Cap 34: Mi pesadilla

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~Kara~

Despertó en su departamento, algo aturdida. Miró a su alrededor sin saber que había pasado. Sólo recordaba estar feliz porque cenaría con Lena esa noche, luego sintió un extraño mareo; y lo siguiente fue todo oscuridad mientras Lena pasaba por su mente.

- Mmm... - gimoteó de dolor al levantarse rápidamente de la cama.

"¿Qué demonios pasó?" Se preguntó preocupada sin recordar casi nada de lo ocurrido.

Se dirigió a la cocina y bebió un poco de agua, necesitaba calmarse. Rápidamente se cambió al traje de supergirl y salió por la ventana. Pero todo se volvió oscuro a su alrededor, unos barrotes aparecieron y cayó al suelo. Todo se había vuelto una jaula, estaba atrapada en una jaula.

- ¿Pero qué? - se preguntó mientras miraba los barrotes verdes, obviamente hechos por Kriptonita.

Miró más allá de la jaula y todo era oscuridad, escuchó pasos acercándose y buscó en todas direcciones. Sus poderes eran inútiles en esa situación. Se sentía apresada, no podía casi moverse. "¿Dónde estoy y quién se acerca?" Se preguntó angustiada mientras soportaba el leve ardor de la Kriptonita.

- Vaya vaya vaya Supergirl, has vuelto a mi, ¿o debería llamarte Kara? - dijo la silueta de un hombre detrás de los barrotes.

- Lex... ¿tú no estabas...? - la interrumpió.

- Si si, asesinado por mi propia hermana ¿Quién diría que la joven Luthor sería capaz de matar a su propia sangre eh? Pues bueno, he resucitado, cómo podrás ver y estoy listo para la venganza - dijo mientras se acercaba a paso lento a la jaula.

- Deja a Lena en paz, ella... ella... - se entrecortaba por el poder de la Kriptonita.

Cuando escuchó un grito de auxilio llamando por su nombre, al reconocer la voz, su sangre se congeló.

- ¿Y esa cara? - preguntó Lex con voz cínica - Oh ya veo... has reconocido la voz de Lena - dijo mientras a su lado se encendía una luz y se vio cómo a 10 metros de la jaula estaba Lena, atada de pies y manos a una máquina.

- ¡Lena! Suéltala maldito - gritó Kara, desgastando su voz.

- ¡Kara! - gritó Lena haciendo enfurecer a Kara.

- No la soltaré, ella se merece absolutamente todo lo que pienso hacerle y claro, también tengo un castigo para ti - dijo orgulloso.

- ¡Pues castígame a mí, a ella déjala en paz! - gritó Kara levantándose, gastando las pocas fuerzas que tenía.

- Ahí está tu castigo Supergirl, ver a tu mejor amiga sufrir, ya que tanto la quieres - respondió riendo al ver a Kara temblar por debilidad - Porque es eso ¿no? mi querida hermana es tu mejor amiga ¿no? - preguntó mirando a Kara a los ojos, ella miró a otro lado intentando mantenerse en pie

- ¡Ahhhh, Kara! - gritó Lena cuando le soltaron una descarga.

- ¡Cariño! Porfavor, Lex detente, detente, mátame si quieres, pero para, déjala - comenzó a decir mientras lloraba y caía de rodillas.

- Espera... - miró a Lena morder sus labios para no gritar por el dolor e intentando respirar bien - ¿Cariño? - fue caminando hacia su hermana pequeña y sonrió al verla así - ¿Son algo más que mejores amigas verdad? - preguntó levantando la barbilla de Lena, haciendo que Kara enfureciera.

- ¡No la toques! - gritó al aire.

Vio cómo Lex rió soltándola bruscamente y se acercó a su jaula, esa que la tenía débil y presa.

- Ya veo, ya... pues así, sufriréis ambas y podréis apoyaros en vuestro estúpido amor - dijo mientras se alejaba, riendo cínicamente.

Kara miró a Lena, verla sufrir así era sin duda lo peor que había vivido jamás. No le importaba ser la que estuviese atada a esa máquina y Lena a salvo en la jaula. Oyó su tenue voz, intentando decirle algo entre tanto dolor.

- Kara... te quiero... muchooo¡Aaahhhhhhh! - gritó de nuevo mientras recibía otra descarga.

- ¡No.... porfavor! - gritaba Kara una y otra vez, mientras le decía a Lena que ella estaba ahí, que jamás la abandonaría y que saldrían de ahí.

Sus ojos estaban llenos de lágrimas, pero sentía algo extraño. Estaba escogida en el suelo, abrazando sus rodillas, sintiendo escalofríos cada vez que Lena gritaba o se sacudía de dolor. Pero en su mano, sentía calidez, una suave caricia constante y eso la hizo respirar mejor. Era una mano suave y delicada la que sentía, alguien la acompañaba. "Lena" susurró y siguió llorando, escuchando de fondo los gritos distorsionados de su novia. 

Sentimientos No Tan Absurdos (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora