Capítulo 047 ⋆.ೃ࿔*:・
La oscuridad del lugar era interrumpida por el aura brillante que rodeaba a su hermano, siendo la única luz en aquella obscura y húmeda cueva. Había partes de él que se dispersaban en el aire como si se estuviera desvaneciendo muy lentamente.
Vio como dificultosamente estiró su mano hacia él, mientras murmuraba agonizante luego de dispersar el jutsu de Edo Tensei. – Aún puedo llegar a tiempo. – Él permaneció estático mientras que, ansioso, observaba cómo su hermano daba pasos desequilibrados hacía él. – Siento como mi conciencia se va desvaneciendo poco a poco.
Nuevamente aquella voz madura y suave que había conocido toda su vida, pero que ahora estaba un poco rota, le habló. – Pero antes de la despedida final, quiero enseñarte algo que querías confirmar... Ya no hay necesidad de mentiras. – La mirada de Itachi se elevó vivaz y lo miró fijamente. – Quiero mostrarte toda la verdad.
Aquellos ojos rojos a los que le temió y odió por mucho tiempo, aquellos ojos que lo inspiraron a volverse poderoso y vencer al mismísimo portador, fueron los mismos ojos que lo sumieron en la crueldad de la verdad que le había permanecido oculta por mucho tiempo.
Vio el dolor por el que pasó su hermano, las memorias con las que tuvo que cargar por mucho tiempo, consumiéndolo en una tortuosa soledad. Vio como la felicidad se le fue arrebatada, como se vio obligado a tomar una decisión en un camino lleno de espinas y clavos de fuego. Como tuvo que soportar cargar con la culpa de algo que no le concernía, como su nombre fue manchado con sangre y odio.
Sintió el peor sentimiento que jamás había experimentado y escuchó nuevamente la voz de aquél que era su hermano mayor. – De esta forma no tendré que volver a decirlo. – Cada vez estaba más cerca y podía sentir la falta de vitalidad en él, pero de alguna manera, su presencia seguía siendo cálida. – Te he contado toda la verdad, no necesitas más palabras.
Hubo una mal pisada que casi lo hace perder por completo el equilibrio, pero se mantuvo firme y siguió acercándose. – Yo, siempre te mentía pidiendo que me perdonaras, usaba mis manos para mantenerte siempre lejos de mí. No quería que te vieras involucrado... – Aquella mano que siempre se posaba en su frente, se elevó.
>> Pero ahora creo que podrías haber cambiado a todos. – Sasuke sintió cómo todo se volvía cada vez más latente, sentía que se desvanecía su vida. – Si te hubiera afrontado como era debido desde el principio. Si te hubiera contado la verdad, reconociéndote como alguien igual a mí, pero fracasé. Y por mucho que te hable, aunque esté cerca de ti, no cambiará nada. Así que te diré la verdad por mínima que sea.
Aquella mano lo tomó suavemente de la nuca y lo acercó. Sin duda el tacto era frío, pero igual se sentía calidez en su cercanía. Itachi lo miró fijamente y con dolor, pronunció. – No tienes que perdonarme. – Aquellos ojos llenos de dolor y arrepentimiento se llenaron de un brillo ocasionado por algo llamado lágrimas. – Pase lo que pase a partir de ahora. – Su frente hizo contacto con la suya y una sutil sonrisa se formó en aquellos labios llenos de vestigios malignos por aquél Jutsu. – Yo te amaré por siempre.
Finalmente, no quedó vestigio de aquél que sacrificó su vida por darle una a él.
Sasuke miró hacia la copa de la cueva por donde hacia algunos segundos, su hermano se había esfumado. La incertidumbre lo abatió y empezó a dudar de muchas cosas, incluso de su propio ser. No se encontraba a sí mismo y había perdido la razón de las cosas, quería entender, pero estaba bloqueado y necesitaba saciar su sed de curiosidad.
Algunas migajas de piedra cayeron a su alrededor y segundos después, una parte de la cueva fue destruida y en ella ingresaron dos sujetos particularmente conocidos; eran Suigetsu y Juugo.
Una victoriosa sonrisa adornaba el rostro de Suigetsu. – Te encontré. – Dijo cantando victoria.
- Ustedes...
Suigetsu y Juugo dieron un salto hacia él, quedando ambos frente al Uchiha. – Bueno y ¿Qué estabas haciendo en este sitio?
- Detener el Edo Tensei. – Respondió sin más.
Suigetsu sintió que un Tic le invadía los nervios, pero ya acostumbrado solo lo dejó ser. – Tú siempre igual. Nunca tienes la menor intención de explicar nada a los demás ¿no? Pero ahora que te hemos encontrado, tendrás que explicarte.
Suigetsu y Juugo no escucharon respuesta alguna por parte del Uchiha, pero sí vieron cómo este señaló algo que estaba detrás de ellos. Ambos se giraron desconcertados y se encontraron con un sujeto de apariencia bestial, era alguien muy familiar.
- Es Kabuto. – Aclaró Sasuke luego de ver las expresiones de desconcierto. – Kabuto estaba empleando el Edo Tensei.
La expresión de Suigetsu se volvió conmocionada y llena de repulsión. – ¡¿Ese es Kabuto?! – Finalmente, se acercó al sujeto recién mencionado. – Lo que le sale del estómago parece un gigantesco...
- Olvídate de él. – Tajó Sasuke.
Juugo quien desde hacía un rato había sentido una presencia y se dirigió a aquel cuerpo extendido en el suelo rocoso. – Sigue con vida. – Dijo viendo el cuerpo inerte de la joven que parecía ser Shinobi de la hoja.
Sasuke ahora sentado sobre una enorme roca, los miró de reojo. – ¿Y ahora que quieren de mi para que vengan a buscarme?
Una sonrisa creció en el rostro de Suigetsu y su rostro se volvió hacia el Uchiha quien jugaba con el colgante que compartía con cierta albina, se veía ensimismado. – Respecto a ese tema, hemos encontrado una guarida interesante. Este...
- Antes dijiste que Itachi y tú detuvieron el Edo Tensei ¿no es así? – Interrumpió Juugo mientras se acercaba a ellos con la mujer sobre su hombro. – Pues parece que el resucitado Madara no se ha detenido.
Sasuke recordó de repente la razón por la cual su hermano quería acabar de una vez por todas con aquél Jutsu prohibido. – Así que no se ha detenido...
Suigetsu miró furioso a Juugo por su interrupción. – ¡Estaba hablando con Sasuke! ¡Deja de entrometerte en todo! – Sin dejar de mal mirar a Juugo, Suigetsu sacó un pergamino del interior de su capa. – Por otro lado... Ten. – Dijo extendiéndole el pergamino al joven Uchiha. – Mira, mira.
Sasuke tomó aquel pergamino entre sus manos y en cuanto lo abrió se encontró con cierta información peculiar.
Suigetsu extendió sus brazos, entusiasmado. – Fantástico ¿verdad? Con esto, los Taka tendremos el mundo Shinobi.
- Esto es... – Murmuró Sasuke sin retirar su vista de aquel pergamino. Suigetsu notó como la mirada de Sasuke era fría en cuanto esta se elevó. – La persona que lo sabe todo. Ahora hay alguien a quien debo ver. – Dijo poniéndose de pie. Pensó en Megumi, en cómo la estaban buscando a ella también. Ella era poderosa y en esos momentos estaría ideando algún plan. Le tranquilizaba un poco que estaba en un lugar seguro al que ni siquiera él podría ingresar. – Me voy.
Suigetsu lo miró desconcertado. – ¿Eh? ¿A quién?
- A Orochimaru.
Suigetsu creyó ver una segunda cabeza surgiendo en Sasuke. – ¡¿Qué cosas dices?! ¡Pero si tú fuiste quien lo mató!
Sasuke desvió su mirada de Suigetsu y la centró en Anko, la chica que llevaba Juugo sobre su hombro. – Todos saben lo tenaz que era ese sujeto, no pudo haber desaparecido por tan poca cosa. Hay algo que debo hacer sea como sea, así tenga que volver a ver a ese bastardo.
𓍢ִ໋🌷͙֒
ESTÁS LEYENDO
Ice Heart ❊ ⤑ Uchiha Sasuke.
FanficMegumi tiene pocos recuerdos de su infancia antes de ser rescatada por Orochimaru. Pese a ser una joven con una personalidad muy versátil, nunca tuvo algo llamado "Vínculo" Se consideraba a sí misma alguien agradable y centrada en lo que quería, per...