deseas destruir el mundo, me gustan tus ojos porque son del mismo color que lo único que me debilita, la Kriptonita, porque eso quiere decir que mi mayor debilidad eres tú - hizo sonrojar a Lena - me gustas porque eres inteligente, segura y muy cariñosa, me gustas porque sólo tú sabes cómo soy, porque sólo yo sé cómo eres, me gustas porque tienes todo lo que me encanta - miró fijamente esos ojos verdosos que tanto amaba - No me gustas por tu dinero, porque por muy pobre que fueses, seguirías siendo la misma, no me importa tu poder o tu apellido, porque me encantas tú, sólo tú Lena - sonrió - me gustas cuando te enfadas, cuando sonríes, cuando lloras, cuando te duchas, cuando duermes - se sonrojó un poco ella también - me gustas porque eres eso que quiero y muero por tener, me gustas por un millón de razones, incluso más, porque todo pierde sentido cuando te tengo delante - soltó todo lo que sentía en ese mismo instante.
Lena estaba sonrojada, totalmente asombrada por esa declaración. Le encantaba cómo era Kara, otra vez haciendo que las mariposas la atormentasen.
- Eres tonta... - dijo sonriéndole sin saber que más decir, estaba totalmente hipnotizada por la rubia.
- Soy tu tonta - le sacó la lengua y ambas rieron.
- Hola señoritas, ¿qué desean tomar? - preguntó la camarera, llegando por petición de Kara.
- ¿Tú qué quieres? - le preguntó Kara a Lena, indecisa.
- Yo muero de hambre, así que unos raviolis en salsa cremosa - respondió Lena sonriéndole a la camarera.
- Yo quiero salmón al limón, es el mejor plato de aquí - dijo Kara y Lena asintió dándole la razón.
- Bien y ¿de beber? - preguntó amablemente la camarera.
- Mmm... un zumo de manzana - respondió Kara.
- Agua, si es tan amable - dijo Lena.
- Bien, ahora vuelvo con sus platos - dijo la camarera y sin interrumpir más, se fue, dejando que Kara y Lena hablaran tranquilamente.
Pasaron así hasta las 16:00, que fue cuando salieron de la cafetería, ya almorzadas. Habían hablado de muchas cosas, tanto cosas sobre ellas, cómo del futuro y hubieron algunos momentos en los que o paraban o se comerían a besos ahí mismo. Salieron riendo de la cafetería, ya que Kara le había contado a Lena una anécdota familiar bastante graciosa de cuando Alex y ella eran adolescentes.
- Bueno... tengo que volver a la oficina, en media hora tengo una reunión - dijo Lena, parada al lado de Kara en la acera.
- Está bien, yo te acompaño - dijo mientras agarraba su mano, la entrelazaba y tiraba de ella hacia L-Corp.
Ese gesto hizo sonreír a Lena dulcemente. "Si es contigo de la mano, iría hasta el fin del mundo". Sonrió mientras seguía los pasos de Kara. No iban muy rápido. La gente las miraba en la calle, pero poco le importó a ambas, estaban demasiado concentradas en sus miradas y sus risas.
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Sentimientos No Tan Absurdos (Supercorp)
RomanceKara y Lena han pasado por muchas dificultades para llegar hasta aquí, pero por fin pueden decir que son mejores amigas otra vez. O eso creen. Hasta que se dan cuenta de que lo que sienten la una por la otra es algo mucho más allá que una simple am...