Ice Heart ❊ ⤑ Uchiha Sasuke.

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Capítulo 026 ⋆.ೃ࿔*:･

Salió de la guarida una vez que dejó a Suigetsu atrás. La luz anaranjada del sol a punto de ocultarse le golpeó su rostro. A lo lejos, sobre la rama de un enorme árbol, cierta albina estaba sentada entretenida con una mariposa que revoloteaba a su alrededor.

El corazón de Megumi casi se le escapa al tener a Sasuke frente a ella de un segundo a otro. Algo dentro de Megumi se encendió al notar la cálida mirada del joven frente a ella, algo que creyó incapaz de ver alguna vez en su vida. El Uchiha estaba inclinado hacia ella con una mano extendida levemente y sobre el dedo índice estaba aquella mariposa dorada, posando con gracia. Eran solo ellos dos, bajo la luz del sol en aquél árbol.

la mariposa alzó en vuelo y Sasuke no retiró su mirada de la joven. – Pasemos la noche acá, partiremos al amanecer.

De un momento a otro, Sasuke ya no estaba junto a ella; ahora se encontraba caminando hacia el interior de la guarida. El corazón de Megumi poco a poco fue calmándose con la lejanía de quien lo desenfrenaba con su sola cercanía.

La noche ya había caído y él aún estaba sobre la rama de un árbol. Supuso que Megumi ya se encontraba durmiendo al ser más de media noche. Su mente era un caos total; había estado a punto de perder su juicio y besarla en más de una ocasión.

No podía alejarla, pero tampoco podía tenerla cerca porque lo llevaba al colapso de aquella cumbre de la cual pendía su cordura. La quería; con cada segundo que pasaba la sentía más aferrada en él. Era todo aquello que no podía expresar con palabras porque su sola existencia era sublime.

La anhelaba; temía perder lo que le quedaba de razón y apoderarse de su divino ser. Se sentía tan atraído a ella como el metal que no se resiste al imán. Toda su vida, estuvo acostumbrado a ser perseguido por las chicas, pero ninguna le generaba ni el más mínimo interés; sin embargo, ahora había una joven que se había convertido en su punto más débil y en su deseo más puro. 

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El día cayó con prisa y ya era hora de ponerse en marcha hacia su próximo destino. Megumi estaba a su lado comiendo algunas frambuesas que encontró de camino. Ambos caminaban a paso tranquilo por el solitario sendero, lado a lado y en un cómodo silencio.

-          Toma, no has comido nada desde que salimos. – En su campo de visión apareció la pálida mano de Megumi con un pequeño puñado de frambuesas. Volvió su mirada hacia la albina quien lo veía con una linda sonrisa. Su mirada se dirigió a los labios de la joven; estos estaban tintados por la fruta que anteriormente estaba comiendo.

Sasuke volvió su mirada hacia el puñado que la joven le estaba extendiendo. – No me gusta lo dulce. – Dijo antipático. Megumi bufó y siguió comiendo las frambuesas.

-          Sé que no te gusta lo dulce, pero estas también son un poco acidas. – Murmuró la joven. Sasuke miró de reojo a la joven y vio como llevaba una frambuesa a sus labios. Antes de que la frutilla llegara a su boca, él tomó la mano de la joven; desconcertándola. - ¿Qué pasa?...

Megumi enmudeció en cuanto vio como Sasuke llevaba su mano hacia sus labios para finalmente comer la frambuesa. El Uchiha sonrió sutilmente al ver la expresión sonrojada de la albina y siguió con su camino.

Cada vez estaban más lejos de la guarida de Orochimaru. Megumi se detuvo al ver un enorme charco frente a ellos. No había llovido en días y el terreno era seco. – Por cierto. – Escucharon la voz de un chico que al parecer le era familiar a Sasuke. – Era tu equipo ¿no? – De aquel charco salió un muchacho de cabello blanco azulado con ojos morados y dientes filosos. – El equipo que derribó a mi gran predecesor, Momochi Zabuza. ¿Qué fue lo que pasó con su espada? Hagamos esto; si me dices donde está la espada y tomo posesión de ella, entonces estaré dispuesto a ayudarte.