Familia

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A eso de las ocho de la mañana, la casa comenzó a cobrar vida con el sonido de la televisión encendida gracias a Patricio, como era costumbre, había despertado antes que todos y se había retirado a la sala para ver caricaturas, entreteniéndose mientras los adultos aún dormían. Sergio, ya se había levantado antes que Max y, sin hacer ruido, se dirigió a la cocina para preparar el desayuno.

Mientras Sergio organizaba ingredientes, el suave tintineo de tazas y platos hizo que Lance, quien había estado durmiendo en una de las habitaciones de invitados, despertara. Sin mucho apuro, se levantó y fue directo a la cocina, donde encontró a Sergio preparando café.

—Buenos días —dijo Lance con una sonrisa al entrar en la cocina.

Sergio, sorprendido de verlo tan temprano, le devolvió la mirada mientras vertía el café en una taza —Buenos días... ¿Café?

Lance asintió, aceptando la taza que Sergio le ofrecía.

La atmósfera entre ellos era tranquila, pero había una tensión sutil, no del todo incómoda, pero perceptible.

—No esperaba verte despierto tan temprano —comentó Sergio mientras revisaba el sartén, evitando el contacto visual prolongado.

Lance se apoyó en el marco de la puerta, su mirada fija en Sergio —Bueno, después de lo de anoche, pensé que sería mejor no quedarme más tiempo del necesario.

Sergio dejó el sartén por un momento y se giró hacia Lance, frunciendo el ceño levemente —Lance, no pasa nada... Max no tiene problema contigo… al menos, no uno grave —agregó, tratando de aliviar la tensión— Solo fue una larga noche.

Lance sonrió de lado, pero su tono fue más serio — Sé que no soy su favorito, pero anoche sentí que había algo más... ¿O estoy imaginando cosas?

Antes de que Sergio pudiera responder, Max apareció en la entrada de la cocina, claramente recién levantado, con el cabello desordenado y una expresión soñolienta.

Miró a Lance y luego a Sergio, captando rápidamente la escena.

—¿Qué está pasando? —preguntó Max, sin disimular la curiosidad, mientras se acercaba a la cafetera.

Sergio, intentando mantener la calma, le tendió una taza de café a Max. —Nada, Lance solo se levantó temprano y estábamos preparando el desayuno.

Max tomó un sorbo de café, pero su mirada se desvió hacia Lance. — Me alegra que te hayas despertado, Lance —dijo, su tono algo cortante— Supongo que tendrás cosas que hacer más tarde, ¿verdad?

Lance soltó una pequeña risa, sabiendo que Max no tenía ganas de alargar su estancia. — Sí, tranquilo, no quiero incomodar... Solo pasé por café y ya me iré.

El ambiente en la cocina se volvió más tenso.

Sergio intentaba mediar, pero Max no ocultaba su incomodidad, fue en ese momento cuando se escuchó la voz de Patricio desde la sala.

—¡Papá Sergio, ven, hay un programa nuevo en la tele! —llamó Pato, rompiendo momentáneamente la tensión.

Sergio aprovechó el momento para salir de la cocina y atender a su hijo —Voy con Pato. Ustedes dos… traten de no matarse —bromeó con una sonrisa tensa antes de salir.

Max, sin quitarle los ojos de encima a Lance, dejó su taza en la mesa. — ¿Sabes por qué no me caes bien, Lance?... Porque siempre haces que parezca que estás buscando algo más, algo que no deberías —Max hizo una pausa, sus ojos afilados— Espero que no estés pensando en quedarte más tiempo del necesario.

Lance mantuvo la mirada, pero su sonrisa se desvaneció. —Tranquilo, Max, Solo estoy aquí por amistad... No quiero causar problemas.

Max lo miró con escepticismo. —Más te vale, Porque esta vez, no seré tan paciente.

Only You Max.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora