Ice Heart ❊ ⤑ Uchiha Sasuke.

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Capítulo 030 ⋆.ೃ࿔*:･

La puerta se abrió, dejando ver a Megumi y un frío inundó el lugar. En la oficina solo estaba la Hokage y Jiraiya quien tuvo cierta sensación de familiaridad con la albina. Kotetsu le entregó un pergamino a la joven y luego de una reverencia a la Hokage, él junto a Izumo se retiraron.

-          Es un placer conocerla, Hokage-sama. – Saludó Megumi con cordialidad y una genuina sonrisa. – Senju Tsunade, la princesa babosa. – Tsunade sonrió levemente. Megumi finalmente fijó su mirada en Jiraiya quien estaba reclinado sobre la ventana justo al lado de la Hokage. – Y usted debe de ser Jiraiya, el sabio de los sapos.

Jiraiya sonrió enorgullecido por el reconocimiento que se merecía. Soltó una pequeña risa a modo de aprobación. – Pero que jovencita más culta.

Megumi sonrió con sutileza. – Mi maestro me ha hablado mucho de ustedes. Soy Gekkō Megumi. – En cuanto dijo su nombre, Jiraiya recordó haberlo escuchado antes.

Tsunade asintió adulada. Le había agradado el porte delicado de la joven y la manera en la que endulzaba el oído. - ¿Y bien? ¿Qué te trae por acá? Escuché que tenías información valiosa. – Megumi se acercó más al escritorio y le tendió el pergamino a la Hokage, quien lo tomó y lo abrió. – Estos son...

-          En mi viaje he atrapado ninjas que aparecen en los libros Bingo y los he entregado a sus respectivas aldeas, pero esta vez me he cruzado con miles de criminales de distintas categorías y de diferentes aldeas. Cierto porcentaje aparece en el libro Bingo, pero en su mayoría son criminales que apenas son reconocidos. Me tomaría una eternidad entregarlos a cada aldea, es por eso que decidí venir a Konoha, ya que me quedaba de paso. – Explicó la albina. – En ese pergamino puede encontrar la información de todos.

Tsunade miró el pergamino y luego miró a la joven frente a ella. - ¿Tú los atrapaste a todos?

-          Así es. – Dijo omitiendo el hecho de que fue Sasuke quien los había noqueado a todos y ella solo había observado.

Tsunade analizó a la chica y una sonrisa apareció en su rostro. - ¿A qué aldea perteneces?

-          Mi Clan se extinguió hace mucho, soy la única sobreviviente del Clan Gekkō. Era un Clan independiente por lo que no pertenecía a ninguna Aldea. – Explicó con sencillez. – Fui encontrada a los seis años por mi maestro y fue él quien cuidó de mi hasta hace un tiempo, ya que falleció.

Jiraiya frunció levemente el ceño al escuchar aquello. – Debió ser dura la perdida. – Murmuró con suspicacia pues algo no le cuadraba.

Megumi miró al Sannin y negó. – Él era una mala persona. – Dijo sin pena alguna. – Pero eso no es lo importante ahora.

-          ¿Y qué pides a cambio de todo esto? Es mucho dinero por cada uno. – Interrogó Tsunade.

Megumi sonrió y negó. – No lo hago por interés económico, así que no pido nada. – Jiraiya miró a la joven y la analizó; sus expresiones, la forma en la que hablaba y su apariencia. Tenía una idea y esperaba comprobarlo luego. – Lo hago por mi madre, ella desearía que hiciera el bien sin cobrar nada a cambio.

Tsunade al ser una mujer amante del dinero le pareció un poco raro ese pensamiento, pero de cierta manera le agradó aquél modo de pensar poco común. – Bien ¿dónde están?

-          Le pedí a Shiro, mi lobo de invocación que los llevara al monte Gassan ya que eran demasiados para yo cargar con ellos. Los induje en un coma por algunos días, así que deben de estar inconscientes. – Explicó con sencillez. Tsunade y Jiraiya se miraron por unos breves instantes para luego mirar a la joven.

-          Bien, en ese caso iremos a un campo de retención para que puedas invocarlos sin ningún problema. – Salieron de la oficina y Tsunade se dirigió a uno de los ninjas que estaba afuera de la oficina. – Busca a Kakashi y dile que lo espero en el campo de retención lo más pronto posible, si llega tarde es hombre muerto. También dile a Neji Hyūga que vaya al mismo lugar.

Finalmente, Megumi fue guiada por los Sannin hasta dicho campo que se encontraba justo debajo de la torre Hokage. El lugar era oscuro y frío, estaba vigilado por ninjas Anbu quienes no ignoraron su destacada presencia en ese sombrío lugar. La Hokage, quien iba a la cabeza, se detuvo justo en medio del campo.

-          Bien, acá estará bien. – Dijo mirando hacia la joven quien parecía analizar el lugar. Si bien le había agradado a la Sannin, había algo en ella que le llamaba mucho la atención y empezaba a sentir curiosidad por ello. – Esperemos unos minutos a que Neji y Kakashi lleguen.

No pasó mucho tiempo hasta que unos pasos se hicieron presentes en aquél lugar tan silencioso. Dos personas venían a la par, caminando hacia ellos. El mayor lucía despreocupado y venía leyendo lo que parecía ser un libro, mientras que el otro lucía más centrado y serio.

El menor fue el primero en hablar. - ¿Necesitaba verme, lady Tsunade? – Su voz era serena, pero profunda. Megumi dejó de ver el lugar y se centró en los recién llegados.

Uno lucía de su misma edad, quizá uno o dos años mayor, pero se veía joven; su cabello era largo y estaba atado por la mitad, sus ojos eran perlados y tenía una apariencia atractiva. El otro parecía ser mucho mayor, pero seguía siendo joven; alto, despreocupado, peli plata y la mitad de su rostro estaba cubierto por una máscara, la cual le daba un toque misterioso y atrayente.

la mirada del Hyūga cayó en Megumi, quien lo veía curiosa, como si se le hiciera familiar de alguna manera. Neji permaneció en silencio, observándola; era hermosa, irradiaba luz propia y de alguna manera era hipnotizante el solo verla a los ojos.

Tsunade asintió al Hyūga. – Así es, te pedí que vinieras porque quiero que hagas algo. – Luego la mirada de la rubia se centró en Kakashi quien no retiraba la mirada de su libro ni por un segundo. – Es un milagro, creí que tardarías más en llegar Kakashi.

-          Oh sí, da la casualidad que estaba cerca. – Murmuró el Hatake sin mucho interés y luego de unos segundos en silencio, retiró su mirada del libro para notar como Tsunade lo miraba un poco irritada. - ¿Para qué requería mi presencia, Lady Tsunade? – La mirada del Hatake se desvió de la Hokage, encontrándose con cierta albina particular la cual estaba al lado de Jiraiya. – Jiraiya, no esperaba verte aquí.

Jiraiya soltó una carcajada. – Bueno, tengo curiosidad de qué nos enseñará esta jovencita.

Tsunade suspiró ya acostumbrada a la actitud del Hatake. Masajeó el puente de su nariz para finalmente ver seriamente a Kakashi. – Los mandé a llamar a ti y a Neji por dos razones. – Dijo con seriedad. – Ella es Gekkō Megumi. – Dijo presentando a la albina. La mirada de ambos ninjas se centró nuevamente en la albina quien sonrió genuinamente. – Ella capturó a miles de criminales y está aquí para entregarlos.  – La expresión del Hatake y del Hyūga cambió a una asombrada y Jiraiya al notar esto solo pudo sonreír.

-          Vaya... - Murmuró el Hatake sin retirar la mirada de la joven. - ¿Y dónde están?

-          Es por eso que estamos aquí, Kakashi. – Aclaró Tsunade, ganándose la atención del peli plata. – Eran tantos que los envió al monte Gassan. Neji, quiero que uses tu Byakugan para ver el flujo de Chakra de cada uno de ellos para comprobar si están inconscientes. – Neji asintió. – Y tú, Kakashi. Te encargarás de que la chica esté a salvo en dado caso de que algo salga mal. Bien, Megumi puedes empezar. – Dijo la Hokage sin darle tiempo al Hatake de responder.

Ambos Sannin tenían dudas acerca de la albina, diferentes, pero estaban decididos a aclararlas en ese momento.

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