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Después del juicio Dream invita a George y a todos para ir a su casa a celebrar, pero George se niega rotundamente con la excusa que debía ir a algún lugar pronto. Aunque todos le preguntan adónde irá o si pueden acompañarlo, él solo les dice que tiene que irse pronto.

—¿No quieres que te acompañe? —le pregunta Dream, muy preocupado.

—No te preocupes, quiero ir solo. Solo iré a ver a mi madre.

Dream voltea a ver a Karl y este simplemente se encoge de hombros sin saber qué hacer.

—Por favor llámame en cuanto puedas.

—Lo haré.

George comienza a caminar con paso acelerado hacia casa de su madre. Incluso la llama en camino y le contesta, pero esa no es la voz de su madre, es la voz de su psicóloga que también es amiga de su madre.

—¿Dónde está mi mamá? —pregunta sin rodeos.

—Está aquí conmigo, George.

—¿Está bien?

—Es un poco complicado. No es nada grave, así que no te pongas nervioso. Me gustaría hablar contigo en persona ahora. ¿Estás en camino?

—Llego en cinco minutos.

—Te esperamos aquí. Ve con cuidado.

George corta la llamada y se obliga a no llorar. Si su psicóloga decía que no era nada grave, entonces debía creerle. Se sentía tan culpable de dejarla sola tantos días. Tal vez así su madre estaría bien, podría haber asistido al juicio y todos estarían celebrando. Pero no podía celebrar si no estaba seguro que su madre estaba bien.

Llega a casa y ve a su madre, su psicóloga y una mujer más que no logra reconocer sentadas en los sofás de la sala.

—George, por favor, toma asiento —le dice la desconocida.

Se sienta en uno de los sofás libres y se queda viendo a su madre llorando en silencio y con la mirada fija en él suelo.

—Soy la terapeuta de tu madre. He estado estás últimas semanas tratándolo y aunque a veces sentía que estábamos avanzando me he dado cuenta que tu madre está atrapada en un círculo vicioso del que no va a ser fácil salir solo con terapia, así que le he recomendando ingresarla a un centro de rehabilitación. Ella está de acuerdo con eso, pero todos sabemos que ella es tu única familia y eres menor de edad aún sin ningún tipo de ingresos. Te podemos buscar un hogar temporal hasta que tu madre salga.

—Me dan unos minutos. Tengo dos amigos que me han acogido en sus casas. Tal vez pueda quedarme con ellos. Déjenme hablar con ellos, por favor.

George se levanta y se encierra en la cocina antes de llamar a Dream que contesta al instante.

—¿Todo está bien, George?

—Algo así. Van a internar a mi madre en un centro de rehabilitación por sus adicciones.

—Mierda —murmura Dream—. Eso es muy fuerte.

—Sí... ¿Crees que podría quedarme en tu casa durante ese tiempo? Si no puedo no hay problema.

—George, eres más que bienvenido a mi casa. Ven y quédate el tiempo que quieras.

—¿Tus padres estarán bien con eso? No quiero ser una molestia.

—Te juro que están bien con que te quedes. Mi padre estará feliz de verte de nuevo.

—Gracias, Dream.

—Gracias por confiar en mí. Te estaremos esperando.

—Nos vemos más tarde.

George sale de la cocina anunciando que ya tenía un lugar donde quedarse.

—Es perfecto. De todas formas, si tienes algún percance se lo puedes comunicar a tu psicóloga y ella se comunicará conmigo. Si quieres puedes despedirte de tu madre.

No tarda en lanzarse en los brazos de su madre e intentar calmar su llanto. Va a extrañarla y mucho, pero si decían que eso era lo mejor para ella, entonces no se iba a oponer.

—Te amo mucho, mi pequeño. Lo siento demasiado por ser una carga para ti todas estas semanas. Lamento no ser la mejor madre y no cuidarte lo suficiente. Eres un gran hijo y no me imagino mi vida sin ti. Nunca olvides lo mucho que te ama tu mamá.

—Tampoco olvides lo mucho que te amo. Pronto los dos estaremos bien y tendremos la hermosa vida que merecemos.

Cuando todos se van y queda el solo puede sentir el vacío de la casa invadiéndolo. Es su casa, pero nunca se sintió suya; nunca nada se ha sentido suyo, ni siquiera su vida.

Empaca todas sus cosas aunque no son muchas. Nadie dijo que sería fácil, pero tampoco dijeron que sería imposible. A veces solo tiene que mirar atrás y darse cuenta de lo mucho que ha mejorado todos esos meses junto a Dream, sus amigos y su madre.

...

—Bienvenido a tu casa de verano —lo recibe Dream con una hermosa sonrisa, aunque su casa sea la misma de siempre—. Por aquí tenemos a unos de nuestros clientes más frecuentes —señala a sus hermanos— y por aquí uno de mis socios —señala a su padre—. Si viene para acá encontrará su habitación que lamentablemente tendrá que compartir conmigo por el bajo presupuesto.

George solo sonríe al escuchar la forma divertida en la que Dream describía su casa por más que ya la conociera demasiado bien.

—El servicio cuenta con desayuna, almuerzo y cena. Se pueden traer invitados con previo aviso y creo que eso sería todo. ¿Qué le parece?

—Me encanta —dice, dejándose caer sobre el colchón de la cama.

Sin duda estar con Dream era la solución perfecta para hacerlo olvidar de todo lo malo en segundos. Era su lugar seguro y su lugar feliz; era su hogar, su dulce hogar.

...

TAMPOCO ES EL FINAL. GRACIAS.

Sweet Home [Dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora