Ice Heart ❊ ⤑ Uchiha Sasuke.

๋࣭ ⭑ 037 ִ ࣪𖤐

Capítulo 037 ⋆.ೃ࿔*:･

Estaban fuera de la posada. Megumi estaba detrás de Sasuke acelerando el proceso de recuperación. Si bien, luego de que el Uchiha hubiera absorbido las habilidades de Orochimaru, su proceso de recuperación era más rápido, necesitaban que Sasuke estuviera totalmente recuperado ahora que los de Konoha los habían encontrado.

El Uchiha llevaba ropa nueva ya que la anterior había quedado desecha luego de la pelea con Deidara. Las vendas de su torso estaban recién cambiadas por la albina y estas eran notables gracias a la apertura que dejaba la camisa que el Uchiha portaba. También tenía vendada la cabeza y algunos rasguños en su rostro que fueron cuidados con un bálsamo que la joven Gekkō le aplicó.

Megumi se alejó de Sasuke. – Listo. – Sasuke asintió y se puso su capa.

-          Si es Akatsuki o Konoha, ellos podrían tener información de Itachi. – Comentó Karin. – Entonces, tal vez deberíamos de emboscarlos ¿qué opinas Sasuke?

Sasuke se acercó a ellos. – Si su número es tan grande, lo más probable es que sea Konoha. Akatsuki trabaja en grupo de dos.

-          Entonces emboscarlos sería una pérdida de tiempo... – Razonó Suigetsu. Sasuke asintió.

-          Así es. Olvídense de Konoha. – Pidió el Uchiha. – Encontraremos a Itachi. En el peor de los casos ustedes tendrán que detener a Konoha si lo encontramos. Por ahora nos moveremos como Hebi. Usaremos la información de Juugo e investigaremos las guaridas de Akatsuki una por una. – Dijo seriamente. – Andando.

Sasuke tomó a Megumi del brazo y tiró de ella para que empezara a caminar a su lado, tomándola desprevenida. Seguido de estos dos, iba Suigetsu pues Juugo y Karin se habían quedado atrás planeando una manera de desorientar a los de Konoha. 

Megumi miró la mano de Sasuke sujetando su brazo y luego miró al Uchiha quien veía al frente. - ¿Pasa algo? – Preguntó la joven al ver que el Uchiha no la soltaba. Se le veía serio, más de lo normal. Después del momento de tensión que tuvieron en aquella habitación, Sasuke había estado actuando un poco más frío de lo normal.

-          No te alejes y quédate a mi lado. – Ordenó. Megumi parpadeó un par de veces ante lo dicho por el Uchiha.

-          No soy una enclenque, Sasuke. – Le recordó la Gekkō.

Sasuke la miró de arriba abajo y sonrió. – Ya lo sé. – Megumi sintió como su piel se erizó, pero no entendió la razón, ni tampoco aquella mirada que le había lanzado el Uchiha. – También se lo fuerte que eres, pero aun así quédate a mi lado.

Megumi suspiró resignada y siguió caminando al lado de Sasuke quien solo la soltó cuando comprobó que la joven no se alejaría. Luego de unos pocos minutos yendo a paso rápido, llegaron a una zona oculta en el bosque en donde había una estatua deteriorada.

Sasuke los miró a todos con seriedad. – Ustedes se quedarán aquí y esperarán más órdenes. Iré a mirar.

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Se encontraba en una cueva fría y obscura, acababa de tener un encuentro con su hermano mayor y este había desaparecido entre un montón de cuervos, dejándole solo. Las plumas negras caían desde lo alto y en su mente resonó la voz de Itachi, dándole la ubicación del lugar en donde acabarían con todo.

Sasuke sintió como una fría mano fue posada en su hombro y un delicioso aroma se apoderó de él. Dirigió su mirada hacia atrás y se encontró con un dulce rostro lleno de desconcierto y preocupación.

-          ¿Estás bien Sasuke? – Preguntó la joven. Sasuke la contempló por unos segundos antes de asentir.

Al parecer Megumi había sido la primera en llegar a la cueva, pues los demás aún no habían llegado. – ¿Por qué estás aquí? ¿Dónde están los demás?

Megumi retiró su mano del hombro de Sasuke y miró hacia atrás para volver a ver al Uchiha y sonreír levemente. – Están afuera esperando a alguna señal para entrar. Estábamos preocupados por ti, tardaste más de lo esperado. Karin notó un segundo Chakra y vinimos, entonces yo entré para cerciorarme que todo estuviera bien. ¿Te encontraste con alguien?

Sasuke asintió. – Sí. – Dijo seriamente. – Era un clon de Itachi. Nos encontraremos en la antigua guarida de los Uchiha. – Explicó brevemente.

Sasuke notó como la expresión de Megumi se volvió decaída, como si le preocupara algo y no quisiera decirlo. – Bien, supongo que les avisare que pueden entrar... – Murmuró.

Sasuke tomó rápidamente la mano de la joven quien estaba a punto de marcharse. Megumi no le dirigió la mirada, solo murmuró un suave "¿Qué?" Sasuke miró la espalda de la joven y suspiró. – Sé que te preocupa lo que pueda pasar.

-          Entiendo, Sasuke. – Dijo la joven, sorprendiendo levemente a Sasuke. – Te conocí con esa idea y sé que has trabajado duro por ello. No me involucraré porque es algo tuyo, pero me es imposible no preocuparme.

Sasuke ya no podía resistirlo más. Ella tenía razón, no era una pelea sencilla y alguno de los dos iba a terminar muriendo así que era normal su preocupación, pero él quería ser egoísta. Porque si moría, ya no la volvería a ver. – A la mierda.

Tiró de ella, obligándola a darse la vuelta. Megumi chocó con su pecho y Sasuke no lo pensó ni un segundo para tomar el rostro de la joven entre sus manos y juntar sus labios con los de ella. La había anhelado con todo su ser que ya era una necesidad tenerla a su lado todo el tiempo.

Se le notaba nerviosa, como si no supiera lo que estaba haciendo, algo que sin duda le pareció tierno por lo que, con delicadeza, la supo guiar. Sus labios eran tan suaves como se los había imaginado en muchas ocasiones y tenían un dulce sabor del cual se volvería adicto.

El desespero que lo inunda junto al éxtasis lo inducen a potenciar aquél dulce beso a un nivel más vivaz, como si fuese una necesidad aferrarse más a ella. Sintió como las frías manos de la joven se posaron en su pecho medio descubierto y buscaron a ciegas la tela de su camisa para así aferrarse a ella como si buscara algún soporte debido a la intensidad.

Podría pasar horas probando aquellos labios, pero el aire empezaba a faltarles. Lentamente separó sus labios de los de ella y la contempló en silencio sin perderse el más mínimo detalle. Notó como su pecho subía y bajaba con irregularidad, sus labios estaban rojizos e hinchados, además de que se le veía más sonrojada de lo normal.

Una calidez se instaló en su pecho y el sentimiento de fascinación lo llevó a acariciar sus mejillas con delicadeza. – ¿Qué fue lo que me hiciste? – Dijo en un susurro más para él mismo que para ella.

Megumi dejó caer su cabeza en el pecho de Sasuke y dejó escapar un sollozo. – No mueras, Sasuke. – Pidió la joven en un susurro entrecortado.

Sasuke la tomó por el mentón e hizo que lo mirara. Sus dorados ojos brillaban, pero esta vez no se trataba de aquél brillo cálido y vivaz característico de ellos, esta vez era por las lágrimas acumuladas.

Se acercó a ella y dejó un sutil beso en su frente, uno de protección.

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