Capítulo 5: familia

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—¡No me toquen! —exclamé, sintiendo todos los nervios que podía tener por los cielos

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—¡No me toquen! —exclamé, sintiendo todos los nervios que podía tener por los cielos. Quité las manos de Jisu que pretendían consolarme y me acerqué a la cabina —. ¡Detén el estúpido avión, Wook! ¡O haz algo, no podemos dejarlo allí!

El hombre ni siquiera torció su cabeza para mirarme, parecía estático en su asiento. Y eso solo logró que mi rabia aumentara.¿Acaso pensaban dejarlo allí y que muriese? ¿A pesar de todo lo que él hizo por ellos? No me parecía justo.

No es justo, para ninguno.

Ignoré la voz que susurraba cosas dentro de mi cabeza, una tan fea y asquerosa, igual a la de mi monstruo. Sentí dos cosas en ese momento, cólera y terror. Lo primero fue por el hecho de que todos, pese a haber pasado tantas cosas juntos, estuvieran a favor de dejarlo allí. Y el terror se presentó ante la idea de volverme otra vez aquella bestia, aquel ser que no puede controlarse y es capaz de atacar a las personas que quiere.

Prefiero morir.

De verdad prefiero morir antes que ser aquel monstruo.

Y preferiría morir si cierro mis ojos y hago como si Hyuk nunca hubiera sido todo para mí. Porque lo es. Lo es tanto que ya no puedo verme en una vida sin él y su sarcástica forma de ser. Y porque tampoco sé cuánto nos amamos como para seguir siempre juntos. Quiero averiguarlo. Quiero saberlo, pero para eso necesito que él siga con vida.

No lo pensé, la ceguera se posó sobre mis ojos al notar que ya íbamos más lejos del suelo. No sabía cuánto nos habíamos alejado de la estación, pero supuse que aún estaba a tiempo de bajar, así que me lancé sobre Wook para estorbar en su trabajo. Tampoco tenía idea de que hacer, jamás en mi vida me había subido a un puto avión.

—¡Quítate, Hyun! —gritó el hombre mientras me empujaba, y a pesar de que intenté aferrarme a él, Jayhun y Jisu me llevaron hacia atrás —. ¡No te compartes como un estúpido niño, ya eres un hombre!

—¡Y cómo soy tan hombre quiero ir y ayudar a mi novio! ¿Acaso no piensan en salvarlo? —me dejé caer sobre el piso de la cabina sintiendo las lágrimas bajar por mis mejillas.

Eso no servía de nada. Llorar y lamentarme no servía de nada. Hyuk habría hecho algo, yo mismo era capaz de hacer algo. ¿Pero qué? ¿Ir contra todos y arriesgarme a perderlos? ¿O comportarme como aquel idiota de hace cinco años que solamente deseaba morirse? Aquel que no le importaba nada, aquel que no tenía nada y hoy lo tiene todo.

Pero no tienes nada

Con mi puño golpeé el suelo del avión, deseando que se cayese en ese mismo momento. Que alguien me escuchase y pudieran ver la traición que significaba irnos. Habré estado menos de diez segundos hasta que con cuidado me levanté del suelo, empujando a Jayhun que se aproximaba a detenerme y a Jisu que parecía querer abrazarme.

El Rey de los Monstruos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora