Capítulo 27: Tengo un plan

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Cuatro meses después...

Ric y Jenna iban en el coche de camino al bar en el que habían quedado con Stefan y Katherine. Ambos estaban de vacaciones por las inminentes fiestas de navidad y habían aprovechado para hacerles una pequeña visita a sus amigos pasándose por Nueva York. Lo malo era que no iban a poder reunirse todos porque Jeremy y Bonnie seguían fuera del país y Damon había puesto como excusa que estaba muy liado con su libro.

La misma excusa que les ponía sistemáticamente cada vez que le decían de hacer algo. No tenía ningún problema para hablar con ellos por teléfono, en ese aspecto sí que no les evitaba, pero les costaba un mundo que saliera de casa. De hecho solo lo habían visto tres veces desde la última vez que los visitó, el mismo día que Elena se mudó.

La chica también estaba bastante esquiva. Se había integrado bastante bien en su nuevo trabajo y por suerte la habían mandado al edificio de los más pequeños, mientras que Jenna estaba en el otro con los mayores, por lo que no tenían mucho contacto. A veces quedaban entre compañeros y era cuando se veían. De otra forma Elena hacía como Damon, siempre tenía algo que hacer cuando Jenna le proponía que quedasen con los chicos. Ni siquiera Stefan había podido conseguir que quedara con ellos porque Elena tenía que corregir muchos exámenes para mañana y no le daba tiempo. A Stefan no le había gustado mucho, pero había aceptado porque se verían de todas formas en las vacaciones. Era tradición que toda la familia se reuniera y eso incluía a los dos primos.

¿A qué hora has quedado? – preguntó Jenna sin mirar a su novio porque iba ocupada corrigiendo los pocos exámenes que le quedaban.

En diez minutos, pero a este paso no llegamos. – respondió Ric, refunfuñando un poco y haciendo sonar el claxon porque estaban atrapados en un atasco. – Ostia. – soltó de repente, dejando la mano quieta y provocando un molesto pitido constante.

Ric. – le regañó su novia, dándole un manotazo para que dejara de apretar el claxon. Después siguió la dirección de su mirada y se quedó también estupefacta.

En la calle, en la acera contraria, Damon estaba en la puerta de un bar acompañado por una chica rubia. Estaban muy cómodos juntos, como delataba lo cerca que estaban el uno del otro mientras hablaban.

¿Así es como escribe? – Jenna reaccionó primero y señaló la escena incrédula, aún sin poder creerse lo que veían sus ojos. – Tendrá morro el capullo.

Bueno, a lo mejor se está documentando. – trató de excusarle su amigo.

Ric por favor, que se ve a la legua que está ligando con ella. – respondió ella y dejó los exámenes en el asiento de atrás para poder coger el móvil.

"Te estamos viendo.", le escribió directamente a Damon por el primer contacto que pillo, el grupo en el que estaban todos.

Desde el coche vieron como Damon sacaba una mano del bolsillo del abrigo, disculpándose con su acompañante con un gesto. Su expresión sonriente cambió a una tensa al ver quién le había escrito. La chica se interesó, inclinándose un poco más hacia Damon. Después le ofreció algo que sacó del bolso, lo que debían ser caramelos o algo similar, llegando a cogerle de la mano para que tomase uno.

¿Pero tú lo estás viendo? – gesticuló Jenna, molesta porque los estuviera ignorando y se puso a escribir otro mensaje.

Ya sabes que a Damon le van las rubias.

Y las castañas. – apuntó Jenna, dejándole sin habla.

Mientras escriboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora