-Max - clamaba el nombre del menor -no pares amor -jadeaba apretando su agarre en el cabello de Max.
Con besos desesperados y jadeos intensos, el mexicano exigía más a su esposo.
-¿Sabes que te amó, Verdad? -le susurraba el neerlandés al oído.
- Yo también te amo, Maxie - salió de un Sergio ahogado por el placer.Los sonidos obscenos invadían la tranquilidad de la habitación, los agarres que mantenía Sergio en la sábana arrugada con fuerza.
- Che...Checo,pídelo - ordenaba Max, jadeante y envuelto en excitación.
- Porfa....vor... Max..no te detengas - el rostro de Sergio mostraba lo excitado que estaba, aferrado cuello de Max, dejando marcas en su espalda con cada estocada del neerlandés.
Con el pasar de los minutos los gemidos eran más intentosos y las embestidas del neerlandés más fuertes y sin medida.Sergio, en su deleite y anhelo, salió de abajo. De Max, colocándose sobre su pelvis para volver a colocar su miembro erecto y cabalgando de forma obscena, empezó a bajar y subir en el miembro de su esposo.
- ¡Oh Dios Sergio, Mnh! - gemía él mientras tomaba las caderas del mexicano obligándolo a subir y bajar cada vez más rápido.
- Dime... ¿Max que te gustas? ¿te gusta así? -la vos entrecortada de checo preguntaba jadeante.-Y... ya no puedo más, a...amor creó que me... me voy a. Las palabras no terminaron de ser formuladas, cuando se derramó dentro de su esposo.
Sergio, con una sonrisa coqueta, apretó los pectorales de este, inclinándose hacia el frente, dejó un beso largo y apasionado en su amante.
Tirándose a un costado de Max, comentó entre risas leves: -No aguantas nada, Maxie.
- ¿Tú sabes que sí, o quieres que lo hagamos de nuevo? -dejó escapar una leve risa.
-Oye, espera, para ahí, campeón, déjame descansar, sí -reía en la mitad de la noche.
-Te amo, chequito. -mencionó, depositando un beso en los labios de este.
-Y yo a ti, mi León.
- Amm, creo que me ducharé - mencionó Sergio mientras se levantaba de la cama.
-Yo iré por agua, ¿quieres? -preguntaba el neerlandés nervioso.Dirigiéndose al baño, Sergio se volteó -Trae agua y helado, y no te duermas, ¿sí? - Sergio, lanzando un beso a Max, se adentró en el baño.
Max esperaba a Sergio salir de la ducha, el sueño se había esfumado y lo único que deseaba era estar juntos a Sergio acurrucados.
- Traje agua y helado-mencionó Max, metido en la cama y con el agua y el helado en la mesa de noche.
- Gracias, amor - agradeció Sergio mientras se vestía con su pijama.
- Vemos una película, es que no tengo sueño y bueno, traje suficiente helado para los dos - Max sonreía como un niño.
Sergio se metió en la cama, sentándose junto a Max y recostado en el respaldar de la cama.
- Y ¿qué película vamos a ver? - preguntó Sergio sumergiéndose en el pecho de Max.
- No sé, aún -río, estirando su mano hasta el helado y pasándolo a Sergio.
Mientras Sergio y Max se acurrucaban en la tranquilidad de su habitación, sumergidos en la película, Max dejaba pequeños besos en la frente de Sergio, quien se sentía reconfortado por el gesto de cariño. El ambiente estaba impregnado de calidez y complicidad, creando un momento de intimidad que fortalecía su conexión.
La mañana resplandecía traspasando los rayos del sol por las cortinas de la habitación e impactando en el rostro de Sergio, ocasionado que esté despertada.
- Buenos días, amor. - saludo al ver a Max despertando.
-Buenos días, chequito, ¿a dónde vas? - preguntó al verlo sentarse en el filo de la cama, decidido a levantarse.
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Only You Max.
FanfictionMax no sabe cambiar niños - mencionó el mexicano mientras lo tomaba en brazos. - Sí, tienes razón, no sé cómo hacerlo, pero lo intento ¿si?, si tú lo sabes hacer hazlo tú entonces.