Tomorrow - Regulus Black

XVIII

—¿Adónde vas? —le preguntó Blaise a su amiga cuando la vio levantarse de su lugar.

—Saldré.

—¿Con quién? —siguió preguntando—. ¿Y por qué no me llevas?

—Iré con Regulus a una sesión de besos —respondió con sarcasmo—. ¿Te nos unes?

—No veo porque no —respondió con una sonrisa.

—Que asquerosos —dijo Pansy mientras su amiga reía.

—¡Que viva el poliamor! —gritaron los dos de forma divertida, mientras los alumnos que estaban en la sala común de Slytherin los miraban raros.

___________ siguió su camino rumbo a la salida de la Sala Común de Slytherin, por fin sería la primera clase con Harry como profesor. Trato de esquivar los pasillos que Draco y Stanly utilizarían de regreso de su entrenamiento de quidditch. Fue al séptimo piso, justo dónde esta el tapiz de Bárnabas el Chiflado. Vio una puerta y entró, mostrandose sorprendida.

Era una amplia estancia en la que ardían parpadeantes antorchas, las paredes estaban cubiertas de estanterías de madera, y en lugar de sillas había unos enormes cojines en el suelo. En unos estantes, en la pared del fondo de la sala, se veían una serie de instrumentos.

—Si que Dobby tuvo una gran idea de donde pudieras dar las clases —le dijo a Harry.

Mientras iban llegando los demás miembros, se acercó al estante donde se encontraban los libros, tomando uno al azar.

—¿Queriendo aprender lo teorico antes de lo practico? —preguntó Regulus que se había acercado a ella al verla sola.

—Créeme que te podría ganar en combate —le dijo con una sonrisa desafiante.

—Eso está por verse —le sonrió aceptando el reto.

Escucharon como Harry cerraba la puerta con seguro, así que la chica dejo el libro en su lugar, mientras Regulus le hacía una seña que pasara ella primero y se sentaron en uno de los cojines que habían desocupados, junto a los demás miembros.

—Bueno —dijo Harry un poco nervioso—. Éste es el sitio que hemos encontradopara nuestras sesiones de prácticas, y por lo que veo... todos lo aprueban.

—¡Es fantástico! —exclamó Cho, y varias personas expresaron también suaprobación.

—Qué raro —comentó Fred echando un vistazo a su alrededor con la frente arrugada—. Una vez nos escondimos de Filch aquí, ¿te acuerdas, George? Pero entonces esto no era más que un armario de escobas.

—Oye, Harry, ¿qué es eso? —preguntó Dean desde el fondo de la sala, señalandolos chivatoscopios y el reflector de enemigos.

—Detectores de tenebrismo —contestó Harry, y fue hacia ellos sorteando los cojines—. Indican cuándo hay enemigos o magos tenebrosos cerca, pero no hay que confiar demasiado en ellos porque se les puede engañar... —Miró un momento en el rajado reflector de enemigos; luego se dio la vuelta—. Bueno, he estado pensando por donde podríamos empezar y... —vio una mano levantada—. ¿Qué pasa, Hermione?

—Creo que deberíamos elegir un líder —sugirió ella.

—Harry es el líder —saltó Cho mirando a Hermione como si estuviera loca.

—Sí, pero creo que deberíamos realizar una votación en toda regla —afirmó Hermione sin inmutarse—. Queda más serio y le confiere autoridad a Harry. A ver, que levanten la mano los que opinan que Harry debería ser nuestro líder.

Todos levantaron la mano, incluso Zacharias Smith, aunque lo hizo sin entusiasmo.

—Bueno, gracias —dijo Harry, que tenía las mejillas ardiendo—. Y... ¿qué pasa,Hermione?