Cap 16: Una noche complicada

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/1 día después/

Como habían acordado, Kara se quedaría en casa de Lena hasta que volvieran su hermana y su cuñada. Esa noche ya se habían despertado 3 veces para acudir a los llantos de la niña. Kara dormía en la segunda habitación de invitados, al lado derecho de la habitación dónde dormía la bebé, y Lena dormía justo en frente de Kara, en su habitación. Los llantos de Katie despertaron a ambas, aunque con su súpervelocidad y su súperoido Kara era la que llegaba antes.

- Dios, ¿Cuánto pueden llorar estas cosas? ¿Qué es lo que quiere esta vez? No puede volver a tener hambre, le dimos leche hace apenas media hora - preguntó una Lena somnolienta que entraba a la habitación.

- No lo sé, no hablo bebé, así que sólo nos queda probar cosas diferentes - dijo arruyándola hacia los lados.

- ¿Tendrá el pañal sucio? -

- No, es lo primero que comprobé -

- ¿Querrá la chupa? -

- No, me la acaba de lanzar al suelo -

- Uff... ¿Ves? Por eso mismo no me gustan, no se les entiende, no tienen uso de conciencia, no saben hacer nada y para colmo, hay que estar pendientes de ellos las 24 horas - dijo agotada apoyándose en el hombro de Kara.

Kara sonrió y escuchó con atención el sonido que desprendía el estómago de la pequeña, enseguida supo que es lo que tenía.

- Sujétala un momento, ahora vuelvo - dijo poniendo a Katie desprevenidamente en los brazos de Lena - Recuerda que tú alguna vez fuiste así... - le susurró al oído antes de marcharse.

Eso hizo sonrojar a Lena y sorprendentemente, Katie bajó el volumen de su llanto.

- Tú no eres quien para juzgarme - dijo seria mirándola mientras seguía sonrojada, Katie volvió a llorar con fuerza en los brazos de Lena - Oye oye, vale, está bien, pero no llores, no me taladres los oídos que aún es de madrugada - Katie volvió a parar de llorar.

- Parece que tu voz la relaja - dijo Kara entrando por la puerta con un biberon de leche caliente en la mano.

- Pues que no se acostumbre, no pienso hablar con un bebé sin uso de razón - dijo poniéndola de vuelta en los brazos de Kara.

Katie siguió mirando a Lena en silencio, hasta que Kara le puso el biberon delante, el cuál agarró y se lo metió en la boca.

- Pues vaya, si que tenía hambre otra vez, mira, en eso salió a la ti - dijo Lena haciendo que Kara la mirase - lo tienes controlado, me voy a dormir, que si no... - fue a salir por la puerta, pero según Katie la perdió de vista, comenzó a llorar otra vez.

- Lee espera - Lena se giró sorprendida y volvió a entrar en la habitación - creo que echa de menos a sus madres, Kelly y Alex siempre están juntas, por eso no quiere que te vayas, nos necesita a las dos - dijo Kara pensando.

- Vaya una estupidez, si ni siquiera sabe lo que es ella misma ¿va a saber que necesita a dos personas? - preguntó sin verle sentido.

- Hagamos la prueba, toma, me voy yo - dijo Kara dándole a la niña e iyéndose por la puerta.

- No me lo puedo creer - dijo mirando por donde Kara se fue y miró a la niña.

Estaba a punto de llamar a Kara para decirle que volviera cuando un llanto la dejó en shock. Katie apartó el biberon y volvió a llorar con ganas. Lo que más sorprendió a Lena es que al volver a entrar Kara y ponerse a su lado, se calmó y las miró con ojitos llorosos.

- Te lo dije, nos quiere a las dos - dijo Kara sonriendo.

- Ya... y por lo que veo no nos podemos negar, es lo que ella diga - dijo Lena devolviéndole la niña a Kara y mirándola con asombroso y enfado.

- Mira, en arrogancia salió a ti - dijo Kara, usando el mismo tono que había usado Lena antes.

Ambas sonrieron de forma inconsciente y fueron al salón a esperar a que Katie se tomara el biberon. Lena se sentó en el sillón y Kara se sentó a su lado con Katie en el carrito, justo en frente de ellas dos. Las miraba inocentemente, balbuceando.

- Es tierna... - dijo Kara.

- Ahora si, pero antes.... -

- Antes fue una mini Lena - dijo Kara, recibiendo un codazo.

- Eres tontísima de verdad -

- Si, pero soy tu tonta - dijo besando su mejilla y acelerándole el pulso a Lena.

- Puede ser - sonrió.

- ¿Entonces qué hacemos? - preguntó Kara mirando las manos de Lena, inquietas iyendo de un lado a otro.

- No sé, por el día está bien, pero por las noches... - se puso a pensar.

- Bueno, nos quedamos juntas hasta que se duerma y luego nos vamos cada una a nuestra cama, solo son 5 noches más, no pasará nada - sonrió acariciando la mano de Lena, intentando calmarla.

- Está bien, esta niña me va a matar como siga así - dijo mirando la mano de Kara en la suya.

- Bueno, si lo prefieres, puedo matarte yo -

- ¿Tú? ¿Cómo? - alzó una ceja.

- A besos - cuando Lena se dio cuenta, Kara estaba sobre ella besando toda su cara, menos sus labios y todo su cuello y sus hombros.

- Jajajajja ¡Kara! Jajajjaa ¡Para idiota! Jsjsjjjsajjaja - no podía parar de reír.

- ¡Jamás! - sonrió pícaramente y siguió besando sus mejillas, su frente, su nariz, su cuello, su pelo, sus hombros,...

- Jajajaja jajajaja idiota, la vamos a despertar - dijo Lena entre jadeos, cuando se dio cuenta que Katie estaba durmiendo en el carrito.

Kara enseguida se detuvo y miró hacia el carrito, sonrió al verla dormida y luego se sonrojó al ver en la posición en la que estaban ella y Lena. Ella lo notó y era hora de aprovecharse.

- ¿Y ese color? - preguntó alzando una ceja y Kara se sonrojó el doble, así que se abrazó a Lena y escondió la cara en su cuello, para que no la viera - por mucho que te escondas noto el calor de tu cara en mi cuello boba ¿te dio vergüenza estar sobre mi? - sonrió pícaramente al sentir aún más calor en su cuello.

- No... - susurró Kara acomodándose.

- Eres una buena manta, estás calentita - susurró Lena, cerrando los ojos, disfrutando del calor en su cuerpo tibio.

- Pues espera - dijo Kara y en menos de un segundo, Lena estaba sobre Kara acostada boca abajo y Kara abrazada a ella, tenían una manta fina encima - ¿así mejor? - preguntó y Lena se sonrojó por lo mismo que Kara.

- Si... - sonrió poniendo su cabeza en el pecho de Kara, dejando que esta le acariciara el pelo con sus dedos.

- Tú también te pusiste roja y se te aceleró el pulso - dijo Kara sonriendo entrecerrando los ojos, sintiendo los latidos del corazón de Lena en su pecho.

- Es porque te quiero - dijo Lena en un susurro, cerrando los ojos por completo.

- Yo también - susurró Kara, dejándose dormir también.

Y así pasaron la noche, en el sillón de la sala, una encima de otra, tapadas por una manta y Katie durmiendo frente a ellas en su carrito. Se habían confesado algo de lo que no eran conscientes, pero lo sentían.

Sentimientos No Tan Absurdos (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora