XIV

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—Debiste quedarte callada cuando Regulus tapo la boca —le dijo Blaise a su amiga cuando ella estaba apunto de irse al castigo de Umbridge.

—Tú hubieras hecho lo mismo si ella hubiera hablado de tu madre —ataco, mientras Zabini hacía una mueca de que lo haría—. Bien, ahora me voy al castigo de esa vieja cara de sapo.

—Suerte —le dijo Stanley.

—No dices que tal te va —dijo Pansy.

Camino rumbo al despacho de Dolores Umbridge de mala gana; al estar enfrente de su puerta toco, escuchando un "adelante" de su parte. ____________ miró con cierto asombro de horror el despacho. Todas las superficies estaban cubiertas con fundas o tapetes de encaje. Había varios jarrones llenos de flores secas sobre su correspondiente tapete, y en una de las paredes colgaba una colección de platos decorativos, en cada uno de los cuales había un gatito de color muy chillón con un lazo diferente en el cuello, lo cuales era muy feos.

Sin duda extrañaba cuando era el despacho de su padre y en ocasiones iba a comer con él, donde le enseñaba las nuevas criaturas que verían en su clases.

—Buenas tarde, señorita Lupin —la saludo con cierto voz chillona.

La chica la miró unos segundo, y solo hizo una mueca en forma de saludo, mientras Umbridge la miró seria y carraspeo ligeramente, pero la chica no se mutuo, así que volvió hacer aquel sonido de forma fuerte.

—¿Se encuentra enferma, profesora? —dijo de forma divertida, sabía que lo que quería era que también la saludara—. Sabe, mi madre es Sanadora, puedo decirle que la cheque —sonrió de forma sarcastica mientras la mujer pareciera a punto de gritarle.

Antes de que le dijera algo, alguien toco la puerta, así que Umbridge lo dejo entrar; ambas miraron a Harry Potter, quien miraba el despacho con cierta mueca, para después mirar a su amiga.

—Buenas tardes, señor Potter.

—Buenas tardes, profesora Umbridge —repuso con frialdad el chico, mientras Umbridge volvió a morir a la chica.

—Ah, eso, si —dijo ________ como si le refrescaran la memoria—. Buenas tardes, profesora Umbridge.

—Siéntense, por favor —les indico las mesitas que estaban cubiertas de un mantel de encaje

Sobre las mesas habían un trozos depergaminos en blanco; ___________ resignada a que los haría hacer planas se sentó, pero noto que Harry se quedaba ahí de pie, así que lo miró.

—Esto... —empezó él sin moverse—, profesora Umbridge... Esto..., antes deempezar quería pedirle... un favor —Umbridge entrecerró los ojos.

—¿Ah, sí?

—Sí, mire... Es que estoy en el equipo de quidditch de Gryffindor. Y el viernes alas cinco en punto tenía que asistir a las pruebas de selección del nuevo guardián, y me gustaría saber si... si podría librarme del castigo esa tarde y hacerlo... cualquierotra tarde...

—¡Ah, no! —replicó la profesora Umbridge esbozando una sonrisa tan ampliaque parecía que acabara de tragarse una mosca especialmente sabrosa—. No, no, no. Lo he castigado por divulgar mentiras repugnantes y asquerosas con las que solo pretende obtener notoriedad, señor Potter, y los castigos no pueden ajustarse a la comodidad del culpable. No, mañana vendrá aquí a las cinco en punto, y pasado mañana, y también el viernes, y cumplirá sus castigos como está planeado. De hecho, me alegro de que se pierda algo que desea mucho. Eso reforzará la lección que intento enseñarle.

—Buen intento —le murmuró la chica.

Ambas volvieron a mirar a Harry, que tomo todo su esfuerzo de no decir algo más, así que tomo haciendo en la otra mesita.

Tomorrow - Regulus BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora