Tomorrow - Regulus Black

LXVI

La chica empezó a lanzar hechizos mientras Henry hacía lo mismo agregándole un plus que maniobraba la escoba donde iban. Cinco mortifagos los seguían de cerca, así que ella derribo uno del lado izquierdo y el rubio del lado derecho.

—¡Maldita sea! —gritó Henry cuando tuvo que esquivar otro mortifago que llegaba por enfrente.

La chica tuvo que agarrarse de Henry soltando un grito de sorpresa, mientras tomaba con fuerza su varita para no soltarla; de reojo pudo ver a Snape acercarse a ellos, así que no tardo en lanzarle un hechizo, que él esquivo y atacó hacía ella.

Henry también trato de lazarle un hechizo, pero Snape fue más rápido y lo ataco.

—¡Tu brazo sangra! —grito haciendo presión a su herida.

—¡Sostente! —respondió Henry tratando de ignorar su dolor.

____________ no entendí a que se refería; dejo de presionar el brazo de Henry y se aferro más a él cuando empezó a hacer maniobras con la escoba; ella debía que admitir que era muy bueno, porque los perdieron al cruzar el campo de protección que habían puesto alrededor de la casa de protección que llegarían.

La chica giro la cabeza para comprobar que estaban a salvo.

—Lo hicimos bien —dijo aliviada a Henry.

Pero este no respondió, parecía que se estaba quedando inconsciente, así que ella tuvo que tomarlo y manejar la escoba al mismo tiempo, lo cuál fue complicado al aterrizar, cayendo a dos metros en aquel pasto mojado.

Ella soltó un gemido de dolor mientras miró unos segundos el cielo oscuro; al girar la cabeza vio a a Henry a unos metro de ella, pero en su visión todo se movía mientras se arrastraba a él.

—Henry —murmuró al estar con él y escuchaba a personas saliendo de la casa—. Te voy a ayudar —dijo mirando su herida.

Rezan a recordar aquel hechizo que Snape utilizo con ella cuando le dieron el con sectumsempra, paso su varita por la herida y lo empezó a recitar, mientras sentía el dolor el su cabeza del golpe al caer.

—¿Qué haces? —escucho una voz que no reconoció del todo, porque al terminar con el hechizo se desmayó.

La castaña despertó de golpe, estaba recostada en uno sillón, en otro pudo ver a Henry, quien ya estaba despierto y alguien vendaba su brazo.

—Despertaste y ya eres tú —escucho la voz de un hombre y frente a ella estaba su abuelo.

—¿Estamos en su casa? —preguntó desconcertada mientras se sentaba, pues en realidad no sabía a que casa llegarían.

—Si —respondió Malcolm Manson mirando a su nieta—. ¿Estas bien?

—¿Y él? —preguntó mirando a Henry.

—Vendo su herida que no cerro del todo —respondió Stella.

___________ aun no entendía porque los ayudaba, así que se levantó del sillón, sintiendo un pequeño mareo y se volvió a sentar, con ayuda de su abuelo, que lo miraba preocupado.

—No debiste ayudarte en ese tonto traslado —comentó.

—Harry es muy valioso para el mundo mágico —respondió ella.

—Y tú lo eres para nosotros —replico su abuela terminando el vendaje de Henry—. El traslador se irá en cinco minutos —miró a su nieta—. ¿Segura que estas bien? —la chica asintió con la cabeza—. Bien.

Se levanto de su lugar y salió de la sala, junto con su esposo; ella los miró unos segundos, para después, aún con el dolor de cabeza, ir con Henry, que estaba pálido, pero le regalaba una pequeña sonrisa.