Tomorrow - Regulus Black

LXIV

__________ escuchaba junto con los demás miembros de la Orden sobre el plan de llevar a Harry desde Privat Drive hasta la madriguera; no sabía exactamente que tan buena idea sería ir en escobas, thestrals o en el caso de Hagrid, en la moto que Sirius le había dado.

Tomo la mano de Regulus con cierta preocupación, pues una vez terminando el reunión, sería quien le daría la información a Lord Voldemort.

—Entonces ya saben sus parejas —bramo Ojoloco.

Aquello indicaba que la reunión había terminando, aumentando el nerviosismo de la chica; miró a Regulus, quien negaba con la cabeza, pues notaba que Ojoloco los miraba en ese momento con su ojo magico.

—En unos días tendremos a Harry con nosotros —menciono Ron yendo a su lado—. Será peligros, ¿no? —los miró nervioso.

—Lo será —suspiró la chica, miró de manera rápida la madriguera, habían dejado de prestarle atención.

—Debo ir a hacer unas cosas —menciono Regulus solo para ellos—. Nos vemos, Ron.

El pelirrojo se desconcerto, pero solo observo como su amigo besaba a ____________ y se escabullía por la puerta sin ser visto.

—¿Qué fue eso? —preguntó desconcertado Ron.

Pero la chica no tuvo que inventar algo, porque Fleur había ido por ella, para terminar los últimos detalles de la boda.

Regulus había llegado a la Mansión Malfoy, habría una reunión y era el mejor momento para darle aquella información al Señor Tenebroso. En todo el camino para llegar al salón pensó en lo que diría, pues no solo hablaría sobre el traslado de Harry Potter, sino también de aquella chica misteriosa que Voldemort empezaba a tener mucha interes y que claro la quería a su lado si era tan buena como decía.

Al entrar, todos los que estaban sentados en aquella mesa larga guardaron silencio; la única luz de aquel salón era el fuego de la chimenea. Cuando sus ojos se pudo acostumbrar a aquella penumbra, miró la mesa de forma rápida, dándose cuenta que Stanley estaba sentado al lado de los Malfoy, y a su lado estaba un rubio que no había visto jamás, pero lo miraba también.

Entonces miró aquella figura humana colgaba cabeza abajo y giraba despacio sobre la larga mesa, estaba inconsciente, segundos fueron para que pudiera identificar aquella mujer, era una profesora de Hogwarts.

—Regulus —habló una voz potente desde la cabecera de la mesa—, casi llegas tarde —miró ahora a Voldemort—. Aquí —señalando el asiento que tenía a su derecha.

El chico empezó a caminar sin dudar a donde le había indicado Voldemort, con las miradas sobre él.

—¿Ese quien es? —murmuró casi inaudible aquel rubio a Stanley, pero este no le respondió, solo miraba a Regulus.

Al sentarse, miró de reojo a Snape, que estaba a su lado, se notaba su molestia, como si estuviera arruinando sus planes, lo cuál no le importaba.

—¿Y bien?

—Mi señor, la Orden del Fénix planea sacar a Harry Potter de su actual refugio el próximo sábado al anochecer.

Aquellas palabras hicieron crecer el interés de todos en la mesa; Draco y Stanley se miraron unos segundos, a decir verdad ellos no sabían que planes tenía Regulus, no tenía mucho tiempo para hablarlo.

—Conque el sábado... al anochecer —repitió Voldemort, mirandolo fijamente a los ojos del chico, quien le sostuvo la mirada con calma, para instante después, Voldemort esbozará algo parecido a una sonrisa—. Bien. Muy bien. Y esa información procede...