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El lunes al final de la clase Karl es el primero en llegar al club. Va a arreglar sus cosas cuando nota la pintura al lado de la suya, en otras palabras, la pintura de George.

Se detiene un momento a observarla sintiendo una mezcla de emociones apuñalando su pecho. Por una parte no puede dejar de pensar en lo hermosa que está aún sin haberla acabado y en otra parte no puede evitar sentir el dolor que le transmite.

La pintura no es más que un chico, al que puede entender como George mismo, en el suelo completamente desnudo en posición fetal y lleno de rasguños. Aquel chico está al lado de una cama con manchas de sangre. En el suelo se refleja la sombra de un hombre y alrededor de la pintura hay manos con intenciones de tomarlo, mientras que en las paredes hay ojos viendo hacia su dirección.

Karl sale del club dejando sus cosas allí. Mira hacia todos lados hasta que se encuentra con aquellos dos chicos que parecían tener una conversación amistosa.

—¡Hey! —lo llama, mientras se acerca a ellos— ¿Podemos hablar?

Dream voltea al igual que Sapnap.

—¿Conmigo? —pregunta Sapnap, emocionado de que Karl quiera hablar con él.

—No, no. Quiero hablar con Dream.

Sapnap oculta cualquier rastros de emoción.

—Claro. Dime —dice algo incómodo.

—El club de artes va a presentar una exposición de pinturas para el aniversario de la institución. Yo sé que ya no hablas con George y que no son amigos, pero te agradecería si pudieras ir a ver al menos su pintura.

—¿Por qué tendría que ir?

—Porque eres una persona especial para él, aunque ya no hablen. Estoy seguro que le gustará verte ahí y también estoy seguro que te sorprenderá su pintura.

—Veré si puedo ir. No prometo nada.

—¡Gracias!

Karl ya estaba por regresarse al club cuando Sapnap lo toma de la muñeca.

—Karl, esto... lo siento por lo de la feria. No sabía que George era tu novio y tampoco quería ser tan... descarado. Perdón.

—No te preocupes, George no es mi novio —admitió con una sonrisa nerviosa—. Acepto tus disculpas, pero no quiero nada contigo. Espero que puedas entenderlo.

—¿Por qué? ¿Qué no te gusta de mí?

—Nunca voy a salir con nadie que haya tratado o trate mal a mis amigos. George es una persona muy importante para mí y no reemplazaré mi amistad con él por tener sexo contigo.

—Yo no quiero solo sexo contigo, quiero amarte, Karl.

—Eso dicen todos. Lo siento, pero tengo que volver al club.

Karl se aleja con una dulce sonrisa como si no acabara de decirle sus verdades a Sapnap hace unos instantes.

—¿Aún crees que vas a llevarlo de pareja a la fiesta de graduación? —se burla Dream.

—Cállate.

...

George se dirige al baño y busca sus pastillas en su mochila solo para darse cuenta que le quedaban muy pocas. Tal vez podría ir a comprar con el dinero que le había robado a su madre.

Toma la pastilla sin pensarlo mucho y sale del baño de lo más normal para dirigirse al club.

Cuando está por ingresar escucha la voz de Hannah discutiendo con quien parece ser Karl.

—La exposición es el viernes y creo que todos estamos de acuerdo que Callahan es el mejor del club y sin él... no vamos a tener el mismo resultado.

—Nosotros también tenemos talento. Tú tienes talento, Sylvee tiene talento, George tiene talento. No puedes decir que Callahan lo es todo cuando nosotros también tenemos mucho por dar, Hannah.

—Lo sé, pero no es lo mismo.

—No vamos a cancelar la exposición solo porque alguien falte.

—Haz lo que quieras. De todas formas, nadie irá a la exposición.

Hannah sale del club y se choca con George.

—Deberías irte también —le dice Hannah, pasando por su lado.

George se queda inmóvil hasta que Karl aparece frente suyo.

—No le hagas caso. Ha estado estresada todo el día. El dinero para la fiesta de graduación sigue siendo muy poco y Callahan se ha "desaparecido". La exposición sigue en pie, así que puedes quedarte a terminar.

—¿Qué pasó con Callahan?

—Creo que nada del otro mundo. No lo aceptaron en la escuela de arte que quería y está bajoneado por eso. Dice que no quiere volver a pintar. Creo que iré a verlo después del club.

—¿Puedo ir contigo?

—Supongo que sí. Seguro le agradará saber que cuenta con sus amigos. Por cierto, me encanta como está quedando tu pintura. Estás haciendo un gran trabajo.

—¿Tú crees?

—Lo creo. ¿Has pensando dedicarte a eso?

—La verdad es que ni siquiera he pensado en qué haré después de graduarme. No es como si fuera bueno en algo y tampoco tengo una pasión.

—¿Qué hay con la pintura?

—Me gusta, pero no al punto de querer dedicarme a ello.

—¿Y cuándo vas a pensar en tu futuro?

—No lo sé. Sinceramente no creí llegar tan lejos —admite, un poco nervioso—. No soy suficiente. No sirvo para nada y... ¿para qué seguir si no tienes un motivo?

—George —Karl lo toma de los hombros—, ¿de verdad crees que no sirves para nada, de verdad no tienes ningún motivo para seguir aquí?

—Sí, no soy nada. Ya ni siquiera sirvo para dar placer, ¿entonces qué me queda?

—Vivir la vida que perdiste.

—¿Y cómo se supone que lo haga? No tengo nada y no tengo a nadie. ¿Qué vida, Karl, qué vida? —su voz se quiebra por un momento— Desde que nací tenía mi destino marcado. No pude hacer nada para cambiarlo. Tengo la vida que tengo porque es lo que me tocó.

—Eso puede cambiar.

—¿Cómo?

—Empieza contigo. No esperes nada de los demás si no puedes cambiar tú. Se que va a sonar tonto lo que voy a decir, pero tienes que dejar de pensar que tu vida ya se acabó y que todo está perdido. Hay personas que te quieren y yo soy una de esas. No te des por vencido. Puedo sujetar tu mano el tiempo que desees, pero no te rindas.

Había conseguido lo que podría llamar un amigo.

Sweet Home [Dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora