Ice Heart ❊ ⤑ Uchiha Sasuke.

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Capítulo 038 ⋆.ೃ࿔*:･

Ambos salieron de la cueva, encontrándose con Karin, Suigetsu y Juugo a punto de entrar a esta. Luego de que todos suspiraran aliviados, Suigetsu y Karin adoptaron una postura acusadora.

- ¿Por qué tardaron tanto? Creímos que algo les había pasado. – Karin se veía molesta mientras señalaba a Sasuke de manera acusadora.

Suigetsu ignoró a Karin y miró a Sasuke quien se veía impasible como siempre. – ¿Qué pasó allí adentro? Karin sintió un segundo Chakra y luego desapareció cuando Megumi entró a la cueva.

Sasuke tomó a Megumi del brazo e hizo que caminara junto a él, ignorando las preguntas de Karin y Suigetsu, simplemente pronunciando un: – Andando.

Suigetsu frunció el ceño confundido. - ¿Encontraste algo? – Al no recibir respuesta por parte del Uchiha, no tuvieron más opción que seguirlo.

Sasuke y Megumi iban a la cabeza. Todos iban saltando de rama en rama a una gran velocidad. Karin había sentido varias personas con el mismo Chakra alrededor por lo que no se hizo sorpresa encontrarse un Clon perteneciente a Naruto, Clon el cual fue destruido por Sasuke con un Chidori.

En unos pocos minutos más, llegaron a lo que parecía ser un pueblo abandonado y se desplazaron rápidamente por un puente. - ¡¿Qué?! ¡!Hay un Chakra increíble que viene hacia nosotros! ¡Y rápido! – En cuanto Karin terminó de decir aquello, frente a ellos apareció un hombre el cual también era de Akatsuki.

Todos se detuvieron en seco y estuvieron atentos a cualquier movimiento. Sasuke quien había activado su Sharingan, lo observaba con seriedad. Kisame, quien estaba sobre una columna de cemento, lo miró tranquilo. – Sasuke-kun. Continúa tu solo, por favor. Son las ordenes de Itachi-san. Los demás, por favor esperen aquí.

- De acuerdo. – Aceptó el Uchiha.

Karin lo miró reacia. - ¡Sasuke, no puedes! ¡Démosle una paliza a este tipo y vayamos juntos!

Kisame la miró con una gran sonrisa. – En realidad no estoy de humor para una pelea, pero si insisten en seguir juntos, seré severo con ustedes.

- Karin, mantente fuera de esto. – Ordenó Sasuke con frialdad. – Esta es mi venganza.

Sasuke dirigió su mirada hacia Megumi y se acercó a ella. Posó una de sus manos en su mejilla y la contempló en silencio, su expresión de desconcierto y el ligero rubor que adornaba su armonioso rostro. La atención de todos se centró en ellos dos, notando la obvia atracción de ambos.

- ¿Sasuke? – Murmuró la joven desconcertada.

Sasuke acarició sutilmente la mejilla de la joven e inmediatamente la indujo en un Genjutsu para que no sintiera dolor. Realizó unos cuantos sellos y sin retirar su mirada de la de ella, posó dos dedos en su cien. Megumi cayó en la inconciencia y se desplomó en los brazos de Sasuke quien la sostuvo ya preparado. Ella había bajado la guardia solo porque se trataba de él.

- Sasuke ¿Qué le hiciste? – Murmuró Suigetsu desconcertado por la acción del Uchiha.

- Sasuke... - Karin también estaba confundida.

Sasuke los ignoró a ambos y cargó a la joven en sus brazos para luego acercarse a Suigetsu con ella. – Cuídala. – Pidió seriamente. Suigetsu casi tembló ante el tono que usó el Uchiha para encargarle a la joven.

- Está... bien. – Suigetsu extendió sus brazos y tomó a la joven albina con delicadeza. Sasuke le dio una última mirada a la joven antes de marcharse. – Este tipo, en serio... - El Kozuki suspiró resignado.

Suigetsu miró a la joven inconsciente en sus brazos. Se veía deslumbrante incluso estando inconsciente, si bien desde el momento en que la había visto, ella le había parecido hermosa, no la veía más que como una gran compañera y con la única que podía sentirse a gusto. Sasuke, por el contrario, todos notaron como la miraba y como ella lo miraba a él, pero sin duda el amor de un Uchiha era demasiado fuerte.

Suigetsu miró a Kisame y sonrió. – Hoshigaki Kisame. – Lo llamó, captando la atención del Akatsuki. - ¿No te acuerdas de mí? Soy Kozuki Suigetsu, el hermano de Mangetsu.

Kisame sonrió y soltó una pequeña carcajada. – Lo recuerdo. Has crecido.

Suigetsu sonrió. – Quiero un duelo contigo.

Inmediatamente Karin lo miró como si le hubiera salido una segunda cabeza. - ¡¿Estás loco?! Sasuke te pidió que cuidaras a Megumi.

Suigetsu sonrió y se acercó a Juugo con Megumi en brazos. – Ten grandulón, cuídala con tu vida. – Dijo entregándole a la joven. Juugo la tomó un poco desconcertado, pero se aseguró de sostenerla con delicadeza. Observó como Suigetsu se acercó a él y le susurró con un poco de diversión. – Recuerda que es la chica de Sasuke.

Juugo inmediatamente optó una postura firme y seria. Suigetsu sonrió complacido y se alejó nuevamente. Juugo vio como el chico volvió a retar a Kisame a un duelo y luego de un rato, el Akatsuki acepto. Por otro lado, Karin parecía querer asesinar a Suigetsu. Juugo decidió quitarse su capa y tenderla en el suelo para así recostar a la joven allí y estar al pendiente de ella.

Karin bufó molesta. - ¿No está mal quedarnos acá sin hacer nada? ¿Y si le pasa algo a Sasuke?

En eso, unas cuantas aves llegaron y se pasearon por los alrededores de Juugo. – Los pajaritos me dicen que no hay nadie que pueda interferir con Sasuke en toda el área.

- Aun así... - Karin suspiró resignada y miró como Juugo estaba al pendiente de Megumi. Miró a la joven albina y sintió envidia, pero de alguna manera, era imposible odiarla porque todo en ella irradiaba. Se acercó a ella y posó su mano en la frente de la joven. – Sasuke bloqueó su umbral de dolor y de conciencia... pero ¿por qué? – Inmediatamente su mirada se dirigió al colgante que almacenaba el Chakra de Sasuke el cual había empezado a irradiar luz. – Este collar...

Su mano se dirigió a la esfera y la tocó, pero se quemó en el instante en que la tocó por lo que la soltó y esta volvió a caer en el pecho de Megumi. Juugo veía confundido la escena en la que Karin se quejaba del ardor que le había dejado aquella quemadura. La joven miró aquél colgante y luego miró a la albina de manera incrédula.

- ¡¿Cómo es que no se quema?! – Karin no podía creer aquello y ahora se preguntaba si el que llevaba Sasuke con el Chakra de la albina también reaccionaba de esa manera cuando alguien ajeno a su portador lo tocaba.

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Las horas pasaban y no tenían noticias de Sasuke o de Itachi, solo podían esperar. El cielo estaba nublado por nubes negras y fuertes vientos. Kisame y Suigetsu aún seguían peleando, aunque parecía ser una pelea sin sentido.

De un momento a otro, una planta con un humano de dos mitades surgió del suelo. – Se acabó el tiempo. – Informó Zetsu haciendo acto de presencia.

Kisame lo miró y guardó su espada. - ¿Entonces ya acabó?

El Zetsu blanco habló. – Sí, ya acabó.

Juugo cargó nuevamente a Megumi en sus brazos y se acercó a ellos junto con Karin. - ¡¿Y Sasuke?! – Preguntó la joven Uzumaki

Zetsu blanco la miró. – Está a salvo, Sasuke ganó.

Los tres jóvenes suspiraron con alivio. Karin miró fijamente a Zetsu. - ¿Y dónde está?

- Fue inmediatamente evacuado a una ubicación segura. – Informó Zetsu negro. La joven Uzumaki lo miró confundida. – La guarida de Akatsuki en el Este. – Zetsu negro sintió una presencia familiar y notó a la chica que Juugo traía en brazos. – Ustedes también deberían dirigirse allí. Pronto Konoha estará rodeando esta zona.

Juugo miró a sus compañeros. – Vallamos a donde está Sasuke.

Zetsu negro analizó a la joven, estaba seguro casi al cien por ciento de algo, pero debía asegurarse de que fuera así.

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