La idea era disfrutar juntos, pero también tenían pendiente la promesa de organizar una reunión con amigos. Tenían que encontrar el momento adecuado para presentar a Pato y a Oliver al grupo.
-¿A qué hora piensas que podríamos reunirnos con los demás? -preguntó Max mientras comía mirando a checo.
Jos, que ya estaba terminando su café, miraba a ambos con calma.
-Podemos hacer la reunión por la noche, después de que pase la tarde. Así tenemos tiempo de preparar las cosas. - Max asintió admitiendo que estaba de acuerdo con la propuesta de su esposo.
Victoria quien no había dicho nada desde que se habían sentado en la cafetería para tomar un café y pato un helado, se atrevió a hablar al darse cuenta de algo.
-Sí, bueno -dijo Victoria, revisando su teléfono. Luego, levantó la vista y añadió- Pero, ¿están seguros de que Pato está listo para conocer al grupo? Ya saben cómo se ponen cuando está nervioso.
-Va a estar bien -respondió Max mientras revolvía el cabello de pato y usaba un tono tranquilizador- además estará en un ambiente relajado, nada de alcohol o algo parecido, solo será un pequeño rato, luego se irá a dormir.
Victoria suspiró, todavía un poco escéptica, pero confió en el plan. Terminaron de desayunar y comenzaron a prepararse para dar un recorrido por algunas partes de la ciudad.
Jos con tono amable y sin ninguna mala intención se dirigió al pequeño pato.
- ¿Te gustaría que te cargue Patricio?- pato que estaba parado al lado de Sergio mientras pagaban la cuanta, sonrió con ternura emocionado.
Jos lo cargó con cuidado, sentándolo en sus hombros, pato disfrutaba de la atención del mayor, pero también miraba con un poco preocupación a Sergio por la diferencia de altura.
Sergio, que observaba la escena, sonrió suavemente al ver la alegría de Pato, pero también notó su mirada con temor.
-Está bien, Pato -dijo Sergio con calma mientras terminaba de pagar la cuenta-. Puedes disfrutar del paseo con Jos, no pasa nada.
Pato, todavía con una sonrisa nerviosa, se relajó un poco más en los hombros de Jos. Mientras caminaban fuera de la cafetería, el sol comenzaba a calentarse, y los planes para el día se formaban con más claridad.
Max, caminando al lado de Victoria, aprovechó el momento para preguntarle.
-¿Tienes sugerencias para la reunión? Ya sabes cómo pueden ser nuestros amigos, a veces es difícil mantener la calma con ellos.
Victoria asintió, reconociendo el punto de Max.
-Creo que lo mejor será mantenerlo corto, como dijiste, y tal vez deberías ser más selectivo con a quién invitas.
Jos, que escuchaba la conversación, agregó desde el frente.
-Y quizás también dejar que Pato se retire temprano, como dijiste. Eso le dará tiempo para adaptarse sin sentirse abrumado.
Pato, al escuchar su nombre, se inclinó un poco hacia adelante y miró a Jos desde arriba.
-¿A quién veré hoy? -preguntó en voz baja.
Jos lo miró con una sonrisa.
- A los amigos de Max y checo, ... Pero solo si tú quieres, lo más importante es que te sientas cómodo ¿entiendes?.
Pato asintió lentamente, y aunque no parecía completamente convencido, confiaba en Jos.
Sergio entrelazó sus dedos con los de Max mientras caminaban juntos por las calles llenas de edificios altos de la ciudad, en el apogeo matutino, pero entre los murmullos del tráfico y las conversaciones lejanas, había una calma compartida entre ellos.
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Only You Max.
أدب الهواةMax no sabe cambiar niños - mencionó el mexicano mientras lo tomaba en brazos. - Sí, tienes razón, no sé cómo hacerlo, pero lo intento ¿si?, si tú lo sabes hacer hazlo tú entonces.