Al observar su sonrisa, lo comprendío. Era la expresión que anhelaba encontrar cada mañana para el resto de su existencia. ¿Estaba contemplando algo más? Si bien era el momento de avanzar en la relación, ¿qué sucedería con el otro lado de la ecuación? ¿Era reciproco o simplemente respondía por satisfacción y amistad en lugar de amor? Mientras intentaba articular las palabras adecuadas para proponerlo, le asaltaban las dudas sobre qué ocurriría si no aceptaba.
Las dudas llenaron por completo su mente. ¿Debería revelarlo o simplemente quedarse así, siendo felices sin compromisos? Tal vez esa era la mejor opción, evitando dependencias emocionales y sin la necesidad de compartir cada sentimiento.
Pero para él, eso era lo auténtico. Aunque lo había considerado detenidamente, decidió hacerlo de una vez por todas. No obstante, en esa cama no era el momento adecuado. Sentía la necesidad de planificar algo especial, algo privado por si la respuesta no era positiva. El miedo a quedar en ridículo le impedía dar el paso.
Decidió que sería ese mismo día, pero se esforzaba por encontrar el lugar perfecto para hacerlo, reflexionando sobre cómo organizarlo todo.
Recordó que ese día regresarían a casa y volarían en su jet privado. Tras pensarlo mucho, encontró el lugar perfecto: lo haría a 52,000 pies sobre el suelo, a una velocidad de 1,151 km/h. Decidió levantarse y prepararlo todo. Camino al baño para ducharse, abrió la regadera buscando concentrarse con agua fría, pero solo logró dejar su mente en blanco. Al notar que el agua estaba demasiado fría, corrió fuera, se envolvió en su bata y, como un niño, salió del baño.
Tomó su teléfono y contactó a los tripulantes de vuelo para preparar algo especial. Necesitaba llamar sin despertar a su futuro esposo o quizás futuro exnovio. Tuvo una idea: abrir la ducha para reducir el ruido al hablar por teléfono. Volvió al baño, abrió la ducha y buscó el contacto de la jefa de tripulación, llamándola de inmediato.
- "Buenos días, señor. El vuelo estará listo cuando usted lo ordene", dijo la joven.
- "No llamo por eso", respondió nervioso.
Explicó que quería que el vuelo fuera especial y sorprendió a la joven al decir:
- "Quiero pedirle que se case conmigo".
Hubo confusión, y él rápidamente aclaró:
- "No a usted, obvio, le pediré a mi novio".
- "¿Y qué supone que deba hacer yo en este caso?"
- "Quiero que me ayudes a prepararlo todo. Lo haré mientras estemos en pleno vuelo, y ustedes me ayudarán a organizar el mejor champán y todo lo necesario. Es posible que tenga que desviar el rumbo del avión a otro país, así que informa a los pilotos para que estén preparados para cualquier inconveniente. Si acepta mi propuesta, querré ir de inmediato con mi familia, así que necesito estar preparado para lo que pueda pasar".
- "Está bien, señor. Tendremos todo listo para usted. - ¿A qué hora quiere salir del país?"
- "Prepáralo para las 3 de la tarde. Quiero proponer matrimonio mientras el sol se oculta".
- "Las fotos saldrán increíbles", dijo la joven, complacida con el plan de su jefe.
Agradecido, colgó la llamada y se acercó a cerrar la ducha antes de salir del baño. Al observar a su novio dormir, se maravilló de su belleza, desde el pelo hasta el cuerpo, todo era perfecto para él.
Cuando su pareja comenzó a despertarse y se dio cuenta,Empezó a despertar y el se percató de eso, dirigió la mirada a la los ventanales de aquel enorme hotel desde donde se podía ver casi toda la ciudad.
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Only You Max.
FanfictionMax no sabe cambiar niños - mencionó el mexicano mientras lo tomaba en brazos. - Sí, tienes razón, no sé cómo hacerlo, pero lo intento ¿si?, si tú lo sabes hacer hazlo tú entonces.