Ice Heart ❊ ⤑ Uchiha Sasuke.

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Capítulo 048 ⋆.ೃ࿔*:･

Su rodilla estaba apoyada en el suelo mientras analizaba la marca de maldición en el cuello de Anko, recordó como en los exámenes Chunin, Kakashi había sellado su marca de maldición y dedujo que para revertirlo debería de hacer los sellos al revés para así liberar a Orochimaru.

Juugo le trajo un poco de la piel de serpiente que tenía Kabuto ya que Suigetsu solo estaba dándole razones para no revivir a Orochimaru. Una vez la piel de serpiente se posicionó sobre la marca de maldición, Sasuke realizó los sellos necesarios y de allí surgió una gran serpiente que de su boca sacó al Sannin desertor.

Suigetsu se ocultó tras Kabuto quien estaba inconsciente. Sasuke observó cómo el cuerpo de Orochimaru se deslizaba por completo hasta caer al suelo. El Sannin estaba completamente humedecido por la baba de aquella serpiente.

Orochimaru se puso de pie y miró a su joven pupilo. – Quien habría pensado que me revivirían ustedes. – Su mirada se desvió sutilmente de la fría del Uchiha y se reposó en la nerviosa de Suigetsu.

- Hola... cuanto tiempo.

Orochimaru ignoró a Suigetsu y miró a Kabuto convertido en aquello y permaneció en silencio. Aquel a quien le había enseñado por tanto tiempo, había tomado su poder y este lo había consumido, convirtiéndolo en eso que tenía frente a sus ojos. A su mente llegó un recuerdo preciado. - ¿Por qué Megumi no está contigo?

La mirada de Sasuke se volvió gélida y lo ignoró por completo. – Hay una cosa que quiero que hagas.

- No tienes por qué explicarme nada. – La voz del Sannin era igual que siempre. Sabía que Sasuke no le diría nada respecto a Megumi, la última vez que él la mencionó, fue para manifestar lo mucho que odiaba el cómo la había utilizado. – Lo vi todo desde dentro de Anko, mi Chakra de sabio entró en su marca de maldición y como estaba separado de él, también estaba mi conciencia.

Sasuke lo miró en silencio por un largo rato. – Así que sabes lo de la guerra.

- Por supuesto, pero solo voy a decir una cosa... Suigetsu. – Dijo mirando de reojo al mencionado. – No me interesa esta guerra. Es una guerra que empezaron otros. Si tengo que interesarme por algo... ¡Es por tu cuerpo joven, Sasuke-kun! – Sasuke lo miró impasible. – Pero, aunque lo diga, no tengo poder suficiente para tomarlo. – Orochimaru vio como Sasuke le extendía el pergamino. - ¿Por qué quieres verlo?

- Hay demasiadas cosas que ignoro, le preguntaré todo.

Orochimaru sonrió con sutiliza. – ¿Todo? No tienes por qué saber tanto. ¿Dudas en si debes vengarte?

- No, no tengo motivos para dudar de mi venganza. Reencontrarme con Itachi a reforzado más mi odio por Konoha. – Aclaró con seriedad. – Solo... los sentimientos de Itachi como ninja de Konoha, que se convirtió en un traidor para proteger la aldea, quiero saberlo todo, pensar en ello para mi mismo y hallar la respuesta. Para mirar por mi mismo lo que tengo que hacer y llevarlo a cabo por mi propia voluntad.

Sasuke vio como Orochimaru asintió y se dirigió a Kabuto para luego posar su mano sobre el hombro de este, desasiendo la transformación de sabio y tomando el Chakra que desde un principio le pertenecía.

Orochimaru se apartó del lado de Kabuto y miró a Sasuke. – Está bien, colaboraré con ustedes así que síganme.

Sasuke dio unos pasos hacia él y lo miró con recelo. - ¿A dónde vamos?

- A un lugar que conoces bien.

Sasuke y Orochimaru dirigieron sus miradas hacia el techo de la cueva, la cual había sido destruida anteriormente por Suigetsu y Juugo. – Bien, vamos.

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Estaban dentro de Konoha. Abajo miraban como Sasuke parecía pensativo mientras miraba lo que antes era su hogar. Él se encontraba sobre un poste de luz, contemplando todo a su alrededor, pues hacía mucho que no pisaba aquel lugar.

Orochimaru sonrió ante un recuerdo. – Es igual a mi cuando quise destruir Konoha por primera vez.

Suigetsu lo miró extrañado. – ¿A qué te refieres?

- Puede que la aldea y él hayan cambiado, pero Konoha sigue siendo su aldea natal. – Explicó el Sannin. – Lo necesita para afrontar sus decisiones, seguir su pasado y volver a reafirmar su decisión.

Finalmente, cuando Sasuke ya había visto lo suficiente, se dirigieron al templo Nakano de los Uchiha. Sasuke los guio hasta la parte de abajo del templo, lo que parecía ser una bóveda.

Orochimaru se hizo frente a todos y retiró su capa, arrojándola al suelo. – Apártense todos.

En cuanto todos se alejaron, Orochimaru cubrió su rostro con la máscara del Dios de la muerte e instantáneamente su cuerpo se encendió en Chakra para así proceder a moverse arrítmicamente, era como si estuviera realizando algún tipo de ritual. Segundos después, el Shinigami del Shikifuujin se extendió a lo alto y ancho del lugar.

Orochimaru necesitaba convertirse en sacrificio para así recuperar sus brazos, los cuales estaban al interior del Shinigami. Solo así podría efectuar el Edo Tensei. – Sé por Anko que también están buscando a Megumi, aunque no sé muy bien la razón, supongo que ya lo sabias ¿no es así Sasuke-kun? Aparte de Kabuto y yo, ella también sabe ejecutar jutsus prohibidos, entre esos... el Edo Tensei. Quieres protegerla.

- No la metas en esto. – Tajó fríamente. – Y yo tampoco sé en dónde se encuentra... ni por qué la están buscando.

Orochimaru sonrió sutilmente. – Eso es sencillo. – Comentó. – Es una diosa sellada en el cuerpo de una mortal, solo con saber eso, Megumi es objetivo de muchos. El poder que conoces en ella, no es ni el 1% de su verdadero poder. – El Sannin calló cuando tuvo la hostil mirada de Sasuke puesta en él. – Bien, ahora sí podré revivir a estos cuatro. – Orochimaru retiró rápidamente la máscara. – Juugo, Suigetsu y Sasuke, prepárense.

Juugo posó su mano sobre el cuello de Sasuke y le transmitió de su Chakra de sabio. Poco a poco de Sasuke empezaron a surgir seis Zetsus. - ¡¿Cómo rayos?!

- Los conozco por mis experimentos con las células de Hashirama. – Una tos invadió al Sannin. – Y por supuesto, eso incluye cómo percibirlo. Así que seis... se ve que Tobi fue muy cuidadoso. Yo tengo el ADN de los cuatro porque me gusta coleccionar.

Orochimaru empezó a realizar trazos sobre el suelo. Debía preparar el escenario perfecto para poder realizar el Edo Tensei de la manera adecuada. Había cuatro Zetsus dentro de cada circulo que era parte del proceso, mientras que Juugo y Suigetsu tenían a los otros dos. Juugo tomó toda la vitalidad de un Zetsu y este quedó inservible, mientras que Suigetsu le abría la boca al otro Zetsu; al que luego Orochimaru poseería una vez los Hokages revivieran.

Orochimaru realizó los sellos necesarios y efectuó aquel jutsu prohibido. Las almas bajaron a los cuerpos de los cuatro Zetsus y se apoderaron de esto. Los círculos brillaron con suma intensidad mientras que cada Hokage cobraba vida por medio del Edo Tensei.

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