Ice Heart ❊ ⤑ Uchiha Sasuke.

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⋆.ೃ࿔*:･Capítulo 019ೃ⁀➷

Luego de algunos meses, había avanzado con muchos de sus jutsus llevándolos a la perfección. Estaba en la cascada en la que últimamente solía entrenar solo o en compañía de cierta albina.

Se acercó al borde de la cueva dentro de la cascada y metió su cabeza, empapándose completamente en el agua. Luego sus manos se introdujeron en la cascada e inmediatamente una poderosa centella se esparció por toda el agua de manera mortal. Sonrió satisfecho y salió del agua.

Orochimaru había solicitado su presencia en su dormitorio. El Sannin ya había empezado a debilitarse nuevamente así que ahora estaba postrado en una cama al cuidado de Megumi y de Kabuto.

Llegó nuevamente a la guarida y la puerta que daba a la habitación de Orochimaru, se abrió automáticamente, permitiéndole el paso a la recamara del Sannin, quien estaba junto a Kabuto.

Orochimaru al verlo, sonrió complacido. – Sasuke-kun, has venido.

- ¿Qué quieres? – Exigió saber con insolencia.

Kabuto ajustó sus lentes y miró al Uchiha con una sonrisa. – Sasuke, recibimos la noticia de que bombardearon Konoha. La tierra del cielo está tras esto, aunque se creían destruidos hace tiempo.

Sasuke frunció el ceño con incredulidad y arrogancia. - ¿Konoha? ¿Después de tanto tiempo siguen interesados en ellos?

Orochimaru sonrió. – Sasuke-kun, poco me importa lo que le pase a Konoha o a su gente. – Explicó. – Cuando te convoqué no fue para hablar de ellos, sino de... - De repente un ataque de tos lo invadió, impidiéndole completar la frase. – Sasuke-kun... hay un hombre al que quiero que encuentres y que traigas.

- ¿Un hombre? – Kabuto asintió.

- Un doctor. – Especificó el de lentes.

Orochimaru sonrió a su pupilo. – Ese hombre es de quien recibí el jutsu prohibido de regeneración y después de tantos años, estoy seguro de que lo ha perfeccionado a una forma diferente y más deseable.

- Ah es él ¿verdad? – Orochimaru asintió.

El Sannin volvió a toser, pero a los pocos segundos se repuso, mirando a Sasuke con una sonrisa. – Tráemelo, por desgracia llegó el momento en que necesito es Jutsu de nuevo. Mi querida Megumi-chan te acompañará, le he pedido conseguirme algo.

- Ella se encuentra en el laboratorio ¿podrías buscarla? – Pidió Kabuto con una sutil sonrisa.

Sasuke bufó y miró a Kabuto a manera displicente. - ¿Por qué debería buscarla?

Orochimaru sonrió con sutileza y Kabuto suspiró resignado. – Megumi-chan te está esperando, Sasuke-kun.

Sasuke viró los ojos con molestia y salió de la habitación, encaminándose a los laboratorios. No estaban tan lejos en realidad, estos quedaban cerca de la recamara del Sannin por lo que no tardó en llegar caminando.

En cuanto abrió la puerta, vio a la joven leyendo un enorme libro mientras hacia otras cosas, como hacer apuntes y revisar páginas de otro libro. Su cabello estaba amarrado en un moño que parecía inestable al ser su cabello tan lacio y algunos mechones de escurrían por su perfil, dándole un toque rebelde.

Permaneció en sigilo observándola desde el marco de la puerta hasta que ella levantó la mirada para estirarse un poco, fue ahí cuando una sonrisa invadió su angelical rostro al verlo, como si ya supiera de su presencia.

- Sasuke. – Megumi se levantó de su asiento y soltó su cabello, el cual se movió con suavidad sobre sus hombros y llegó se deslizó hasta su trasero, balanceándose con finura.

Sasuke pensó que parecían hilos de seda por lo finos y hermosos que eran. Recordó que aun cuando cortó su cabello a la altura del mentón, este seguía manteniendo una presencia fría y brillante.

Megumi se acercó a él y el natural aroma a pinos, manzanas y bayas de la joven lo inundó con delicia. – Vámonos. – Fue lo único que dijo para así darse la vuelta y salir de los laboratorios. La joven cerró la puerta tras de ella y lo siguió a la par.

Ambos salieron de la guarida y se encaminaron por el bosque. Sasuke miró de reojo a la joven quien permanecía serena viendo su ruta. Megumi siempre fue un poco complicada de comprender al principio, sus cambios de humor eran tan confusos para él que a veces lo volvía loco. Nunca la había visto realmente molesta, incluso con Kabuto quien no era de su agrado, pues, aunque alguien la cayera mal, solo sería indiferente a esa persona. Ahora que lo pensaba, tampoco la había visto pelear dando todo de sí y eso le frustraba.

Llevaban varias horas de camino y les faltaban varias más. Sasuke se detuvo y Megumi hizo lo mismo, viéndolo un poco confundida. – Vamos a descansar treinta minutos.

- Pero no estoy cansad. – Sasuke sacó un oniguiri y se lo metió en la boca, callándola.

- Que molesta. – Masculló para luego llevarse el otro oniguiri a su boca.

Megumi masticó lentamente mientras veía como Sasuke se sentaba al pie de un árbol y cerraba los ojos, simulando estar dormido. – Aquí el molesto eres tú. – Masculló ella también. Sasuke abrió un ojo para verla y ella le dio la espalda, se subió a la rama de un árbol y lo ignoró completamente.

Cuando menos esperaban ya estaban en marcha nuevamente. Megumi iba a la par suya, ambos se movían con velocidad por lo que ya no estaban en el bosque de la montaña, ahora se encontraban en la jungla que daba directo al lugar en donde Orochimaru les había indicado.

Había muchas variedades de animales peligrosos por lo que optaron por ir por el agua. Llegaron a un lugar en donde había un enorme orificio y varios metros sobre el cielo, flotaba lo que parecía ser una isla en ruinas la cual ya estaba sobre el mar.

Megumi observó incrédula la escena, pensando en cómo iba a llegar hasta allá, pero se vio interrumpida cuando vio por el rabillo de su ojo la marca de maldición de Sasuke esparciéndose por todo su cuerpo. El joven bajó su Haori, dejando al descubierto su torso para que la prenda no se viera afectada por la transformación.

El aspecto del Uchiha había cambiado drásticamente, era una apariencia a la que Megumi ya estaba acostumbrada, pues había visto anteriormente a muchos subordinados del Sannin sufrir esos cambios debido a la marca de maldición. Marca que afortunadamente ella no poseía.

Sasuke la tomó de la espalda y la levantó de las piernas, cargándola en brazos y sorprendiendo a la joven. Megumi sintió un vacío en su panza y su piel se erizó cuando Sasuke alzó vuelo con la ayuda de esas extrañas y fuertes alas. A lo lejos se podía ver la playa y en cierto punto, se podían apreciar las figuras de más personas; ella acentuó la mirada para ver de quienes se trataban, pero no logró ver nada.

- Ninjas de Konoha. – La voz de Sasuke la sacó de su ensimismamiento. Vio al Uchiha y lo apreció, se veía tan diferente, pero eso no cambiaba nada en su corazón, no le generaba temor o incomodidad, por el contrario; le parecía un poco gracioso y algo intimidante como si se tratara de un demonio.

- Sí, ya lo sabía.

En pocos minutos, ya estaban sobre aquella estructura flotante. Sasuke bajó a Megumi y poco a poco volvió a su apariencia normal, volviendo a subir su Haori. Fijó su mirada en la joven y notó como la albina veía todo con curiosidad.

- Vamos. – Dijo el Uchiha captando nuevamente la atención de Megumi.

La joven se acercó nuevamente a él y llevo sus pálidas manos a su Haori, acomodándolo en el proceso. – Yo tengo que buscar algo, luego te alcanzo.

Sasuke la observó por unos breves segundo en silencio. – Como quieras. –Dijo para finalmente darse media vuelta e irse.

Megumi observó como Sasuke desapareció tan rápido como un rayo y a los pocos segundos, ella se puso en marcha. No tenía tanta prisa en realidad. Orochimaru le había pedido buscar una flor que solo se daba en esas ruinas cada década por lo que se dispuso a buscarla por todo el lugar. 

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