Ice Heart ❊ ⤑ Uchiha Sasuke.

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Capítulo 031 ⋆.ೃ࿔*:･

Las miradas estaban puestas en Megumi. Todos estaban expectantes, esperando a que la albina hiciera algo. Megumi quien estaba junto a Jiraiya, desapareció y en un instante apareció a varios metros de ellos. Todos allí reconocieron lo rápida que era, como si se tratara de un rayo.

-          Activa tu Byakugan, Neji. Cuando lo hagas, no digas nada. – Le susurró Tsunade al Hyūga quien acató la orden.

Neji activó su Byakugan y pudo ver claramente el flujo de Chakra de todos en el lugar, pero se sintió particularmente abrumado por un Chakra en especial. Su mirada se tornó incrédula y eso no pasó desapercibido por ninguno.

No pasó mucho tiempo hasta que Megumi mordió su pulgar, ocasionando una herida que la hizo sangrar. La joven realizó los sellos correspondientes al jutsu de invocación para así poner la mano sobre el áspero y frío suelo.

Hubo una enorme explosión de humo blanco. El frío se incrementó de gran manera y poco a poco se empezó a notar una enorme criatura. Era Shiro, quien estaba en posición de descanso.

Para nadie era un secreto que se necesitaba tener una enorme cantidad de Chakra para invocar a una criatura de gran tamaño y más si se trataba del jefe. Tsunade dirigió su atención a Neji quien cada vez parecía más impresionado.

El lobo abrió los ojos lentamente y miró a la joven albina. – Megumi-sama... - Con solo escucharlo dirigirse a ella de esa manera, todos sintieron la devoción que aquella criatura le tenía a Megumi.

Megumi sonrió enormemente y acarició el sedoso pelaje del lobo. – No te pongas de pie, puedes ocasionar un derrumbe. – Pidió dulcemente. – Haz hecho un gran trabajo, puedes dejarlos acá. Hablaré contigo en otra ocasión.

Shiro cerró levemente los ojos, disfrutando de las caricias que le brindaba Megumi. – Estoy a sus órdenes, Megumi-sama...

Shiro desapareció en una explosión de humo y solo quedó una enorme pila de hombres inconscientes. Neji revisó a cada uno con su Byakugan y comprobó que todos estaban inconscientes. La joven apareció nuevamente junto a ellos.

-          Como puede ver, están todos. – Dijo Megumi señalando la enorme pila de hombres. – Quedan en sus manos.

Tsunade dejó de ver a los hombres inconscientes y miró a la joven Gekkō. – Haré que los juzguen y se les dará su sentencia. – Megumi asintió.

-          Entonces me iré tranquila.

Tsunade dio un paso hacia ella y puso su mano sobre el hombro de la Gekkō. Fue ahí cuando sintió la baja temperatura que esta poseía; su piel era realmente fría. – En unas horas anochecerá. Puedes irte mañana en la mañana.

Megumi sonrió sutilmente. – Me parece bien... - Aceptó sin retirar su mirada de la de la Hokage.

-          Perfecto, Kakashi será quien te lleve a una posada y mañana por la mañana, él te acompañará a la salida. – Dijo tomando desprevenido al Hatake. – Kakashi, luego de que la lleves a la posada quiero que vengas a mi oficina.

El Hatake asintió. Sus manos se dirigieron a su mochila de herramientas Ninjas y de él sacó el mismo libro que ya había leído miles de veces. – Vamos, la acompañaré. – Dijo empezando a caminar.

Megumi miró por última vez a los presentes. – Fue un gusto conocerlos, espero que nos volvamos a ver. – Todos asintieron con una leve sonrisa y luego vieron como la joven se alejaba y se hacía al lado del Hatake.

Una vez la albina y el peli plata desaparecieron, Tsunade miró a Jiraiya y a Neji. – Vamos a mi oficina. – Ordenó.

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