Sentimientos No Tan Absurdos (Supercorp)

Cap 36: Despierta

~Alex~ 

Estaba sentada al lado izquierdo de la cama dónde Kara yacía inconsciente. No sabía qué decir ni qué hacer, así que sólo la miraba con nostalgia. "¿qué se le dice a una persona en este estado, le digo que despierte, que lo intente? ¿le digo que la quiero, que la extraño, que apenas duermo? ¿le digo que lloro todas las noches desde que no está, le digo que Katie me llama mamá o que Kelly me regaña todos los días por no soportar verme así?" Pensaba, mirándola fijamente "No sé que puedo decirte Kara, no soy tan habladora y cariñosa cómo tú, no tengo ese magnetismo amoroso que tú desprendes y me da rabia no saber por dónde empezar" se decía una y otra vez, hasta que la voz tenue de Lena la despertó de sus pensamientos.

- Kara... si me estás escuchando - se detuvo un momento mirando su pelo rubio - estamos Alex y yo aquí y queremos que vuelvas, te necesitamos, yo te necesito, aquí conmigo - le dijo mientras acariciaba su mano dulcemente.

- Kara, soy Alex - sonrió al imaginar que su hermana la estaba escuchando - me estás empezando a hacer cabrear y ya sabes lo mala que soy con todos cuando me enfado. No me hagas entrar en esa cabeza tuya llena de idioteces y sacarte de ahí a patadas, que sabes que soy capaz de hacerlo perfectamente - la amenazó haciendo sonreír a Lena.

- Kara, te echamos de menos, sobre todo yo, que aún tenemos ciertos asuntos pendientes - sonrió tiernamente - así que venga, saca fuerzas, muévete, pestañea, balbucea, has algo por favor Kara... ¡Despierta de una vez! - lo último lo gritó llorando, no podía más.

Alex la vio así y se le cayó una lágrima, sabía el dolor que sentía Lena, lo mal que lo había pasado esas semanas y lo horrible que era esa sensación de sentir que perdían a Kara cada vez más. Lena trató de calmarse, respirando suavemente y cerrando los ojos.

- Tal vez deberíamos parar un ratito, esto es complicado y necesitas calmarte un poco, estás temblando - dijo Alex levantándose de la silla.

~Lena~

Lena asintió y se acercó lentamente a la cara de la ojiazul, Alex no se esperaba para nada ese acto, pero sonrió al ver cómo actuó Lena.

- No sé si lo sentirás, pero te quiero Kara, más que a nadie - susurró a su lado y besó sus tibios labios lentamente, haciendo caer una lágrima en su mejilla, la cuál quitó con su pulgar al separarse. 

Ambas se alejaron de la camilla en dirección a la salida de la enfermería, pero Lena sintió un escalofrío por la espalda cuando escuchó su nombre en un susurro.

~Kara~

Estaba sentada en el suelo de aquella inmensidad oscura, nada ni nadie había aparecido, así que Alex tenía razón, estaba dormida, atrapada. Escuchó de nuevo la voz de Lena después de unas horas y puso toda la atención posible para intentar entenderla. 

" Kara... si me estás escuchando, estamos Alex y yo aquí y queremos que vuelvas, te necesitamos, yo te necesito, aquí conmigo" consiguió escuchar con nitidez y volvía a sentir ese dulce tacto en su mano y su mejilla. Quería despertar ya. Se levantó y comenzó a correr y gritar sus nombres.

- ¡Lena, Alex, estoy aquí, las estoy escuchando, mi amor quiero volver, yo también te quiero! - lloraba y gritaba sin parar - ¡Alex, entra aquí de una vez, sácame de aquí, Lena! - gritó con todas sus fuerzas y cayó de rodillas.

~Alex~

- Lena... - se escuchó detrás de ellas un susurro grave y corto, seguido de varios balbuceos por parte de la rubia recostada sobre la camilla.

Sonrió feliz de escuchar su voz y enseguida corrió hacia ella.

- ¡John, entra aquí, trae el equipo, Supergirl está consciente! - gritó avisando a John mientras que ella y Lena se ponían a un lado para dejar trabajar al equipo de la enfermería.

Lena se tapó los ojos al ver la primera descarga recorrer el cuerpo de Kara, así que Alex la abrazó fuertemente contra su pecho, cubriendo sus ojos, para que no viera la escena. Lena lo agradeció en el alma, jamás soportaría ver a Kara así. Pero Alex lo vio todo y con cada descarga su hermana se sacudía el doble que la anterior, rezaba a Dios y a Rao para que su hermana soltase una bocanada de aire en la siguiente descarga, una por una, así 10 veces y a la decimosegunda la vio apretar las sábanas con sus puños bien cerrados y como un reflejo, se sentó rápidamente en la cama, respirando, cogiendo todo el aire que había soltado con las descargas.

Lena se separó de Alex y miró hacia atrás, al verla sentada, se quedó ahí, en silencio, sin saber si acercarse o esperar. Todo el equipo de enfermeras se fueron, dejando solos a John, Alex y Lena con Kara.