George regresa a su club y actúa como si nada hubiera pasado hasta que acaba la hora y aparece Dream con Sapnap en la puerta.
—¿Te divertiste hoy? —le pregunta Dream antes de darle un beso en la mejilla.
—Sí. Estas semanas van a ser mucho más tranquilas. No sabía que me ibas a esperar.
—Pues me quedé un rato hablando con Sapnap, ya que él también quería esperar a Karl.
—Ya veo. Quería ir a la farmacia un rato para comprar mis medicamentos. Si quieres puedes acompañarme o te alcanzo después en tu casa.
—Vamos juntos.
La parejita sale de la clase y Sapnap se queda aún parado en la puerta viendo a Karl guardar sus cosas.
—¿Te vas a quedar todo el día ahí? —pregunta Karl, burlándose un poco de él.
—No creo que tardes mucho. Dream y George están saliendo, ¿no?
—Sí, George nos lo ha contado hoy. Se ven muy lindos juntos.
—¿Eso significa que ya no te gusta George?
Karl suspira y termina de guardar sus cosas antes de colgarse la mochila sobre los hombros.
—No lo sé. Estoy feliz por él y por darse la oportunidad de tener una relación con alguien a quien verdad ama. Sin embargo, estoy un poco dolido aún. Supongo que con el tiempo ya estaré bien.
—Y... sobre lo que hablamos ayer en tu casa... ¿Qué opinas de mí ahora?
—Eres atractivo físicamente, no te voy a mentir. Había algo en tus palabras ayer que me hicieron sentir como un tonto enamorado y que si me hubieras pedido matrimonio te hubiera dicho que sí —Sapnap sonríe al ver los ojos brillos de Karl—, pero no sé qué me pasa. Tú no eres George.
—Y tú tampoco eres Dream.
—Lo sé. Por eso sé que entenderás cómo se siente cuando la persona que te gusta le gusta alguien más —el brillo de sus ojos se convierte en lágrimas al instante.
—¿Quieres que te acompañe a casa?
—Mi mamá va a gritarte de nuevo —dice, mientras limpia sus lágrimas.
—Me quedaré afuera. Solo quiero asegurarme que llegues bien.
Karl asiente con la cabeza y toma a Sapnap del brazo como si fuera un niño pequeño.
...
Ambos llegan a la farmacia. George un poco más tranquilo que otras veces, hasta que llega la hora de pegar y trata de sacar los billetes de su bolsillo de manera casual.
—¿No tienes billetera? ¿Deberíamos ir a comprarte una después?
—Sí tengo. La debí haber olvidado en casa de mi madre —dice nervioso, al mismo tiempo que agarra sus medicamentos—. ¿Nos vamos?
—¿No quieres ir a casa de tu madre para recoger tu billetera?
—No, no. Ya iré otro día. Es un poco tarde.
—¿Me estás ocultando algo, George?
—No, te prometo que no. Ya no hay más secretos entre nosotros.
—Está bien. Puedes confiar en mí para cualquier cosa, Gogy. No lo olvides, ¿sí?
Este simplemente asiente repetidas veces mientras muerde su labio inferior por los nervios. Dream no tenía porqué enterarse de lo que había hecho.
...
Al día siguiente, a primera hora de la mañana aparecen los delegados de cada sección con el frasco a medio llenar. Hannah es la que se ve más molesta, seguida de Karl y luego estaba Sylvee que parecía haber llorado demasiado, debido a sus ojos hinchados.
—Acabamos de revisar el frasco como lo hacemos diariamente —empieza a hablar Hannah— y resulta que alguna o algunas personas han logrado robar gran parte del dinero del frasco. Si el culpable o los culpables no devuelven el dinero, la fiesta de graduación será cancelada.
Rápidamente todos comienzan a gritar y a reclamar creando un gran bullicio.
—Por favor, cállense todos. Si alguien vio algo o alguien quiere admitir que robó el dinero puede decirlo ahora, sino tendré que avisar al director ahora mismo que tome las medidas necesarias para expulsar al delincuente de este cometido.
A George le empiezan a sudar las palmas de la mano. ¿Y si Sapnap lo delataba? Sabía que Sapnap sería capaz de hacerlo, ni siquiera le agradaba como para que tuviera piedad.
—¿Van a decir algo?
George está a punto de llorar cuando ve a Sapnap ponerse de pie. Incluso cree que está apunto de vomitar ahí mismo o desmayarse. Se arrepiente tanto de robar el dinero, pero no tenía otra opción. No podía imaginar ni lo decepcionado que estaría Dream. Seguro lo odiaría con su alma y lo dejaría en la calle por ser un mentiroso y ladrón. Karl ni siquiera le volvería a hablar. Solo quería regresar en el tiempo y arreglarlo.
—Yo robé el dinero.
El corazón de George se detiene por un instante. ¿Qué acababa de decir Sapnap.
—Pueden odiarme todo lo que quieran, pero necesitaba ese dinero. Mi madre está gravemente enferma y no tenía opción. Lo siento por cagarles su estúpida fiesta.
Y aunque muchos se apiadan de la triste, aunque inventada, historia de Sapnap, muchos otros lo insultan a más no poder.
—¿Sapnap, podemos hablar un rato contigo afuera, por favor? —le dice Karl, quien ya no parece estar tan molesto.
Sapnap se levanta de su asiento. Algunos de sus compañeros le ponen el pie para que se caiga e incluso le tiran libros, pero a este no parece importarle.
Los tres delegados y Sapnap van afuera de la clase de lo más callados hasta apartarse del bullicio.
—Sapnap, lamentamos lo de tu madre. Si necesitas más dinero puedes tomarlo. La vida de una persona es mucho más importante que una fiesta de graduación —le comunica Hannah.
—Gracias, pero no. Mi madre está bien. De hecho, ni siquiera fui yo quien robó el dinero.
—¿Entonces quién fue?
—No se los voy a decir. No sé porqué lo habrá hecho, pero confío en que no lo ha hecho con un mal propósito. Si puedo ayudar de alguna forma a recolectar más dinero solo díganmelo. Estoy dispuesto a ayudar.
—Gracias, Sapnap. Aunque dudamos mucho recolectar todo el dinero perdido. Puedes regresar a tu clase.
Sapnap se da media vuelta, pero Karl lo toma de la muñeca.
—Ni creas que por portarte bien vas a tenerme.
—No lo hice por ti, Karl. Tampoco tengo el alma tan podrida.
—¿Quién robó el dinero?
—No voy a decirte.
—¿Fue Dream?
—No te lo voy a decir. Lo siento, pero tengo clase.
—George es mi amigo y no quiero que esté con un ladrón.
—¿Quieres que te diga la verdad?
—Sí.
—Fui yo y me gasté el dinero en drogas.
Karl rueda los ojos.
—Estás mintiendo.
—Piensa lo que quieras, pero no hagas tus estúpidas suposiciones.
ESTÁS LEYENDO
Sweet Home [Dreamnotfound]
FanfictionDream, un chico extremadamente problemático es inscrito por su madre al coro de la iglesia con la esperanza de que su comportamiento mejore, conoce a George, un monaguillo -que por alguna razón que todos desconocían- vivía en la iglesia. Sorprenden...