/Una hora más tarde/
Kara y Lena habían pasado una hora cocinando el pastel de carne, aunque la mayoría del tiempo se lo pasaron jugando con la comida y bromeando entre ellas. Casi se habían olvidado que sus amigos estaban allí. Lena estaba limpiando todo el rato lo que Kara ensuciaba y ésta se lo hacía a propósito para hacerla "enfadar". Kara, una de las últimas veces agarró el saco de harina, fingió tropezarse y llenó la cara y el escote de Lena de harina.
- ¡Kara, idiota yo te mato! - dijo Lena intentando abrir los ojos, agarrándose a Kara.
- Jajajaja - rió - ¿cómo piensas hacerlo? Soy la chica de acero - la sujetó y sonrió cómo idiota al verla así.
- Calla que soy capaz de echarle kriptonita al pastel de carne - le amenazó ya pudiendo abrir los ojos y mirándola fijamente.
Kara sonrió al ver esos ojos esmeralda que tanto había amado durante esas semanas, bajó la voz, acercó su cintura con sus manos y le susurró.
- Creo que podrías matarme con el verde de tus ojos -
Lena notó cómo su corazón palpitaba con más fuerza de lo habitual y cómo sus mejillas enrojecían según pasaban los segundos, agradeció en el alma la harina que cubría sus mejillas.
~Kara~
Estaba tan cerca, acarició su mejilla llena de harina, notaba su corazón de hielo latir con fuerza y veía esos ojos verdes brillar con esa intensidad que le hacía sentir mariposas en el estómago. La tenía solo para ella, esa hermosa mujer de pelo negro era su gran amor y lo sabía. Quería cerrar el pequeño espacio que quedaba entre ellas con un dulce beso casual e inesperado que obviamente ambas esperaban. Pero cuando estuvo a punto de acercarse, una voz las hizo darse la vuelta y mirar hacia otro lado "disimulando".
- Chicas, ya nosotras nos vamos, que la niña está muy cansada - dijo Alex entrando a la cocina junto con Eliza, llevando los platos sucios.
- Sentimos interrumpir - recalcó Eliza viendo las mejillas rosadas de Kara y a Lena llena de harina.
- ¿Qué está pasando aquí? - preguntó Kelly entrando a la cocina con el resto de cubiertos.
- Estábamos haciendo el pastel de carne y bueno, a tu cuñada se le ocurrió la gran idea de tropezar sobre mí con, casualmente, un saco de harina en las manos - se quejó Lena cruzando los brazos.
- Y ahora la señora Luthor desea matarme aunque sabe que no puede - sonrió Kara mientras ayudaba a las chicas a poner todas las cosas sucias en la encimera.
- ¿Me acabas de llamar señora? - preguntó Lena ofendida.
- Lo siento por ti Kara, pero me temo que aunque seas indestructible, Lena es la única que puede matarte - dijo Eliza riéndose de su hija.
- Normal, tiene acceso a toda la Kriptonita del DEO - dijo Kara en forma de abucheo.
- Te recuerdo que fuiste tú, con mi consentimiento claro, que le diste a Lena el acceso a todo en el DEO - aclaró Alex apoyando a Lena.
- Además, señorita Danvers - Lena recuperó la compostura de CEO apoyándose en la encimera al lado de Kelly - yo no necesito kriptonita para acabar contigo, conmigo basta - sonrió de esa forma que solo ella sabía.
- Uffff, esto ya está cogiendo otro rumbo, nosotras nos vamos ya, que los chicos se van ya también - dijo Alex riéndose mientras salía de la cocina con Eliza.
- Jajaja adiós a todos - dijo Kara desde la cocina y todos le dijeron adiós desde la entrada.
- Gracias por venir - dijo Lena serenamente mientras iba a la entrada junto con Kara y Kelly.
- Gracias chicas, tanto por cuidar a la niña esta semana que por la bienvenida, ya está todo el comedor limpio, Winn y Lucy me ayudaron, sólo queda fregar la losa y ya - sonrió abrazando a ambas con la bebé en brazos.
- Un placer Kelly, adiós pequeña llorona - se despidió Lena de Katie.
- Y Kara - se dirigió Kelly a su cuñada - no dudes en llamarme si la pequeña Luthor te hace algo - dijo en voz alta para que Lena la escuchara.
- No te preocupes, te llamaré si me empieza a perseguir o algo - dijo Kara besando a Katie y haciendo reír a ambas.
- Jaja está bien, nos vemos chicas, portense mal - dijo despidiéndose guiñándoles un ojo.
Ambas se rieron avergonzadas y cerraron la puerta. Fueron a la cocina a sacar el pastel de carne del horno y poder cenar por fin. Lena abrió el horno y Kara sacó la bandeja sin usar guantes, eso hizo sonreír a Lena.
- Dios, aún no me acostumbro a tus poderes - dijo viendo cómo Kara ponía el pastel en la mesa para que se enfriase.
- Bueno, no sólo soy inmune al fuego, también tengo rayos térmicos en los ojos y puedo volar... - sonrió acercándose a Lena - no te olvides que tengo rayos X y puedo ver a través de las cosas - sonrió mirando fijamente la ropa de Lena.
- ¿Qué haces? - sonrió cruzando los brazos.
- Bonito sujetador, me encanta que sea de encaje - rió en silencio y Lena se sonrojó un poco - además tengo súperfuerza - dijo levantando a Lena en brazos y sentándola en la encimera sin ninguna dificultad.
- No me digas... - dijo Lena estando a la misma altura que Kara, rodeándola con sus piernas por la cintura.
- Pues si, pero aunque sea supergirl, tengo una debilidad contra la que no puedo - admitió acariciando dulcemente la espalda de Lena con sus manos.
- La kriptonita - dijo Lena convencida.
- No jaja, mi debilidad eres tú - Lena abrió la boca con asombro, a veces no sabía cómo contestar a las palabras de Kara - la kriptonita la soporto, a ti no - sonrió tontamente acercándose más.
- Idiota jaja - rió acariciando la mejilla de Kara.
- Tu idiota - sonrió y por fin, cerraron el poco espacio que había entre sus labios.
Ambas lo deseaban, deseaban ese beso, con un tono tierno e indecente a la vez. No era su primer beso, ni el último, pero lo saborearon cómo si lo fuera. Ambas exploraban la boca de la otra, pero esta vez, Lena ganó y mantuvo el control dentro de la boca de Kara, disfrutando así ese sabor vainilla que tanto amaba. Estaban tan concentradas en ese beso y las caricias de ambas que no escucharon la puerta de la entrada abrirse, ni siquiera Kara.
- Chicas vine a buscar las llaves del coche, que creo que se me olvidaron en la coci... -
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Sentimientos No Tan Absurdos (Supercorp)
RomanceKara y Lena han pasado por muchas dificultades para llegar hasta aquí, pero por fin pueden decir que son mejores amigas otra vez. O eso creen. Hasta que se dan cuenta de que lo que sienten la una por la otra es algo mucho más allá que una simple am...