Only You Max.

charles y Carlos buscando chisme

Era sábado, día de prácticas. Sergio despertó con el suéter de Max en la mano, se había quedado dormido sin darse cuenta.
Al mirar su reloj, notó que eran las 7 de la mañana, y las prácticas comenzarían a las 9. Se levantó de un salto para prepararse, pero decidió hacer una parada en el restaurante del hotel para tomar café antes de empezar el día.

Al llegar, se percató de que Charles y Carlos ya estaban desayunando. Sergio quería evitarlos, ya que sus amigos eran tan propensos al chisme como Lando, y seguramente le preguntarían qué había sucedido la noche anterior.

- Carlos lo miró y gritó: "¡Sergio, aquí!"

Sergio cerró los ojos y frunció el ceño, indicando que preferiría no ser visto. Sin embargo, al darse cuenta de que ya lo habían notado, se volteó y saludó, tratando de aparentar inocencia.

Al llegar a la mesa, lo primero que preguntó Charles fue:

-"Cuéntanos qué pasó ayer que te dejamos solo con Max en el lobby."

-"Bueno, solo me pidió disculpas por cómo su padre se había dirigido a mí la noche anterior.
Después de eso, me propuso irnos juntos a la fiesta, pero, en fin, nada interesante", dijo tratando de cortar la conversación.

- "Lamento tener que irme, se me hace tarde. ¡Adiós!", añadió un poco incómodo.

Charles miró a Carlos y preguntó:         - "¿Tú crees que nos está ocultando algo?"

- "Seguramente, pero no te preocupes, siempre terminamos por enterarnos de todo", replicó Carlos.

Sergio estaba más extraño de lo normal.

Ese día, Sergio llegó temprano para finalizar la preparación de la estrategia que implementarían en las prácticas y posteriormente en la clasificación. Sin embargo, eso no era lo que realmente quería; simplemente deseaba ver a Max, quien por razones desconocidas ni siquiera lo había saludado al entrar.

Las prácticas comenzaron, y como de costumbre, Max lideraba el grupo, con Sergio en segundo lugar.

Cuando todo terminó, Sergio esperaba que Max le hablara, pero Max lo evitaba siempre que podía. Max sentía la misma necesidad, pero desafortunadamente, su padre estaba presente y ya le había advertido que no quería que estuviera cerca de Sergio.

Max se dirigió a su motorhome y, al enterarse, Sergio lo siguió hasta allí.

Max entró, y Sergio esperó unos minutos antes de tocar la puerta.

- "Hola Max, disculpa, te traje tu suéter. Gracias por prestármelo.

- ¿Quieres entrar?" preguntó Max.

- "Sí, por supuesto", respondió Sergio.

- "¿Quieres algo de tomar?

- ¿Tienes café?" preguntó Sergio con una sonrisa.

- "Café", cuestionó Max con una expresión de extrañeza en su rostro. "Lo siento, pero no tengo eso. No lo consumo. ¿Quieres un Red Bull?".

- "Sí, bueno, gracias", respondió Sergio.

Charlaron durante unos minutos, siendo la mejor parte del día para ambos, que no dejaban de pensar en cómo revelarse lo que realmente sentían.

Checo dejó el motorhome de Max unos minutos después, pero desafortunadamente, el padre de Max lo vio salir.

- "Max, ¿qué carajos hacía ese tipo en tu motorhome?" preguntó el padre de Max con preocupación.
- "Max, te lo dije acerca de ese tipo. Te advertí que no quería verte cerca de él."

Max no sabía qué responderle a su padre, a quien le tenía temor por su forma de tratarlo.

- "Papá, solo vino a felicitarme porque soy el mejor tiempo en la carrera", dijo Max titubeante.

- "Bueno, al menos lo reconoce, ese sinvergüenza", exclamó el padre de Max molesto. "Bueno, si solo era eso, está bien.
Apresúrate, debemos regresar al hotel. Necesito presentarte a alguien."

Horas más tarde, Sergio estaba de vuelta en el hotel, y para su sorpresa, Charles y Carlos lo estaban esperando para volver a preguntarle lo que no les había querido contar por la mañana.

- "Entonces, Chequito, cuéntanos", dijo Carlos poniendo cara de perrito regañado.

Ambos le suplicaron que les contara. Sergio les dijo:
- "Si les cuento, quiero que guarden silencio y no le cuenten a nadie, especialmente a Lando. Ustedes saben cómo es."

Ambos aceptaron, prometiendo no contarle a nadie.

Sergio les contó todo, con detalles de lo que había pasado en la fiesta. Incluso les contó cómo Max le había prestado su suéter y cómo regresó siendo abrazado por Max.

- Charles dijo con forma burlista:
- "Hay que tiernos, me derrito de tanto amor."

- "Por eso no me gusta contarles nada", expresó Sergio.

- "Bueno, ya saben lo que pasó, ahora dejen perseguirme como periodistas", añadió Sergio.

De repente, Max llegó con su padre, pero algo parecía fuera de lugar.
Max estaba acompañado por una chica que su padre le había presentado minutos antes.

Charles, Carlos y Checo quedaron atónitos al verlos.

- "¡Ahh, Checo... mira, ya tienes competencia", dijo Carlos.

Sergio lo miró de mala gana, un poco serio por lo que estaba presenciando.

- "Bueno", dijo el padre de Max, "los dejo. Espero que se caigan muy bien porque a mí me urge que mi hijo me dé un nieto."

Sergio escuchó todo, cada vez más molesto por lo dijo el padre de Max, pero ¿qué podía hacer? Solo era el compañero de Max.

- "Bueno, yo me retiro. Me voy a mi habitación", dijo Checo un poco triste y molesto a la vez.

- "Bueno, Sergio, no te preocupes, nosotros nos quedamos aquí a ver qué sucede", hablaron los dos chismosos.

- "¿Quieres que te mantengamos informado de la situación?" concluyó Charles.

- "¡Ahh... ya, mejor me voy", dijo Checo, moviendo la cabeza en negación.

Sergio subió a su habitación, sintiéndose un poco triste, con ganas de gritar y hacer berrinche.

Se cuestionó a sí mismo, diciendo: "¿Por qué si ni siquiera somos nada?"

- "Ya, déjate de mamadas, Sergio."

Pero - ¿por qué tenía que sentirse así? Se cuestionó quién se sentiría así, si Max parecía estar feliz con aquella chica.