Sweet Home [Dreamnotfound]

30

El evento deportivo había empezado desde temprano. Todos los chicos de la escuela estaban preparándose para sus partidos y competencias. Algunos otros solo habían ido a animar a sus amigos.

George daba vueltas por todo el campus buscando a sus amigos o por lo menos a uno de ellos.

—¡George! —lo llama Sapnap, alzando sus manos para que lo vea.

Corre hacia él un poco desconfiado.

—Dream y Karl se han ido a cambiarse. Dicen que ya vienen. ¿Quieres venir conmigo?

—Creo que los esperaré aquí.

—Vamos, George. Todos se llevan bien menos tú conmigo.

—¿No será porque has hablado mal de mí por años y nunca me has pedido disculpas?

—Bien, bien, bien. Lo siento por mis malos comentarios. Listo. ¿Ahora si vienes conmigo?

—Está bien —dice no del todo convencido.

Sapnap lo lleva hasta el gimnasio donde ya están los dos primeros equipos que van a jugar. Lo lleva hasta las graderías y se suben en la parte más alta.

—La verdad es que no te traje aquí solo para que no estés solo —admite Sapnap—. Karl es un tipo increíble y de verdad siento que estamos avanzando muy bien. Tengo miedo de arruinar lo que estamos formando si es que soy muy apresurado.

—¿Y eso qué tiene que ver conmigo?

—Eres su amigo y lo debes conocer mejor que yo. ¿Crees que se molestará si le pido ser mi novio en la fiesta?

—No lo sé... ¿Le gustas o simplemente ya no le desagradas?

—Creo que podría gustarle. ¿Él no te habla sobre mí?

—Todo el tiempo. Últimamente solo cosas buenas de ti. Lo estás haciendo muy feliz ahora. No he hablado con él sobre temas como el amor y esas cosas, así que no te puedo decir mucho en ese aspecto. Solo quiero que cuides su corazón, porque así como lo haces feliz fácilmente, también puedes lastimarlo así de fácil.

—Puedes estar seguro de que Karl estará en buenas manos. Y hablando de Karl... justo está allí —dice, señalando la puerta.

Dream y Karl entran al gimnasio vestidos con sus uniformes a excepción del casco que lo llevan en su mano.

Ambos se acercan a ellos y se sientan una grada más abajo.

—¿Qué tal? ¿Tardamos mucho? —pregunta Dream.

—No tanto. George dice que está emocionado por verte jugar.

—Yo no dije eso.

—Claro que sí. Bueno, mi partido está por empezar —Sapnap baja las graderías para ir con su equipo—. ¡Nos vemos!

Los tres se quedan callados hasta que Dream rompe el silencio.

—Iré por algo de beber, ¿vienen conmigo?

—Yo voy —dice George inmediatamente.

—Yo me quedaré a ver a Sapnap. Me avisan cuando nuestro partido esté por empezar.

Dream y George salen del gimnasio, ambos sin decir palabra alguna al otro. Aunque fueran amigos otra vez, no se sentía igual. Había una tensión que no podían ocultar.

—Ayer hablé con mi mamá —menciona George—. Comenzaré mi terapia la próxima semana. Ella también irá a terapia y está buscando un nuevo trabajo.

—Me alegro por ustedes.

—Dream... no me gusta esto —el más alto se gira a verlo sin entender de qué hablaba—. No me gusta fingir que estamos bien cuando en realidad ambos estamos incómodos con la presencia del otro. Siento que soy una molestia para ti, y probablemente no sea así, pero mi mente quiere jugar así conmigo para hacerme sentir mal. Estás comportándote raro y no me gusta. Si hay algo que estoy haciendo mal o hay algo que te preocupa, dímelo. Tú dijiste que la confianza era muy importante en todo tipo de relaciones.

—No quiero hacerte sentir mal.

—Te prometo que no me sentiré mal.

Dream lo mira a los ojos, aquellos ojos tan hermosos y oscuros que podría perderse en ellos. George es tan frágil y le da miedo romperlo. Aunque solo sean amigos, aún lo ama, y no pierde la esperanza de algún día poder ser más que amigos.

—¿Haz notado lo felices que están Karl y Sapnap?

—Creo que es demasiado obvio.

—Claro que lo es. Es como si de la noche a la mañana hubieran dejado de insultarse a convertirse en los mejores amigos e incluso creo que pronto se harán novios —Dream suspira—. Me dan un poco de envidia. Lo tuvieron muy fácil casi todo y se les ve bien juntos. Ellos probablemente no tendrán problema en besarse y ellos jamás tendrán problema en tener relaciones. No quiero decir que es tu culpa que nuestra relación siempre sea muy lenta, pero a veces siento que tu ritmo es mucho más lento que el mío —pasa su mano por su cabello tratando de calmarse—. No me hagas caso. Solo estoy frustrado.

George muerde su labio inferior para no llorar. ¿Le dolía? Obviamente, pero no podía culpar tampoco a Dream. Ninguno de los dos tenían la culpa.

—Te entiendo, Dream. Yo también a veces desearía besarte todo el tiempo y también he pensado más de una vez en hacerlo contigo. Solo que no es tan fácil decirlo como hacerlo. Así que está bien si quieres probar con alguien más, si quieres besarte con alguien más. Somos amigos ahora y estás en tu derecho.

—George, eres demasiado bueno para todo lo que te ha pasado, ¿lo sabes? Si yo hubiera estado en tu lugar, probablemente ya no estaría aquí. Eres demasiado valiente.

George finge una sonrisa. Si tan solo Dream supiera lo muerto que estaba por dentro.

Pocos minutos después ya estaban en el campo donde se iba a llevar a cabo el partido de fútbol americano. George se quedó solo viéndolos desde las graderías. Dream se veía muy feliz jugando y se notaba que era muy bueno. A veces se preguntaba si había algo en lo que fuera bueno y feliz al mismo tiempo; si algún día encontraría su pasión.

...

A una semana de los exámenes finales, lo único por lo que todos de último estaban preocupados era por la fiesta de graduación. Era lunes por la mañana y faltaba un minuto para que empezaran las clases.

En ese momento entran los tres delegados con el frasco hasta el tope.

—Buenos días, chicos —saluda Hannah a toda la clase—. Venimos a decirles que hemos logrado conseguir todo el dinero para la fiesta. Les agradecemos por su apoyo y participación en todos los eventos. Si alguien quiere ayudar a decorar es bienvenido. Nos vemos en la fiesta.

Todos saltan y gritan de alegría. La mayoría ya tenía con quien ir y estaban ansiosos por el gran día. Era el fin de una gran etapa y nadie quería perdérsela.

—Solo pido aprobar los exámenes —murmura Dream.

—Amén —responde Sapnap.