Ice Heart ❊ ⤑ Uchiha Sasuke.

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Capítulo 041 ⋆.ೃ࿔*:･

El sol estaba saliendo. El viento soplaba con ligereza y la cálida luz se reflejaba en ellos con una delicadeza abrasadora. Estaban solos, pero no por mucho; pronto se les sumarian los demás integrantes de Taka, así que ambos querían disfrutar de aquella corta privacidad por lo que quedaba de tiempo.

Sasuke tomó un mechón del largo y blanco cabello de la joven. Le gustaba la sensación sedosa, fría y ligera de la melena de la joven, pero, sobre todo; le encantaba acercarlo a su rostro y deleitarse con el delicioso olor que desprendía. – No sé cuanto tardemos capturando al Hachibi y sé que va en contra de tus ideales, por lo que no te presionaré para que me acompañes.

Megumi suspiró con sutileza. – Tengo planeado investigar algo que me ha estado inquietando desde hacía un tiempo, puede estar relacionado con lo que mi madre quiere que detenga. – Dijo con suavidad.

Sasuke la contempló por unos segundos, ya era una costumbre perderse en ella y le gustaba. – Entonces hazme saber todos los días en dónde te encuentras. – Pidió, ganándose una sutil sonrisa por parte de la joven. Luego recordó algo y la miró con seriedad. – Te queda prohibido lastimarte para hacerlo.

Megumi asintió. – Será un largo viaje, quizá tarde algunos meses. – La mirada de Sasuke se oscureció al escucharla decir aquello. – Te haré saber cada semana en dónde he estado, no te preocupes por ello.

- Megumi...

La joven sonrió sutilmente y se acercó a él. – Eres tú quien me preocupa, Sasuke. – La joven llevó su mano a la de Sasuke y entrelazó sus dedos, viéndolo con inquietud. – Si haces esto, todos empezarán a cazarte como a un ciervo. Es el hermano menor del Raikage a quien quieres atrapar.

Megumi sintió como el joven llevaba sus manos entrelazadas y besaba el dorso de su pálida y fría mano, estrujando su corazón. – Estaré bien. – Dijo con tanta seguridad que incluso ella le creyó y su corazón se apaciguó un poco, aun sabiendo que aquello estaba mal. – Te haré saber lo que suceda cada semana.

- Me parece un trato justo. – Megumi llevó su otra mano a la mejilla de Sasuke y la acarició con suavidad. – No fuerces tanto tus ojos, podrías quedar ciego... si eso pasa, necesitarás un trasplante ¿lo recuerdas?

Sasuke sonrió y él también acarició la mejilla de la joven. – No tardarán los demás, así que quiero hacer algo antes de separarnos. – La joven lo miró desconcertada, pero luego su corazón empezó a latir descontroladamente al sentir los cálidos labios de Sasuke sobre los suyos.

Movimientos lentos, llenos de anhelo. Las manos de Sasuke se aferraron a los costados del rostro de la joven con el constante temor de no volverla a ver una vez que ambos tomaran caminos separados, así fuera temporal. Quería sentirla y saber que estaba allí, porque se volvería loco si no lo hacía.

Cada vez que sus labios tenían contacto, era como si el mundo girara alrededor de ellos dos. No importaba nada más que ellos. Lo olvidaban todo y solo se entregaban el uno al otro con desesperación y añoranza, como si aquel momento fuera el último que vivirían. Sus vidas estaban llenas de peligros y en cualquier momento aquellos colgantes podrían romperse con la ausencia del otro.

Este era el tercer beso que se daban y sus corazones parecían enloquecer cada vez más.

Bajo la cálida luz del sol y luego de una cálida despedida, ambos tomaron caminos diferentes, sin la certeza de un tiempo exacto en el que re volverían a reencontrar, pero teniendo claro que estaban unidos por una promesa, después de todo; eran una pareja.

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Estaba en el corazón de un bosque nevado. Las aves cantaban armoniosamente sobre los altos pinos y algunos animales como conejos, ardillas y ciervos albinos se acercaban a ella con curiosidad, pues su presencia era algo único y atrayente. La joven sonrió dulcemente a un ciervo que la olfateaba y se acercaba cada vez más a ella.